Un ladrón que intentó robar un par de zapatillas en un local de la ciudad bonaerense de Pergamino fue detenido este miércoles luego de que un ex campeón de karate que presenció el robo lo redujera con una toma hasta la llegada de la policía.
El increíble episodio, que fue registrado por un teléfono celular desde un balcón, ocurrió ayer por la mañana, cuando un joven ingresó en un local de calzado e indumentaria deportiva de la peatonal San Nicolás, entre las calle Pueyrredón y Mitre, tomó una caja con un par de zapatillas e intentó huir a pie. Mientras corría, los transeúntes y clientes del local comenzaron a gritar y a señalarlo para evitar que escapara por las calles donde no había presencia policial.
En ese momento, Eduardo Rocchi, ganador de varios campeonatos provinciales, torneos nacionales y ex integrante de la Selección Nacional de Karate-Do, que se encontraba sentado en un bar sobre esa cuadra, interceptó el paso del delincuente y con técnicas de defensa personal lo tomó del cuello, lo sentó y lo mantuvo reducido hasta que una vendedora recuperó los productos robados y llegó la policía. Minutos más tarde el joven fue detenido.
“Vi gritos y gente corriendo e intervine. Advertí que nadie intervenía y me involucré. Se me dio por actuar: frenarlo, reducirlo y tratar de no golpearlo”, contó Rocchi en diálogo con el diario El Tiempo de Pergamino. “Al conocer sobre determinadas técnicas de defensa personal en la llave que le practique traté de apretarlo un poco hasta que aflojó. Llevo muchos años en esto de las artes de defensa personal y la gente me conoce”.
El hombre, que participó en el Mundial de Sudáfrica en 1996 y en agosto del 2000 se consagró campeón mundial del estilo Goju Ryu, reconstruyó cómo fue la maniobra para frenarlo: “Lo frené con las manos arriba. Cuando quiso atacar o separarme lo tomé del cuello, lo giré y lo senté en una posición en la cual no le quedaba otra alternativa que relajarse y estar quieto porque sino no puede respirar”, explicó. “Le dije que se quede quieto, lo palpé de armas y lo tranquilicé. Además le pregunté si estaba solo y miré a los alrededores para determinar si no había algún cómplice que pudiera atacarme para salvarlo”.
“Le pregunté si estaba armado y me dijo que no, entonces me di cuenta que era un pobre chico, que al final terminó temblando. No me resultó una experiencia linda ni enriquecedora”, contó Rocchi, que aseguró que mientras llevaba a cabo la toma, los testigos del robo instaron a que lo golpeara. “Traté de no ser en ningún momento violento ya que nunca fue la intención. No iba a permitir que lo linchen por un par de zapatillas”, explicó en diálogo con Radio Más.
“A todos nos indigna lo que está pasando en el país por la delincuencia mucha más violenta que cometen en episodios muy distintos a este”, reflexionó Rocchi. “Vamos a seguir conviviendo con esto lamentablemente. A cada rato te das vuelta y encontrás un hecho de inseguridad. Estamos cansados de toda esta impunidad en Pergamino”, concluyó.
En esa misma ciudad, un adolescente de 17 años y su novia de 16 vivieron un infierno en la madrugada del sábado de la semana pasada cuando dos delincuentes los asaltaron, golpearon y torturaron. Durante el calvario, que duró cerca de una hora, los ladrones maniataron a las víctimas con cinta aisladora, les rociaron sus rostros con pintura en aerosol, abusaron de la chica y le provocaron un corte con un cuchillo al joven.
El hecho sucedió en la casa de ella de la calle Perú al 700 de la localidad bonaerense. Todo comenzó cuando el joven sacó a pasear a su perra y fue sorprendido en la calle por los dos delincuentes que se movilizaban en moto. Una cámara de seguridad registró esta secuencia. En ese momento, los asaltantes le pidieron “todo lo que tenés” y, al notar que tenía un manojo de llaves, lo llevaron al interior de la vivienda de sus suegros, donde estaba su novia de 16 años.
Luego, los ladrones empezaron a recorrer la casa en busca de dinero, mientras los adolescentes, que les decían que solo estaban cuidando la vivienda y no sabían de la existencia de ahorros guardados, fueron objeto de todo tipo de torturas. Al final se llevaron una notebook y dos celulares.
En los últimos días, efectivos de la Comisaría 1era del distrito junto a la DDI local detuvieron a uno de los acusados por la entradera, identificado como Enzo Sergio Agustín Pajón, de 23 años, vecino de la zona. Está imputado por robo agravado y privación ilegal de la libertad en un expediente de la UFI N° 3 de Pergamino y su cómplice, quien ya estaría identificado y sería menor de edad, es intensamente buscado.
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