El 31 de diciembre pasado al mediodía, un llamado al 911 alertó que el cadáver de una mujer yacía al costado de la autopista Ezeiza-Cañuelas. Los efectivos de la Policía Bonaerense se dispusieron a revisar el lugar. Los interrogantes crecían: seis días antes en Navidad, a exactos seis kilómetros del lugar del nuevo hallazgo, se había encontrado otra mujer sin vida al costado de la misma ruta. En el último día del año, un oficial encontró algo llamativo entre las ropas de la víctima, una carta de un preso dirigida a sus seres queridos que estaba firmada con nombre y apellido. Sin embargo, los investigadores luego comprobaron que la mujer asesinada no conocía al detenido ni a su familia. Luego, descubrieron otra coincidencia llamativa: el hijastro de la primera víctima encontrada en Navidad es el subcomisario de la seccional donde está detenido el preso que escribió el mensaje.
Esto, sin embargo, es apenas la superficie de un caso que desafía a la Justicia de Lomas de Zamora, la chance de un posible asesino serial suelto, o de una venganza macabra, un femicidio motivado por el odio a las mujeres o un intento de silencio criminal. ¿Están los dos hechos conectados entre sí?
“Ambas víctimas fueron encontradas en basurales al costado de la autopista y las dos estaban sin documentos por lo que no se las pudo identificar rápidamente. Creemos que no se las mató ahí, sino que fueron los lugares elegidos para el descarte de los cuerpos. Otra coincidencia es que no presentaban lesiones visibles que pudieran dar un indicio de cómo habían sido asesinada. Recién después del resultado preliminar de la autopsia se pudo determinar que la muerte habría sido por asfixia en ambos casos”, explica una fuente de la investigación, a cargo de la UFI N°3 de Lomas de Zamora.
Los dos cadáveres de las mujeres ingresaron como NN a la morgue; recién fueron reconocidos por sus familiares entre el 4 y 5 de enero. La mujer encontrada el día de Navidad se llamaba María Emilia Barrios, de 40 años y la segunda Analía del Rosario Martínez, de 26.
Ya con las identidades confirmadas la fiscal María González comenzó a hacerse varias preguntas: ¿Se conocían entre las víctimas? ¿Se trata del mismo asesino? ¿Cómo apareció la carta de un preso en el bolsillo de una de las víctimas si no lo conocía ni a él ni a su familia?
Lo primero que se determinó es que la víctima del 25, María Emilia Barrios, estaba en pareja con un hombre llamado A.D. de 73 años que realizaba trabajos de pintura y mantenimiento en el destacamento “Nuestras Malvinas” de Esteban Echeverría y que además es el padre del subcomisario y titular del lugar.
Luego se determinó que la carta encontrada en el cuerpo de Analía del Rosario ese 31 de diciembre está redactada y firmada por un hombre llamado M.F.C que está detenido por robo justamente en el destacamento “Nuestras Malvinas”. Rápidamente la fiscal ordenó que se le tome declaración al detenido y a los efectivos que debían custodiarlo. Nadie sabía nada.
M.F.C reconoció haber escrito la carta pero aseguro que no tenía idea cómo había llegado al bolsillo de una mujer asesinada. Ratificó que no la conocía. Dijo que esa carta, en la que saludaba a su cuñada, hermano y sobrinas, se la había entregado en mano a sus familiares cuando estos le fueron a llevar comida y cigarrillos. Con el mismo grado de incredulidad declararon los efectivos de la seccional. Señalaron que nunca habían visto entrar a Analía a la comisaría ni la conocían.
Demasiadas dudas y sospechas sobre esa comisaría de Esteban Echeverría hicieron que la Justicia tomará la determinación de apartar a la Bonaerense del caso y designar a Gendarmería para que investigue.
En dialogo con Infobae las familias de las dos víctimas hacen una aclaración fundamental: las dos mujeres se conocerían. “Un amigo de mi mamá nos dijo que las dos se conocían. Ella era de salir mucho y la conocía a Analía de El Zaizar, como le decimos al barrio 9 de Abril en Transradio. Las dos vivían cerca y tenían una relación, no sabemos si de amistad pero se conocían seguro”, explica Belén, la hija de María Emilia.
“El 24 de diciembre yo la pase con mi mamá, su pareja A.D y sus hijos. Después de las 12 ella se fue sola y no la volvimos a ver. Era común que desapareciera. El 4, cuando leímos que había aparecido una mujer muerta y la ropa coincidía, ahí fuimos a la comisaría”, continua Belén.
Con respecto a la investigación, en los últimos días Gendarmería Nacional realizó varios allanamientos relacionados a la pista del destacamento “Nuestras Malvinas”: no se encontraron rastros.
“Estamos investigando todas las hipótesis pero la carta del preso es una prueba fundamental. Más allá de los indicios e hipótesis estamos buscando elementos contundentes para unir las piezas del rompecabezas que son las muertes, los lugares elegidos para descartar el cuerpo, la carta y el destacamento policial. De qué manera esta todo eso unido o no es lo que estamos determinando”, explican desde los tribunales de Lomas de Zamora.
Con respecto a la autopsia, un resultado preliminar señala el estrangulamiento como posible método de asesinato aunque aún faltan los resultados de las pericias complementarias para saber si ingirieron algo antes de morir y también para determinar si había rastros de semen en los cuerpos.
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