En la madrugada del martes pasado, a las 3.15, un vecino de la localidad bonaerense de Sarandí, en el partido de Avellaneda, se comunicó con el servicio de emergencias 911 para denunciar disturbios que provenían desde una fábrica abandonada ubicada en la esquina de Emilio Zola y General Hornos. Un patrullero se acercó poco después y al ingresar, los policías se encontraron a un hombre tendido en el suelo, envuelto en sangre y visiblemente golpeado en la cabeza.
En el lugar también estaban otro hombre y su pareja, identificados como Lázaro Oscar Díaz (29) y Carla Victoria Orellana (26), quienes también presentaban manchas hemáticas en su cuerpo.
Lo que sucedió se supo luego: Díaz había asesinado a golpes a la víctima tras haberlo descubierto manteniendo relaciones sexuales con Orellana. Así lo contaron ellos mismos a los efectivos.
Según informaron fuentes policiales, ambos dijeron que el conflicto se originó cuando Díaz llegó a la fábrica donde convive con Orellana y se topó la situación íntima entre ella y la víctima, al que se refirieron con el nombre César (aún no fue identificado). Esta declaración es de todos modos extraoficial y deberá ser ratificada ante la Justicia.
Lo concreto es que César padeció un fuerte traumatismo de cráneo producto de un ataque con un objeto contundente, que sería un fierro que se halló en el lugar. Una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) llegó minutos de la alerta al 911 y constató que la víctima ya se encontraba sin vida.
Por el caso se inició una investigación en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Avellaneda, a cargo del fiscal Elbio Laborde, quien tras evaluar la escena del asesinato y recabar testimonios, resolvió disponer el arresto Díaz y también de Orellana, ya que sospecha que ella habría sido cómplice en el crimen. La causa está caratulada como homicidio simple.
Los detenidos fueron trasladados a una celda de la Comisaría Cuarta de Avellaneda. El cadáver de la víctima, por su parte, fue enviado a la Morgue Judicial de Lomas de Zamora donde le practicarán la autopsia de rigor.
A mediados de noviembre pasado, en la provincia de Mendoza sucedió un homicidio que se inició por características similares. El hecho ocurrió en un domicilio del barrio El Encuentro, en el distrito de Perdriel, Luján de Cuyo. Allí, un hombre llamado José Antonio Segundo, de 33 años, fue detenido después de asesinar a puñaladas a su amigo Darío Rodríguez, después de haberlo encontrado en una situación íntima junto a su pareja.
Segundo también agredió a su esposa, Marta Heredia, de 29, quien debió ser hospitalizada con una herida cortante en el cuello.
Vecinos relataron que durante la mañana de aquel 16 de noviembre, se desató una discusión muy violenta dentro de la casa. Fue tal la tensión que algunos aseguraron escuchar las recriminaciones y amenazas de Segundo contra los dos amantes. Cuando llegó la Policía provincial al lugar, ya se encontraba muerto. Rodríguez ya se encontraba sin vida, producto de puntadas y cortes en el cuello y en el abdomen.
Segundo fue detenido cuando intentaba fugarse con su hija en brazos. Quedó imputado por los delitos de homicidio simple y tentativa de femicidio agravado por el vínculo.
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