Matías Ezequiel Montín, el joven de 20 años que sufrió una fractura de cráneo tras ser atacado a botellazos en el boliche Ananá de Mar del Plata, habló por primera vez de manera pública tras el cobarde ataque que sufrió la semana pasada. Aseguró en un video grabado desde su cama en el Hospital Privado de la Comunidad en el que permanece internado que se encuentra “bien, casi con un ojo menos”. Además, dijo que lo que le ocurrió “fue tremendo, justo a un año del ataque que le costó la vida a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell” y afirmó: “Casi me sucede lo mismo a mí”.
Montín cuestionó además la excarcelación de Gabriel Alejandro Galvano (23) y Andrés Guillermo Bracamonte (21), hijo del jefe de la barra de Rosario Central Andrés “Pillín” Bracamonte, imputados por el ataque. ”Me parece medio injusto que yo esté acá luchando por salir adelante y que los chicos que ocasionaron esto estén en su pileta gozando de la vida”, señaló, en referencia a los dos acusados que fueron liberados el domingo por decisión del juez de garantías del caso, Daniel de Marco, tras una solicitud en ese sentido del defensor de ambos, Sergio Fernández.
Bracamonte hijo -que fue investigado en la causa en la causa por lavado de activos en donde su padre fue detenido y luego liberado bajo una caución de tres millones de pesos- y Galvano, relacionado a una familia ligada al negocio del transporte, propietaria del BMW M2 en donde ambos jóvenes intentaron fugarse a Rosario, fueron capturados por la Policía Bonaerense y pasaron varios días detenidos en el penal de Batán. Un tercer imputado, Matías Belloso, jugador de Arsenal de Sarandí, también se encuentra excarcelado tras presentarse el viernes pasado por su cuenta.
La decisión, en la que no intervino la fiscal del caso, Andrea Gómez, se basó en que ambos jóvenes tenían arraigo en la ciudad santafesina y que un punto medio de la pena -el delito de lesiones graves es penado con uno a seis años de cárcel- implica una posibilidad de excarcelación, explicaron fuentes en los tribunales marplatenses a Infobae.
Mientras tanto, Gómez continúa con su investigación para esclarecer finalmente el hecho y elevar el expediente a juicio. Los nuevos detalles de la causa son reveladores.
Montín, consciente a lo largo de su internación, declaró el viernes pasado en la causa: relató cómo se juntó con sus amigos para asistir a la disco y cómo sucedieron los hechos. Aseguró que perdió la consciencia en el momento en que recibió los botellazos. Galvano mismo reconoció haber golpeado con una botella de champagne a Matías, en un supuesto intento de defensa.
Por lo pronto, no hay registros de cámaras de seguridad del hecho o filmaciones de celular de la golpiza, a pesar de que personal de seguridad de Ananá declaró que había 500 personas en el bar y 100 en el VIP esa noche. Muchos testigos ni siquiera se percataron de ella. Nadie la registró con su smartphone. Personal responsable de Ananá aseguró que las cámaras no apuntaban al lugar. Sin embargo, Gómez no cree particularmente en esta versión: en su inspección del boliche encontró unidades de filmación que no podían verse a simple vista.
Así, Gómez ordenó secuestrar y peritar el equipo DVR del boliche para descartar o no la posibilidad de un video de la golpiza.
El relato de la pelea, un hecho fugaz, todavía es confuso. Un entredicho en el baño de la discoteca entre los acusados, Montín y sus amigos parece ser el eje del conflicto. La causa de la pelea se desconocía. Fernando Báez Sosa, según la causa que investiga su muerte, fue golpeado hasta la muerte en Villa Gesell por un trago volcado en una camisa. Hoy, nuevos relatos que forman parte de la causa de lo ocurrido en Mar del Plata indican qué inició el conflicto: un entredicho por una mujer.
Al ser detenidos en la ruta 9 a la altura de San Nicolás, Bracamonte y Galvano viajaban con una joven de 22 años llamada Sofía, con la que habían pasado sus vacaciones en Mar del Plata. El entredicho, precisamente, fue por Sofía, que no se encuentra imputada en el expediente. Al parecer, no habría existido ningún comentario sexista, nada especialmente dirigido a la joven. Fue todo una confusión. “¿De qué te reís?”, le habrían dicho a la víctima.
Según la investigación del caso, a cargo de la fiscal Andrea Gómez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 4, los tres acusados atacaron al joven a botellazos en la cabeza, lo que le produjo una fractura de cráneo, un hematoma cerebral, lesiones en el rostro y en la boca, por lo que debió ser internado en terapia intensiva en el HPC marplatense.
Tras más de 48 horas en la unidad de cuidados críticos, la víctima fue derivada el último jueves a una habitación común, debido a su evolución, y permanecerá hospitalizada en observación algunos días más, según informó a Télam su padre, Carlos Montín.
Con información de Federico Fahsbender
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