La causa en la que se investiga a un hombre acusado de haber matado a golpes a su madre en agosto pasado en el barrio porteño de Villa Urquiza fue elevada a juicio oral y al sospechoso se le imputó el delito de “femicidio”.
De esta manera, Luciano Federico Delicavo se encuentra procesado y detenido por el crimen de su madre Alicia Mabel Amore, cometido el 28 de agosto último a las 22, en el departamento situado en Cullen 5334 PB “C”.
El hecho se descubrió cuando un policía que recorría la zona fue advertido por un vecino de la víctima que le manifestó que había escuchado gritos de auxilio; al acercarse al edificio, observó al final del pasillo manchas de sangre en el suelo y a una mujer tendida en un colchón con su rostro y manos ensangrentados, con un corte en la frente y en estado de shock.
La víctima le alcanzó a contar al policía que su hijo la había golpeado con puños y patadas por todo el cuerpo, por lo que el efectivo llamó al Servicio de Atención Médica de Emergencias que luego la trasladó al hospital Pirovano.
Entre tanto, otra vecina contó que escuchó golpes y gritos de Delicavo, quien ese día había llegado “muy alterado, le pedía plata a la madre y discutieron”, hasta que alrededor de las 21.30 comenzó una pelea, y Luciano le decía que se fuera de la casa porque si no la iba a golpear; posteriormente, escuchó portazos y puñetazos.
Un testigo que llamó al 911 ante el temor de que el hombre matara a la mujer relató que la víctima le “pedía a gritos que no le pegara más”. Otro vecino, recordó que vio a Amore “arrodillada delante de la moto” que él guardaba en el lugar, de espaldas, y cuando se acercó a ella, le susurró al oído que ya había llamado a la policía, pero ella no le respondió.
Como consecuencia del ataque, la mujer sufrió un shock hipovolémico, por lo cual recibió asistencia respiratoria mecánica, y sufrió un neumotórax hasta que el 1 de septiembre finalmente falleció.
En la autopsia se concluyó que la causa de la muerte fue producto de politraumatismos y de una ruptura hepática, pero presentaba múltiples lesiones contusas caracterizadas por excoriaciones, equimosis y heridas cortantes, en diferente etapa evolutiva: algunas databan de 21 días, lo que prueba que el hijo maltrataba a su madre desde antes.
Además a la mujer también le encontraron graves golpes en el cráneo y lesiones cortantes en los dígitos de ambas manos, producto de arma blanca, señal de que se defendió.
“La conducta reprochada y su trágico desenlace tuvieron lugar en un contexto de violencia de género de larga data según informaron los vecinos, quienes en numerosas ocasiones escucharon agresiones físicas y verbales del imputado hacia su madre”, destacó la fiscal Mónica Cuñarro al pedir la elevación a juicio del expediente.
Y subrayó: “La víctima venía siendo objeto de maltratos por parte de su hijo, quien, según los testimonios recabados, no era la primera vez que ejercía violencia física contra su madre, ya que varios testigos fueron contestes en afirmar que con asiduidad se escuchaban peleas, gritos, golpes y pedidos de auxilio por parte de Amore, con quien vivía y más de una vez dieron aviso a la policía”.
La fiscal lo acusó de “homicidio doblemente agravado por tratarse de la muerte de su ascendiente y femicidio”, figura que habitualmente se aplica en crímenes contra parejas o en el marco de ataques sexuales que terminan en muerte.
También está imputado por “desobediencia a la autoridad”, ya que tras el ataque contra su madre se había ordenado su exclusión del lugar pero igualmente se acercó, momento en el que quedó detenido y luego fue acusado del crimen.
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