La Justicia de San Isidro dictó finalmente la prisión preventiva para Fabián Tablado, el femicida que en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló, por violar dos restricciones perimetrales: una que tenía con el padre de la víctima y la otra con sus hijas mellizas.
Dicha medida fue tomada por el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, a pedido del fiscal de Rincón de Milberg, Sebastián Fitipaldi. Ocurrió luego de que Edgardo Aló denunciara que el 19 de octubre último Tablado pasó caminando junto a sus hijas mellizas por el puente Sacriste, a 150 metros de su lugar de su lugar de trabajo, en la Dirección Nacional de Migraciones de Tigre.
El padre de de Carolina Aló le dijo a Télam: “Estamos a la espera de que el fiscal pida fecha para el juicio oral y público. Ya me dijo que no a va aceptar ningún juicio abreviado. Vamos a pedir el máximo, que es un año de prisión por los antecedentes peligrosos”.
A su vez, aseguró estar “conforme” con las actuaciones de los fiscales Fitipaldi y Diego Callegari, a cargo de la fiscalía de Violencia de Género, quienes “actuaron con mucha celeridad” tras la denuncia. Sostuvo que “ahora está preso y esperemos que por lo menos un año no pueda salir”.
Por otra parte, María Esther Gallardo, madre de Tablado, afirmó que la detención “es un castigo” para su hijo porque “él no hizo nada”. “Es diabólico lo que quieren hacer con él, se están abusando. Mi hijo no hizo nada. Tenía la restricción vencida”, señaló la mujer, en referencia a la tobillera electrónica que debía utilizar Tablado para controlar que no se acercara a Aló ni tampoco a las hijas que tuvo con su ex mujer Roxana Villarejo.
Fabián Tablado se encuentra detenido desde el 16 de diciembre pasado en la comisaría de General Pacheco, pero ahora, tras el fallo, será trasladado a una unidad penitenciaria.
El femicida volvió a estar tras las rejas luego de que una cámara del Centro de Operaciones de Tigre registrara su paso, junto a sus hijas, por el puente Sacriste. En las imágenes de las cámaras se ve a Tablado con barbijo, lentes oscuros, bermuda y una remera azul, cruzando el puente y caminando junto a dos niñas rumbo a la heladería “Daniel”, ubicada sobre avenida Del Libertador al 100 de Tigre.
La perimetral que violó había sido dictada por la jueza de Familia 2 de Tigre, Silvia Sendra, el 6 de marzo pasado, a una semana de que el ex convicto recuperara su libertad del penal de Campana, luego de pasar casi 24 años preso por el crimen de Carolina.
La jueza le impuso a Tablado la prohibición de acercarse a menos de 500 metros del domicilio y del lugar laboral de Aló, aún en su ausencia.
Asimismo, tenía otra perimetral -la que lo obligaba a usar una tobillera electrónica- impuesta por la misma jueza de familia. Era para que no se acerque a menos de 300 metros de Villarejo, con quien se casó en la cárcel en 2007, luego se separó y amenazó de muerte, en un hecho que le valió una segunda condena; la restricción también incluía a su hijas.
Fue por ello que cuando el femicida fue indagado, el fiscal de Violencia de Género de Tigre, Callegari, le imputó no sólo la desobediencia por incumplir la perimetral con Aló, sino también la de sus hijas.
En aquella indagatoria, Tablado se defendió diciendo que sólo le habían notificado los domicilios particulares de Aló y sus parientes, pero que desconocía cuál era el laboral de su ex suegro. Dijo que tiene “una excelente relación con la madre de las nenas” y que, ese 19 de octubre, el encuentro con sus hijas se dio de común acuerdo con su ex mujer y con la supervisión de su suegra.
Cabe recordar que el crimen de Carolina Aló, uno de los casos más resonantes de la historia criminal argentina, ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, en la calle Albarellos 348 de Tigre.
Allí, luego de tener relaciones sexuales y discutir por celos, Tablado, por entonces de 20 años, persiguió a su novia por varios ambientes de la casa y la mató de 113 puñaladas.
En 1998, fue condenado a 24 años de prisión por “homicidio simple” pero en 2013 sumó la segunda condena por amenazar a su ex mujer y su ex suegra. Se le unificó una pena única de 26 años y seis meses, que debía agotarse a fines de 2022.
Sin embargo, por el beneficio de la derogada Ley del “2x1” y los cursos que hizo en prisión como “estímulo educativo”, el cómputo de la condena se le redujo; la pena se le dio por concluida el 28 de febrero, cuando abandonó la Unidad 21 de Campana y se fue a vivir a la misma casa de Tigre donde hace 24 años cometió el femicidio de las 113 puñaladas.
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