Rocío Cepeda, la joven de 18 años acusada de robo por un conductor que ella denunció por abuso, dejó este miércoles por la tarde la celda de la comisaría de Barrio Frino en José C. Paz, donde estaba detenida hace más de una semana.
La joven de 18 años, que fue excarcelada por decisión del Juzgado de Garantía N° 5 tras ocho días de arresto pero aún no está sobreseída, había pedido cerca de las cinco de la mañana del martes 26 de enero pasado, un auto a través de la aplicación Beat -similar a Uber o Cabify- para volver de una reunión con amigos a su casa de la localidad bonaerense de Grand Bourg.
El auto era conducido por Daniel Alejandro Flores, de 37 años, y el viaje debía durar apenas 15 minutos. Rocío ocupó el asiento del acompañante y tres amigos se sentaron en la parte trasera, separados de ella por el plástico translúcido que las empresas de transporte de pasajeros utilizan como método de prevención de contagio del COVID.
“Cuando dos amigos se bajan el remisero comienza a tocarle la pierna en la zona de la ingle. Su otro amigo, que lo ve, la defiende desde el asiento de atrás, empieza a golpear al remisero y, cuando pueden, salen del auto. Ahí el remisero empieza a perseguirlos con el vehículo”, explicó a Infobae Raquel Hermida Leyenda, la abogada que representa a Rocío junto a Mariana Chiacchio. “Cuando llega la policía la empiezan a maltratar a Rocío y el remisero inventa que lo habían intentado asaltar con un cuchillo inexistente y que por eso los perseguía”.
Como el joven que viajaba con Rocío tiene 16 años, la causa por robo calificado por el uso de arma quedó en manos del fiscal de responsabilidad juvenil de San Martín, Fabián Hualde, que solicitó al Juzgado de Garantía N° 5 que ella, que ya es mayor de edad, quede detenida por el hecho. Su amigo, mientras tanto, quedó en libertad por decisión del Juzgado de Garantías del Menor, aunque ligado a la causa.
“Cuando me llamaron me fui directo para la comisaría con mi otra hija. Llegué antes que ella y mientras estaba ahí los vi bajar esposados”, cuenta a Infobae Claudia, de 56 años, la madre de Rocío, que recibió un llamado de la policía a las 6 de la mañana. “Ahí ella me gritó: ‘Mamá, me quiso violar’. Y su amigo me decía lo mismo”.
Cuando Rocío tuvo la oportunidad de declarar ante el fiscal Hualde, aseguró que Flores se desvió del camino cuando debía llevarla hacia su casa, que intentó manosearla por debajo de la pollera y que su amigo rompió el plástico para golpearlo. Luego bajaron del auto y corrieron. A pesar de esa acusación, Rocío quedó detenida y fue trasladada a un calabozo en una dependencia policial de José C. Paz, que finalmente abandonó ayer cerca de las 16.
Este martes, las abogadas de Rocío hicieron un pedido de excarcelación y presentaron formalmente la denuncia por el abuso, que no había podido realizarse porque Rocío, que estaba detenida, debía firmarla.
Esa investigación quedó ahora en manos de la Fiscalía N° 14 de Villa Ballester.
“De todos modos cuando una persona declara un delito en la fiscalía o en la comisaría, los que están obligados a formalizar la denuncia son los funcionarios judiciales y policiales. Quiere decir que no solamente la detuvieron por un invento, sino que además no la escucharon, porque debieron presentar la investigación de abuso y no lo hicieron”, se lamenta la abogada Hermida ante este medio. “Tuvo que hacerlo ella desde la cárcel. Esta causa es una vergüenza.
Y agregó: “Recién cuando salió este tema en los medios el juez salió a hablar. La realidad es que se la olvidó adentro y no conocía la causa”.
“Le quedan cinco materias para terminar el secundario y su sueño es ser profesora de educación física”, contó la madre de Rocío este martes, cuando la joven aún seguía detenida. “Tiene una familia que la respalda, no es una chica que necesita sacarle nada a nadie. No entiendo que hace mi hija ahí”, había señalado desconcertada sobre la situación de la joven, que es jugadora de hockey del Club Platense.
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