En pleno festejo de Año Nuevo, un gendarme mató a balazos a la actual pareja y al cuñado de su ex novia, tras atacarlos en la puerta de una vivienda del partido bonaerense de San Miguel.
El hecho se registró alrededor de las 11 de la mañana de este viernes en una vivienda ubicada sobre la calle Monseñor Blois al 2089, casi esquina Güemes, en jurisdicción del mencionado distrito del noroeste del conurbano.
Fuentes policiales informaron a la agencia Télam que todo comenzó cuando el acusado, identificado como el primer alférez Jorge Luis Ríos, de 34 años, quien desempeña sus tareas en la Unidad de Investigaciones Campo de Mayo, se presentó en la casa de su ex esposa, que es cabo de la misma fuerza y de la que estaba separado hacía un año.
La mujer de 31 años, que trabaja en la Agrupación Seguridad y Custodia del Edificio Centinela en el barrio porteño de Retiro, regresó de festejar el Año Nuevo junto a su actual pareja, también cabo de la Gendarmería, de 34 años y llamado Martín Ariel Salto, y su cuñado, Alexis Salto, de 27.
Además, con ellos regresó el hijo de ocho años que Ríos y su ex esposa tienen en común, tras lo cual el agresor sacó su arma reglamentaria y atacó a los dos hombres, quienes recibieron disparos en la cabeza y fallecieron casi en el acto. Tras el hecho, un llamado al 911 alertó sobre el doble crimen.
Efectivos de la comisaría 1ª de San Miguel arribaron al lugar de inmediato y aprehendieron a Ríos, a quien le secuestraron una pistola Pietro Beretta calibre 9 milímetros, que sería la que utilizó para cometer los asesinatos
Los investigadores establecieron que no había denuncias previas por violencia de género contra el acusado, pero sí hubo amenazas de su parte ya que no aceptaba la nueva relación que tenía la mujer.
El hecho es investigado por la fiscal Gloria Reguán, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 22 descentralizada Malvinas Argentinas, Departamento Judicial San Martín, que tenía previsto indagar a Ríos en las próximas horas por el delito de “doble homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
Un hecho similar ocurrió años atrás e involucró a un miembro de esta misma fuerza de seguridad: se trata de Rafael González, el gendarme que en 2018 asesinó con su arma reglamentaria a uno de sus vecinos, un joven de 18 con el que había tenido una acalorada discusión.
“Este tipo le debía dinero a la novia de Kevin, que vive ahí porque le había cuidado a sus hijos, y la discusión comenzó primero con ella”, aseguró en aquel entonces a la agencia Télam Romina, hermana de la víctima, que no estaba al momento del crimen.
Según su relato, el uniformado fue directamente con la pistola 9 milímetros en la mano y su hermano quiso sacarle una foto con el teléfono, para luego denunciarlo por amenazas, pero no pudo hacerlo porque terminó muerto de tres disparos.
“El asesino dice que le disparó porque pensó que lo apuntó con un arma, quiere que quede como un caso de legítima defensa, pero en realidad fue directamente a matar”, afirmó la mujer, quien integra la Policía local de Avellaneda.
Tras el ataque, González intentó huir del lugar, pero dos hombres que estaban con él le quitaron el arma, mientras que la hermana del joven asesinado alertó a sus pares de la fuerza y el homicida fue detenido inmediatamente.
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