Los últimos seis días en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, estuvieron marcados por la violencia armada: cuatro hombres fueron asesinados a balazos -dos de ellos con disparos en la cabeza- en medio de presuntos conflictos, tres el jueves 7 de este mes y otro anoche. La víctima ingresó al hospital Piñero con una bala en el cráneo, luego de que un conductor a bordo de un Renault lo llevara para dejarlo ahí y luego retirarse sin dar su nombre. Además, otro hombre recibió múltiple heridas en el abdomen.
Según confirmaron a Infobae fuentes de distintas fuerzas de seguridad que recorren las calles del barrio y sus alrededores, el primero de los violentos episodios ocurrió el jueves pasado a las 13:30, en la intersección de la avenida Riestra y la avenida Coronel Esteban Bonorino, donde dos grupos de habitantes del asentamiento comenzaron a enfrentarse a los tiros por motivos que aún son investigados por la Justicia.
Fuentes policiales señalaron cuando los efectivos de la Gendarmería Nacional se desplazaron hasta la esquina de la pelea se encontraron con cuatro hombres heridos de bala que portaban armas de fuego, algunos seriamente lastimados y con un pronóstico nada alentador. Inmediatamente fueron llevados hasta el Hospital Piñero, donde a pesar del esfuerzo de los médicos, tres de ellos perdieron la vida.
Según las fuentes consultadas por Infobae, los primeros en morir fueron un hombre de nacionalidad peruana y otro oriundo de Bolivia, un comerciante del barrio sin antecedentes. “La ligó de rebote, aparentemente”, asegura un investigador. El tercero, baleado en el cráneo, falleció poco después. El cuatro, en tanto, pese a ser herido varias veces, logró sobrevivir y aún está internado.
Por lo pronto, la Justicia desconoce las causas de la balacera: al menos uno de los fallecidos tiene antecedentes por violación a la ley de drogas, pero el negocio del narcotráfico que marcó a la zona durante décadas todavía no es una hipótesis. “Los vecinos se niegan a aportar información al respecto”, comentó otro investigador.
Ayer por la noche, cinco días después, se registró otro violento ataque con un dato no menor; ocurrió en la misma esquina donde los otros cuatro vecinos se habían enfrentado el jueves pasado.
De acuerdo con fuentes policiales, ayer por la noche ingresó también al hospital Piñero un hombre de unos 30 años, con domicilio en el barrio Rivadavia dentro del asentamiento, con una herida de arma de fuego. Al parecer, el joven llegó al centro médico en un auto Renault 11 de color gris, cuyo conductor se retiró sin aportar datos. Dejó al hombre agonizante y escapó.
El médico que atendió al herido señaló que la víctima presentaba un disparo en la región occipital izquierda sin orificio de salida, con una aparente muerte cerebral. Es decir, le dispararon en la parte trasera del cráneo.
A las pocas horas se hizo presente en el hospital la prima de la víctima, quien reveló que el violento ataque ocurrió en la intersección de Riestra y Bonorino y que había sido un vecino quien le informó sobre el hecho. La mujer no aportó más datos y las autoridades no aclararon si la agresión se dio en el marco de otra pelea entre vecinos o si está relacionada con el episodio ocurrido cinco días atrás.
Finalmente, el joven de 30 años falleció en el hospital. La causa recayó en la fiscalía Criminal y Correccional N°54, a cargo de la fiscal Laura Belloqui, quien dispuso darle intervención a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.
Por lo pronto, la violencia entre individuos que signó a la Argentina pandémica parece ser una posible marca. En agosto pasado, un hombre de 36 años fue asesinado de seis balazos en el asentamiento. Tras el crimen, amigos y conocidos de la víctima atacaron con piedras y botellas la casa de un sospechoso y se enfrentaron con la policía, informaron desde el Ministerio de Seguridad de la Nación. Las imágenes del ataque se viralizaron en las redes, una venganza fuera del registro de los crímenes narco.
El crimen en la Manzana 7 en la parcela 9 Edificio 4, cuando Cristian Alberto Villa fue atacado a balazos. Fuentes policiales informaron que personal de la Comisaría Vecinal 7A se encontraba recorriendo la zona y escuchó varias detonaciones de arma de fuego, por lo que se dirigió al lugar.
Al llegar, los efectivos observaron un tumulto alrededor de la víctima que estaba tendida en el suelo con heridas de bala y fue derivado al Hospital Piñero. Una vez en el centro salud, se confirmó su muerte.
Con información de Miguel Prieto Toledo y Federico Fahsbender
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