Hace tres días que, en una casa de la localidad de Temperley, el teléfono suena sin parar y del otro lado sólo se escuchan insultos de vecinos enojados. Pero la indignación barrial no es para el hombre que atiende, que ya está cansado de aclararlo, sino contra el inquilino anterior: se trata de Federico Nicolás Ríos, un joven de 27 años que el fin de semana atropelló con su auto y mató a Elena Alonso, una mujer de 91 que salía a hacer compras a una carnicería, y luego escapó. La dirección vinculada al número de línea todavía es su domicilio fiscal.
Pero Ríos no está demasiado lejos de ahí. Todavía vive en Temperley, del otro lado de las vías del tren Roca, a apenas 10 cuadras del cruce de Garibaldi y Boquerón, la esquina donde el sábado pasado cerca de las 10 de la mañana embistió a toda velocidad a su vecina, que fue trasladada de urgencia al Hospital Gandulfo y murió algunas horas más tarde a causa de un sangrado interno.
Ríos, a pesar de la acusación en su contra, sigue libre.
De acuerdo al testimonio de los vecinos que asistieron a Elena tras el choque, unos 20 minutos después de fugarse, el conductor del Volkswagen Gol Trend blanco que protagonizó el accidente volvió a pasar despacio por el lugar, donde ya había dos ambulancias y un patrullero.
En ese momento, uno de los testigos del hecho lo reconoció, otro logró tomar una foto de la patente y Ríos intentó huir una segunda vez mientras era perseguido por dos autos particulares. Algunos minutos después, efectivos de la Comisaría 3° de Lomas de Zamora lo encontraron en su casa: había estacionado su auto chocado a unos 30 metros de la puerta.
El estado del auto no provocó demasiadas dudas sobre la participación en el accidente: la secuencia quedó registrada en al menos una de las tres cámaras de seguridad de un supermercado y en las imágenes se puede ver claramente el momento en que la mujer llega a la esquina para cruzar la calle y es arrastrada varios metros por el vehículo, que luego fue secuestrado y quedó estacionado en la puerta de la dependencia policial.
“El auto todavía tiene los pelos de mi mamá enganchados en el parante, está todo golpeado”, explicó con crudeza Omar Albor, hijo de la víctima, que este lunes por la tarde encabezó junto a familiares, amigos y vecinos una manifestación en la esquina del accidente para pedir justicia, mayores medidas de seguridad vial en el municipio y la detención del conductor. Es que Ríos, a diferencia de su auto, no quedó demorado ni un día en la comisaría, adonde fue llevado para ser notificado del expediente en su contra a cargo de la UFI N° 10, que, según las fuentes consultadas, no dispuso su arresto.
Según informaron fuentes policiales, el joven –que inicialmente fue acusado de lesiones culposas, resistencia a la autoridad y abandono de persona– fue trasladado desde su casa hasta la dependencia policial durante la tarde del sábado pero no quedó formalmente detenido, sólo se le notificó de la causa y regresó a su casa de Temperley.
“La Justicia está fallando, no puede ser que a mi mamá la maten así y que este tipo hoy esté libre. Quiero saber cuáles son los principios elementales para dejarlo en libertad, qué tuvo en cuenta el fiscal para tomar esa decisión”, señaló Albor a Infobae, y aseguró que el domingo incluso le devolvieron el auto a Ríos.
El expediente quedó ahora en manos del fiscal Ricardo Silvestrini, que dispuso la realización de exámenes toxicológicos y psiquiátricos y peritajes sobre el auto. Infobae intentó contactar a la fiscalía a través de distintos medios para conocer la situación procesal de Ríos y las medidas dispuestas en la causa, pero no hubo respuesta.
Sin embargo, el extenso listado de infracciones del Gol Trend blanco de Ríos se actualizó hace algunas horas: el joven de 27 años –que es empleado del Ministerio de Salud desde 2014– acumula casi 50 mil pesos en multas entre la Ciudad y la provincia de Buenos Aires por exceso de velocidad, mal estacionamiento y circular en carriles prohibidos.
Ahora, a su deuda con el gobierno bonaerense se sumaron además este martes $15.772,50 de multa en un acta por conducir de manera negligente y no respetar los límites de velocidad con lugar y fecha del momento en que embistió a Elena Alonso.
Por esa notificación, que tiene fecha de vencimiento a mediados de febrero, la licencia de conducir de Ríos fue retenida y el joven deberá presentarse ante el Juzgado que interviene en la causa para conocer su situación. Mientras tanto, Ríos sigue libre.
“Nadie del Municipio ni de la UFI N° 10 se comunicó con nosotros, nadie. De los peritajes que se le hicieron al auto tampoco sabemos nada. Lo único que sabemos es que esta persona está en libertad y el auto ya se lo entregaron”, se quejó durante la manifestación Omar, el hijo de la mujer asesinada, que este martes, tres días después de la muerte de su madre, pasa el que probablemente será su peor cumpleaños.
“Ya está. El dolor me lo guardé para más adelante. Yo en este momento tengo bronca y lo único que quiero es que este asesino vaya preso. Quiero que la UFI N° 10 se ocupe”, reclamó ahora Omar en diálogo con este medio, y destaca que hubo más personas involucradas: “Nosotros sabemos por un testigo que iba con dos personas más en el auto, que después, antes de volver, las dejó no sabemos dónde”.
“No sabés lo que era”, la recordó su hijo. “No tomaba ni una aspirina a pesar de que tenía 91 años y era una persona increíblemente activa. Sé que no me la va a devolver nadie, pero sufrió muchísimo y no se merecía morir así. No quiero plata, no quiero nada, solo justicia”.
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