Ciudad oculta: amenazas, golpes y hasta disparos en una pelea por el servicio de cable y de Internet

Sucedió en el barrio 15. Todo quedó registro por cámaras de seguridad

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Pelea en Ciudad Oculta

La secuencia dura apenas unos segundos y el nivel de violencia escala a pasos agigantados. Hacia la derecha, un grupo de seis personas aguarda en la puerta de su domicilio. Mientras uno de ellos señala hacia el frente, en señal de advertencia, el resto empieza a juntar piedras del suelo. De pronto irrumpen en la escena un grupo de hombres (vecinos del barrio) y la situación de desmadra.

Vuelan trompadas, vuelan piedras, palos, arena y botellas de vidrio. Hay empujones, patadas y varios disparos.

El hecho sucedió el pasado viernes 15 de enero en Ciudad Oculta. A las 10.15 AM. En el lugar, debido a una denuncia realizada el día anterior por una vecina, había personal de la Unidad de Prevención Barrial (UPB) de la Villa 15. Los efectivos tuvieron que solicitar refuerzos porque también fueron atacados.

Según trascendió, la pelea se originó luego de que regresara al barrio un vecino que había estado privado de la libertad. Tras su vuelta, el hombre quiso quedarse con el negocio de la familia Nievas que, actualmente, presta servicio de televisión y cable para los 30 mil habitantes que hay en el barrio. A raíz de esto, los Nievas pusieron cámaras de seguridad, gracias a la cual quedó registrada toda la secuencia.

La pelea se originó luego de que regresara al barrio un vecino que había estado privado de la libertad. Tras su vuelta, el hombre quiso quedarse con el negocio de la familia Nievas que, actualmente, presta servicio de televisión y cable para los 30 mil habitantes que hay en el barrio.
La pelea se originó luego de que regresara al barrio un vecino que había estado privado de la libertad. Tras su vuelta, el hombre quiso quedarse con el negocio de la familia Nievas que, actualmente, presta servicio de televisión y cable para los 30 mil habitantes que hay en el barrio.

De acuerdo con Laura Nievas, el día anterior ella y su familia fueron agredidos por estos vecinos. Me arrancaron una cámara de seguridad a la 1 de la mañana. Tuve que llamara al 911 y vino la policía barrial, que se quedó cuidando el lugar. Desde el 24 de diciembre que vivo encerrada y a oscuras para que no se den cuenta de que estamos adentro”, apuntó la mujer en diálogo con el canal C5N.

Tenemos miedo de que nos maten. No solo quieren quedarse con nuestro trabajo sino con nuestra casa. Están a acostumbrados a usurpar lugares. Ya lo hicieron varias veces”, agregó Laura.

Fuentes policiales confirmaron a Infobae que, tras el incidente no se reportaron personas detenidas ni lesionadas. Tampoco se registraron daños en los vehículos que rodeaban el lugar.

“Tenemos miedo de que nos maten. No solo quieren quedarse con nuestro trabajo sino con nuestra casa. Están a acostumbrados a usurpar lugares. Ya lo hicieron varias veces”, denunció una de las vecinas agredidas.
“Tenemos miedo de que nos maten. No solo quieren quedarse con nuestro trabajo sino con nuestra casa. Están a acostumbrados a usurpar lugares. Ya lo hicieron varias veces”, denunció una de las vecinas agredidas.

Ese mismo viernes, pero en González Catán, asesinaron al dueño de una gomería. Según indicaron fuentes judiciales a este medio, el crimen ocurrió cerca de las 20, cuando tres hombres con guantes, gorros, camperas deportivas y barbijos ingresaron en el comercio ubicado en la Ruta Nacional 3 al 15.500. El local era atendido por su dueño, Jorge Benítez Vergara (52), de nacionalidad paraguaya.

Una vez adentro, los sospechosos desenfundaron sus pistolas y obligaron a la clientela y a los empleados a tirarse en el piso mientras le dijeron a Vergara: “¡Te vendieron, paraguayo, te vendieron, danos la guita!”. En ese momento comenzaron a revisar el comercio. Forcejaron con la víctima y de un momento a otro, uno de los hombres le disparó: Vergara cayó en el acto, malherido de un tiro en el abdomen.

Luego, los delincuentes salieron del local del mismo modo en que entraron: caminando. Sin embargo, afuera los esperaba un cómplice a bordo de un Fiat Way color negro, listo para escapar. Se subieron y huyeron a toda velocidad. Los testigos de inmediato dieron aviso al 911 y Vergara fue trasladado de urgencia al Hospital Simplemente Evita de González Catán. Allí la víctima fue intervenida quirúrgicamente luego de ser reanimada por sufrir un paro cardiorrespiratorio, pero finalmente murió a causa de la gravedad de las heridas.

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