Resultados de pruebas de ADN express, más de 52.000 perfiles genéticos registrados e impactos directos en más de 500 causas de delitos son el balance del laboratorio de Huellas Genéticas de última tecnología y diseñado por el FBI con el que cuenta la Justicia de Mendoza.
El Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas permitió esclarecer más de 200 casos en la provincia fue clave en historias que captaron el interés de la opinión pública, como la identificación del cadáver de Florencia Romano, la adolescente de 14 años víctima de un femicidio que había permanecido desaparecida durante cinco días a mediados de diciembre de 2020.
El laboratorio donde se llevan adelante las investigaciones ya registró unos 52.210 perfiles genéticos correspondientes a imputados, condenados, miembros fuerzas de seguridad y personal del Poder Judicial. Más del 60% de esos perfiles pertenece, precísamente a personas condenadas o imputadas en algún caso.
“Esto nos lo ha permitido una legislación dictada en nuestra provincia que es muy amplia y que permite extraer los perfiles genéticos de todas las personas imputadas y condenadas, más los perfiles del personal policial, penitenciario, de agencias de seguridad privada y del Ministerio Público Fiscal. Con lo cual, se pretende aislar perfiles que cualquiera que pueda contaminar escenas de hechos ilícitos”, agregó el procurador general, Alejandro Gulle.
Esta cifra de más de 50.000 perfiles le permite a Mendoza contar con el registro de huellas genéticas más amplio de Sudamérica. Esos perfiles se obtuvieron entre un total de 1,9 millones de habitantes de toda la provincia. Mientras tanto, Brasil y Chile poseen laboratorios con una tecnología similar, pero deben abastecer a todo el país. Por ende, los chilenos cuentan con 62.000 muestras para una población de 17 millones de habitantes y Brasil, 70 muestras para 224 millones de habitantes.
Además, se detectaron 257 resultados positivos respecto al objeto de búsqueda, lo que permitió un impacto en más de 500 causas en toda la provincia. De acuerdo a estadísticas de la Procuración, el 43% de esos match positivos corresponden a causas de abuso sexual, el 20%, a causas de robos y el 8% a causas de robos simples.
La iniciativa entró en vigencia en octubre de 2016 y ya en comienzos de 2017 comenzó a realizar las extracciones. La clave es que esos análisis se llevaron a cabo mediante la elevación de los estándares de seguridad a través de un software, Combined DNA Index System (CoDIS), que unifica y compara muestras de ADN extraída a todos los imputados por delito. Ese software fue creado y es mantenido por el FBI.
Según informó el propio Gobierno de Mendoza hace unos meses, “este registro busca contribuir al esclarecimiento de los hechos criminales, particularmente en la individualización de las personas responsables, ayuda a identificar y determinar el paradero de personas extraviadas, desaparecidas o fallecidas, a discriminar las huellas de toda persona que interviene en el lugar del hecho, entre otras funciones”.
“Recuperar muestras biológicas de las escenas de crímenes, producir perfiles de ADN, buscar y encontrar sospechosos en el banco de datos genéticos permiten básicamente atribuir a un mismo individuo delitos diferentes y ubicar o descartar sospechosos respecto de los cuales se tiene la huella genética previamente registrada”, aseguró en su momento el director de Investigaciones del Ministerio de Seguridad de Mendoza, José Vega.
Así y todo, desde las propias autoridades del Laboratorio de Huellas Genéticas del MPF de Mendoza, reclamaron al resto de las provincias encontrar los recursos para apelar a ese tipo de tecnología en la identificación y así conformar una suerte de mapeo nacional.
“El hecho de que Mendoza tenga una buena ley, una buena base de datos y todo funcional, sirve para delitos que podemos investigar localmente, pero lo ideal es que todas las provincias tengan base de datos, cosa que no está pasando”, se lamentó el director del Laboratorio de Huellas Genéticas, Miguel Marino, en declaraciones a Infobae.
“Sabemos que los delincuentes se mudan de una provincia a otra con mucha facilidad, por lo tanto, si el resto de las provincias no tienen base de datos y no tenemos un paraguas nacional que colabore, no vamos a llegar a buenos resultados. De poco sirve tener bases de datos aisladas, como es nuestro caso, si a nivel nacional no se acciona para poner en marcha una base de datos de todo el país”, completó.
Entre los casos más resinantes en los que el Laboratorio de Huellas Genéticas fue clave se destacan el crimen de un verdulero en Las Heras, en 2019. La Justicia logró enviar a prisión a Paulo Álvarez Daniel Celán (29 años), quien fue detectado como el autor material del asesinato de Rodrigo Miliotto (49) gracias a las muestras de un goteo de sangre de una mano del homicida en la escena del crimen.
Otro caso destacado fue el del ciudadano israelí Nicolás Gil Pereg (36), quien fue acusado del asesinato de su madre, Pyrhia Saroussy (63) y su tía Lily Pereg (54) y aún espera la celebración de un juicio. Gracias al trabajo del laboratorio de huellas genéticas, se permitió detectar el ADN de las dos mujeres en manchas de sangre de una remera utilizada por el propio acusado.
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