Santiago del Estero y Tucumán: dos brutales femicidios de jóvenes madres seguidos de suicidio

Ocurrieron este fin de semana en las ciudades de Bella Vista e Icaño. Uno de ellos fue cometido por su ex suegro para vengar la muerte de su hijo; el otro, por la pareja de una mujer delante de sus niños. Ambos sospechosos se quitaron la vida minutos después de los ataques

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Rocío Macarena Quesada.
Rocío Macarena Quesada.

En Tucumán, Roberto Rojas estaba convencido de que Rocío Macarena Quesada era la culpable de la muerte de su hijo, quien falleció en un accidente cuando conducía su moto en estado de ebriedad. Es que a raíz de la conflictiva separación que estaban atravesando, el joven le habría contado a su papá que su ex pareja no le permitía ver a sus hijos y cayó en una profunda depresión.

Enajenado por la postura que había adoptado Rocío, el hombre decidió saldar la muerte de su hijo y planeó el asesinato de la joven madre, de 28 años, que se produjo el sábado por la noche.

El ataque se produjo el domingo por la noche en la calle Atilio Santillán al 100 en la ciudad de Bella Vista, ubicada a unos 40 kilómetros al sur de la capital de Tucumán, cuando Rocío estaba atendiendo en su peluquería, según informó Télam.

Fuentes judiciales indicaron que el agresor esperó en la puerta del negocio hasta que una clienta se presentó en el lugar y se las ingenió para entrar detrás de ella con una pistola en la mano y asesinarla a quemarropa. Los proyectiles impactaron en la cabeza de la joven, que fue trasladada de urgencia al hospital de Bella Vista, donde ingresó sin vida, de acuerdo al parte médico.

En tanto, el hombre se suicidó con el mismo arma dentro del local, informó el Ministerio Público Fiscal (MPF).

Según las primeras investigaciones, Rojas responsabilizaba a Quesada por la muerte de su hijo, ocurrida hace tiempo atrás al chocar su moto contra un paredón cuando conducía borracho.

“Es un hecho aberrante que judicialmente está resuelto, en razón de que se extingue la acción penal por la muerte del autor del mismo”, explicó Carlos Berarducci, de la Unidad Fiscal de Homicidios I.

El femicidio ocurrido en Tucumán se suma otro reciente que tuvo lugar en Santiago del Estero, donde una joven de 23 años fue asesinada golpes en la cabeza en una vivienda en la que estaba junto a dos de sus tres hijos en la localidad de Icaño. Su pareja murió embestida por un camión en la ruta nacional 34: se investiga un femicidio seguido de suicidio. El arma empleada fue un cortafierro.

Rosa Montenegro.
Rosa Montenegro.

El hecho ocurrió pasadas las 6.15 de la mañana, cuando personal policial tomó conocimiento de que María Belén Montenegro se encontraba herida en un domicilio del barrio Las Palmeras de la localidad del departamento santiagueño de Avellaneda, ubicada a unos 177 kilómetros de la capital provincial.

Cuando un patrullero se hizo presente en el lugar, los efectivos observaron que se encontraba recostada en una habitación y presentaba heridas en su cabeza, con manchas de sangre.

Por este motivo, Montenegro fue derivada de urgencia al hospital zonal de Añatuya, pero ante la gravedad de las lesiones falleció durante el trayecto.

Horas después, los investigadores supieron a través de un transportista tucumano que cuando conducía su camión marca Scania por la ruta nacional 34, al llegar a la altura de la localidad de Icaño “observó que desde la oscuridad en forma imprevista salió una persona de sexo masculino y se arrojó al pavimento delante de su camión, por lo cual no pudo evitar la colisión con el mismo”, detalló una fuente policial.

Al llegar al lugar mencionado por el chofer, los policías observaron el cuerpo de un hombre, aparentemente muerto tendido en la ruta, a quien identificaron como Raúl Alberto Rodríguez, concubino de la joven asesinada.

“Hay una distancia de 600 metros aproximadamente entre la casa de Rodríguez y el lugar del accidente en Ruta 34”, indicaron fuentes policiales.

La fiscal que interviene en la causa, Paola Sobrero, además de pedir las pericias correspondientes y la autopsia de los cuerpos, ya comenzó a entrevistar a los familiares de la víctima. Aseguró que “ellos comentan que la pareja tenía discusiones años atrás”, pero que en este último tiempo no conocían que había problemas entre ellos.

Hasta el momento no hay antecedentes de denuncias por violencia de género, pero aún continúa la investigación en este sentido.

“Eran concubinos y vivían juntos, fruto de esa relación eran padres de tres niños, una nena de 9 años y niños de 6 y 3 años, éstos últimos estuvieron presentes cuando su madre fue golpeada, mientras que la mayor estaba en la casa de sus abuelos”, detallaron fuentes judiciales.

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