El Gran Buenos Aires se volvió a disfrazar de muerte en las últimas horas. Dos asesinatos se cometieron en La Matanza y otro en Lomas de Zamora en hechos vinculados a crímenes contra víctimas de robo y homicidios de presuntos delincuentes en persecuciones protagonizadas por policías de civil.
El primero de los casos ocurrió el martes cerca de las 6 de la mañana, cuando Rodrigo Adrián Ruiz, de 31 años, y su compañera Estela Marisa Fernández, de 44, caminaban por la calle Riglos en dirección hacia la Ruta 3, para acudir a su trabajo.
De repente, en la esquina de Riglos y Fournier ambos fueron abordados por dos ladrones, quienes los intimidaron con dos armas de fuego y los robaron. A ambos les sustrajeron la mochila y la cartera y a Ruiz también le quitaron el teléfono celular y la billetera, que llevaba en los bolsillos.
Según el relato de sus amigos, por cuestiones que se desconocen, un delincuente giró al fugarse del lugar y efectuó un disparo con su arma. El proyectil impactó en el abdomen de Ruiz.
El hombre herido fue trasladado de urgencia por Fernández hacia la Unidad de Pronta Atención (UPA) 24, ubicada en el kilómetro 29 de la Ruta 3. Allí se constató que la víctima tenía una herida de bala en el abdómen. Así, Ruiz fue derivado de inmediato al hospital Simplemente Evita, de González Catán, donde finalmente perdió la vida a causa de la herida sufrida, según confirmaron fuentes policiales a Infobae.
La causa quedó en manos del titular de la UFI de Homicidios de La Matanza, que caratuló el hecho como homicidio criminis causa, a cargo del fiscal Gastón Dupláa, que también investiga el crimen de Alan Bravo
A unos 8 kilómetros de ese lugar y durante la misma noche, un policía mató de un disparo a uno de los cuatro presuntos ladrones que intentaron robarle la moto en la zona de Rafael Castillo.
El hecho ocurrió en el cruce de las calles Éufrates y Cettino, cuando un efectivo de la Policía Bonaerense de franco se movilizaba en una moto Rouser 200 junto a su esposa. Justo antes de llegar al domicilio donde la pareja convive, fueron sorprendidos por cuatro presuntos motochorros a bordo de dos rodados.
El efectivo se identificó como policía y dio la voz de alto, lo que desencadenó en tiroteo. A raíz del cruce de disparos, uno de los delincuentes fue herido en su abdomen. Su muerte fue constatada a los pocos minutos por efectivos del Comando de Patrullas de La Matanza, que realizaban tareas de prevención de rutina en la zona.
La causa quedó en manos del mismo fiscal Duplaá, quien determinó que el policóa actuó en legítima defensa y resolvió dejarlo en libertad. Así y todo, secuestró el arma Thunder 9 mm del policía para efectuar el peritaje correspondiente.
Además se inició una investigación para determinar si esos mismos motochorros habían cometidos robos similares minutos antes en la zona.
El último caso se dio en Villa Centenario, Lomas de Zamora, cuando una policía, efectivo de la fuerza porteña, mató de un balazo en el pecho a un adolescente de 17 años al que presuntamente sorprendió cuando le estaba robando a una vecina de la zona.
El hecho ocurrió en la mañana de hoy miércoles en el cruce de las calles Homero y Eibar. La agente se preparaba para iniciar su servicio en la zona céntrica de Lomas de Zamora, cuando vestida de civil fue testigo de un robo de un adolescente a una mujer.
Según el relato de la policía, ella dio la voz de alto y el ladrón empezó a disparar en su dirección antes de emprender la fuga.
A raíz del tiroteo que se produjo, el presunto ladrón fue herido en el pecho. Intentó movilizarse aún después de ser alcanzado por el proyectil y terminó por caer al suelo a los 100 metros.
Fuentes policiales identificaron al presunto delincuente como Matías Ezequiel Rodríguez, quien vivía en la zona y se había movilizado a bordo de una moto Honda negra sin patente.
En el lugar, los investigadores secuestraron un arma calibre .32 mm que era del ladrón y también secuestraron cinco teléfonos celulares que el adolescente tenía en su poder. Se investigan si esos dispositivos también habían sido robados.
En tanto, la policía entregó su arma a la fiscalía 8 de Lomas de Zamora, a cargo de Jorge Grieco, para que sea peritada.
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