El martes 5 de enero, un grupo de desconocidos intentó ingresar a la fuerza a un vacunatorio de San Miguel del Monte en el partido bonaerense homónimo, a poco más de cien kilómetros de la Capital que guarda dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus, ubicado en el Club de Día El Pehuén, un lugar destinado al esparcimiento de adultos mayores.
La puerta fue violentada y abierta. Sin embargo, no se encontraron faltantes de dosis porque las vacunas habían sido movidas en días previos.
El hecho, informado por el Ministerio de Salud de la Provincia, fue denunciado en la Estación de Policía Comunal de ese municipio, y por fortuna no se registraron faltantes de ninguna vacuna. El lugar no posee cámaras de seguridad y no hay testigos presenciales de los hechos.
El director ejecutivo del Hospital Zenón Videla Dorna, Nicolás Jurao, ubicado a una cuadra del lugar, detalló que tras el episodio se pidió la custodia de las vacunas de calendario hasta que las puedan retirar y trasladarlas al hospital y aclaró que “las vacunas Sputnik no estaban en ese lugar, pero nadie sabía que nosotros las teníamos guardadas en otro sitio; porque justamente por precaución tomamos esa decisión a principios de esta semana”.
El hecho fue descubierto a las 19.15 horas de ese día por una empleada del vacunatorio, donde actualmente se aplican todas las vacunas de calendario. Al llegar al lugar, la mujer descubrió que la puerta de salida de emergencia lateral estaba abierta y observó como si “la hubieran barreteado para ingresar”, tal como aseguró en su denuncia ante la Policía. La puerta no posee cerradura, aunque posee un pasador interno.
Si bien no encontraron nada alterado adentro del establecimiento, resultó sospechoso que hayan forzado su ingreso ya no que no hay elementos de valor, más que una heladera con vacuna. El incidente, altamente preocupante, plantea una posibilidad hipotética largamente discutida en las últimas semanas entre conocedores del hampa local: la creación de un mercado negro de la Sputnik V basado en el robo o la falsificación, una jugada delictiva de alto peligro.
El hecho se suma al descarte de 400 vacunas en Olavarría ocurrido esta semana por una aparente falla en la cadena de frío, investigado por la Justicia. El gobierno de Axel Kicillof sostuvo que “hay cierta posibilidad de que haya sido un sabotaje”. Sin embargo, para el municipio que lidera el radical Ezequiel Galli la destrucción intencional es solo una de las posibilidades, mientras que desde el sindicato de empleados municipales del distrito acusaron a la administración provincial de una supuesta impericia.
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