Mientras la conmoción perdura en la ciudad bonaerense de Rojas, este miércoles se conocieron los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo de Úrsula Bahillo, la joven de 18 años que fue asesinada por su ex pareja, el policía Matías Martínez.
Según fuentes judiciales, la víctima sufrió al menos 15 puñaladas en la espalda, torso y cuello, lugar donde recibió la herida mortal.
Previamente, el informe preliminar realizado por personal médico del Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forense Norte ya había indicado que la causa de muerte de Bahillo fue “secundaria a lesión por arma blanca de estructura vasculares de cuello, generando shock hipovolémico con escasa agonía, aunado a las lesiones punzocortantes observadas en región abdominal y dorsal”.
Tras el análisis forense, Martínez quedó imputado por femicidio más los agravantes de “alevosía” y “ensañamiento”. Esto implica para la Justicia que el asesino se aprovechó del estado de indefensión de la víctima y que buscó deliberadamente aumentar su sufrimiento. Fuentes del caso agregaron a Télam que el ataque contra Úrsula comenzó por la espalda y cuando ella intentó escapar, el policía la volvió a sujetar para apuñalarla en el torso y en el cuello.
El crimen ocurrió la noche del lunes pasado, cuando Martínez -efectivo que cumplía funciones en la comisaría 2° de San Nicolás y que en septiembre de 2020 había sido apartado con una carpeta psiquiátrica- llamó por teléfono a su tío para darle un anticipo de lo que había hecho minutos antes. “Me mandé una cagada”, confesó el hombre de 25 años y le indicó donde se encontraba: cerca de una escuela en el paraje rural Guido Spano, a pocos kilómetros de Rojas.
El familiar acudió al lugar acompañado de personal policial de la zona. Al llegar, el joven se encontraba dentro de un Peugeot 307 de color gris, algo alterado y vestido de civil. Según confirmaron fuentes del caso a Infobae, cuando le preguntaron qué había ocurrido, Martínez respondió señalando donde se encontraba su ex novia muerta. En su vehículo, los efectivos hallaron un cuchillo de gran parte con manchas de sangre.
El cuerpo de la chica de 18 años estaba tendido en un campo a pocos metros, cubierto de sangre. Cuando llegó la ambulancia del SAME, los médicos constataron que estaba muerta y vieron los múltiples cortes en su cuello y espalda.
Cuando la policía constató que en el lugar señalado había un cuerpo de una joven cubierto de sangre, Martínez intentó escapar a pie pero fue rápidamente reducido. Él tenía un corte en el abdomen: se supone que intentó hacerse daño a sí mismo tras cometer el crimen. Debido a la herida, fue trasladado al hospital San Jorge de Pergamino, donde ahora se encuentra internado bajo custodia policial. Cuando le den el alta médica, será indagado por el fiscal de la causa, Sergio Terrón, titular de la UFI 5 del Departamento Judicial de Junín.
Martínez ya contaba con otras causas judiciales, todas por casos de violencia de género. Tenía una cita pendiente para el 18 de febrero en el Juzgado en lo Correccional N°1 de la jurisdicción en el marco de una denuncia por amenazas calificadas de parte de Belén Miranda, una ex pareja, quien relató parte del calvario que vivió durante su relación con el oficial, allá por 2017.
La Fiscalía General del Departamento Judicial de Junín informó que el 28 de enero la madre de Úrsula había denunciado a Martínez por los delitos de amenaza y desobediencia, cuyo expediente también era seguido por el fiscal Terrón.
Además, el 5 de febrero pasado se repitió la denuncia de la familia Bahillo, causa que quedó en manos de la UFI N° 3 de Junín.
El 8 de febrero, el día del crimen, un oficio fue enviado a la Comisaría de la Mujer local desde el Juzgado de Paz a cargo del magistrado Luciano Callegari. En el texto, el Juzgado citó el expediente iniciado el 9 de enero, un mes antes, y ordenó la restricción de acercamiento a Úrsula con un radio de exclusión de 200 metros. También pidió “rondas periódicas y frecuentes de vigilancia por 15 días” y estableció que debía entregársele a la joven un botón antipánico. Ese dispositivo debía ser entregado a Úrsula en el Juzgado de Paz tras formalizarse una cita, de acuerdo al documento.
Para los próximos días se esperan los peritajes de los celulares secuestrados del imputado y de la víctima –ambos aparatos serán analizados por personal de la Oficina de Tecnología y Gestión para la Investigación (TGI) de la Fiscalía General departamental–, como también al rodado Peugeot en que se movilizaba el primero y un cuchillo tipo carnicero, de mango blanco, que sería el arma homicida.
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