Sergio Lust y su familia tenían planificado regresar de sus vacaciones en San Bernardo a su casa de José Mármol el próximo fin de semana. El padre de 46 años y tres hijas debía volver a su actividad como repartidor de una fábrica de telas el lunes y le quedaban unos últimos días de descanso para disfrutar de la playa.
Pero el clima en la Costa Atlántica a lo largo de la última semana fue pésimo. En San Bernardo hubo cuatro días seguidos de lluvias y las dos hijas mayores del matrimonio, Agostina, de 9 años, y Francesca, de 4, ya se estaban aburriendo. Lara, la menor, de 2, quería quedarse.
Fue así, que Anahí Alderete, la esposa de Lust (35), le propuso: “¿Y si nos volvemos hoy y podemos descansar lo que nos queda en casa?”. Sergio asintió: “Como quieras”. La madre de la familia le sugirió arrancar el viaje el miércoles por la mañana, pero Sergio le dijo que había dormido una buena siesta y que podían viajar durante la noche.
“Yo justo hablé con Sergio poco antes de las doce de la noche, cuando estaban por salir”, le explicó a Infobae Jimena Alderete, la cuñada del repartidor.
“La charla se basó en que habían decidido no subir nada a las redes sociales porque ellos querían volver y quedarse en su casa sin recibir visitas por unos días. Su casa siempre tuvo mucha gente. Los Alderete somos diez hermanos y encima Sergio tenía un montón de amigos. Entonces ellos querían que el regreso fuera en secreto”, añadió la cuñada.
Cerca de las 4 de la mañana del miércoles, la familia, a bordo de un Volkswagen Vento gris, se detuvo en un semáforo en rojo en la esquina de la avenida San Martín y Santa Ana, cerca del barrio popular conocido como 2 de Abril.
Sergio conducía el auto. Agostina, la mayor de las hijas, viajaba en el asiento del acompañante ya que la madre prefería viajar atrás para atender las necesidades de Lara, la menor, quien viajaba en el “huevito” de bebés. Estaba acompañada también por la otra hija, Francesca en las butacas traseras.
Justo cuando estaban por arrancar por la avenida, la familia relató que un hombre apareció corriendo, se le tiró encima al capó del auto y se quedó revolcado en el suelo, como si se hubiera lastimado. Un “carancho”.
Inmediatamente después unos seis hombres rodearon el auto y uno de ellos se acercó a la ventanilla de Lust, con un arma en la mano.
“Al principio, le pedían a Sergio que se bajara y que le permitieran subir a la persona que supuestamente ‘había atropellado’ para llevarla a un hospital. Sergio les respondió que nos dejaran salir a todos y que se llevaran el auto, pero ellos solo querían que se bajara él y que se quedaran todas las chicas, no sé qué querían”, relató Jimena.
“Ahí fue cuando mi cuñado les dijo ‘¡Te doy todo, llévense el auto, pero dejame sacar a las nenas!’”, completó.
Sin mediar más palabra, el hombre que presuntamente había sido atropellado se puso de pie y efectuó un disparo, cuyo proyectil impactó en el pecho de Sergio. “Ay”, exclamó Lust y empezó a acelerar. Fue entonces cuando, desde el costado se oyó otro disparo y el tiro impactó en el parietal izquierdo de la cabeza del padre de la familia.
Así, inconsciente, Lust aceleró el auto, que quedó fuera de control. Fue entonces cuando Anahí se abalanzó desde el asiento trasero para poder enderezar el volante y no chocar a una altísima velocidad contra una casa, mientras Agostina, la hija mayor, intentaba sostener el cuerpo de su padre.
El auto, fuera de control y a más de 100 km/h transitó unas seis cuadras por la avenida San Martín, hasta que impactó de lleno contra un poste de luz y luego contra un Citröen blanco, manejado por un hombre llamado Manuel, quien salía con uno de sus hijos de su casa para ir a trabajar. Como tenían que pasar a buscar a otro de los hijos, el joven decidió sentarse en el asiento trasero. De haberlo hecho en el del acompañante, habría sufrido el impacto de lleno.
A raíz del choque, la hija mayor Agostina sufrió una fractura de clavícula, mientras que Lara padeció un corte profundo en un mentón. Ambas fueron hospitalizadas y ya dadas de alta.
Así y todo, las horas siguientes dentro de la familia Lust-Alderete fueron horrendas. Nadie encontraba explicación para explicar lo sucedido.
“El miércoles fue horrible porque a las más chiquitas les decíamos que su papá estaba internado en otro hospital, pero la más grande ya sabía todo y no paraba de llorar. No sabíamos qué hacer”, comentó Jimena.
Así, la ola de mensajes de condolencias de vecinos, familiares y amigos permitieron tomar un dimensión de la buena persona y lo querido que había sido Sergio.
“Era una persona especial, que siempre estaba dispuesto a ayudarte. Lo podías llamar a cualquier hora y te daba una mano. Su vida era trabajar, estar con sus hijas y ayudar a alguien en lo que necesite”, afirmó la cuñada de la víctima.
“Es más, hace 4 años, él hizo algo por mí que nunca voy a olvidar. A mí me habían echado de una casa que alquilaba y me había quedado definitivamente en la calle con todas mis cosas. Él me llamó, me pasó a buscar con la camioneta de su trabajo y me dijo que me mudara un tiempo con ellos a su casa y que todas mis cosas las iba a llevar a la casa de su madre. Él no tenía hermanos, era hijo único, pero siempre estaba dispuesto a dar una mano. Un corazón enorme”, aseguró Jimena.
A raíz del hecho, la DDI de Lomas de Zamora actuó con celeridad y logró detener a tres hombres, que estarían involucrados en el hecho. Se trata de Sergio Alberto Leiva, de 32 años, alias “Monito”, quien sería el autor de los disparos. También se detuvo a Sergio Hernán Moreno, de 36, y Claudio González, de 34.
Además, en la casa del “Monito”, ubicada en el barrio San José, también hallaron un revólver calibre .32 mm marca “Tanque”, que habría sido el arma con la que se asesinó a Lust. Al menos dos de los detenidos vestían prendas de ropa (gorros, jeans y remeras) similares a las imágenes obtenidas a través de las cámaras de seguridad de San Francisco Solano.
Así, la causa quedó en manos del fiscal Lorenzo Latorre, de la UFI Nº 3 de Lomas de Zamora, quien cambió la carátula de la causa de homicidio culposo a homicidio criminis causa. Aún se busca al resto del grupo de sospechosos que estaban en el lugar al momento del crimen.
Por su lado, el cuerpo de Sergio Lust todavía no fue entregado a su familia, ya que todavía restan diligencias respectivas a la autopsia. Se espera que el padre de las tres hijas pueda ser velado entre el viernes y el sábado.
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