El marido de la diputada provincial y funcionaria platense Carolina Píparo, Juan Ignacio Buzali, está acusado de intentar matar a dos motociclistas a los que atropelló el 1 de enero último en La Plata al confundirlos con ladrones que los habían asaltado previamente. En las últimas horas, fue sometido a pericias psicológicas en la sección médicos forenses de la sede de la Asesoría Pericial, ubicada en calle 41 entre 119 y 120 de la capital bonaerense.
El esposo de Carolina Píparo está detenido desde el 9 de enero último, luego de que la fiscal Eugenia Di Lorenzo le imputara el delito de “doble homicidio en grado de tentativa” en perjuicio de los hombres embestidos.
En su declaración indagatoria, Buzali afirmó que “lo que pasó fue un infortunio y un accidente”, que “jamás” quiso “lastimar a nadie”, y que al momento del hecho estaba “nervioso, abrumado y temeroso” pero “no enojado” ni alcoholizado. Para la fiscal, conducía a “toda velocidad” y embistió “de lleno” a las víctimas, y que no se advirtió “ninguna maniobra de esquive”.
Su abogado defensor, Marcelo Peña explicó este miércoles que “ya se incorporaron a la causa esa pericia y la psiquiátrica” y detalló que pidió a la jueza de Garantías Marcela Garmendia que se realice una audiencia oral previa al dictado de la prisión preventiva que vencerá el 9 de febrero.
Además Peña, que reemplazó a Fernando Burlando en la defensa de Buzali, detalló a Télam que en la audiencia pedirá el cambio de carátula de la causa y la detención domiciliaria del imputado.
Dijo también que incorporó a la causa una pericia accidentológica realizada por un perito de parte que reveló que la embestida a la moto “fue con una velocidad final de 25 kilómetros por horas y con esa velocidad resulta imposible que Buzali tenga intenciones de matar”.
La orden de detención de Buzali fue firmada por la jueza Marcela Garmendia, quien en el escrito se refirió con duros términos a lo que hizo el esposo de Píparo el 1° de enero. En la resolución, la magistrada detalla de entrada la secuencia de la persecución del Fiat 500 al grupo de motos y asegura que Buzali obró “sin importar las consecuencias de su accionar y con claro desprecio por la vida ajena y debiendo representarse el resultado muerte, embistió con el frente de su vehículo la moto conducida por Luis Lavalle”.
Garmendia hizo especial hincapié en los momentos posteriores en los que el auto de Buzali y Píparo se retira de la escena sin asistir a las víctimas: “El motovehículo quedó enganchado debajo del sector delantero del auto y sin importar esa circunstancia, su conductor emprendió la fuga del lugar arrastrando el rodado mientras este sacaba chispas por el roce con el asfalto, particularidad que no podía pasar inadvertida por los ocupantes del automóvil”.
Para Garmendia, Buzali pudo “haber optado por dejar ir a los motociclistas que estaban en movimiento, que siguieran su camino, o en su defecto girar en alguna intersección, pero lejos de ello decidió seguirlos y sin importar las consecuencias”.
Cabe recordar que la jueza Garmendia rechazó dos pedidos de excarcelación interpuestos por la defensa por considerar que existen riesgos procesales si el acusado recupera la libertad. Ante esa situación, los abogados de Buzali recurrieron el fallo de la magistrada ante la sala de feria de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, que lo confirmó en primera instancia.
Piparo denunció que fue asaltada por tres parejas de “motochorros” la madrugada del 1 de enero en la calle 47, entre 15 y 16. Según la legisladora, cuando se dirigía con su esposo a realizar la denuncia a bordo de su Fiat 500L negro con techo blanco, volvieron a ser interceptados por los que creyeron que eran los mismos delincuentes que los habían asaltado. Por eso Buzali chocó por detrás a una de las motos en la que viajaban los dos hombres y huyó del lugar.
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