En la madrugada del último sábado 19 de septiembre, Fernando Javier Fernández, un peluquero de 32 años oriundo del barrio bonaerense de Parque Chas, violó una restricción de acercamiento sobre su ex pareja, Daiana C, y entró al domicilio de ella. Fue directamente a atacarla: según la denuncia de la víctima, Fernández le sacó el botón antipánico que la Justicia le había otorgado a la mujer y comenzó a golpearla brutalmente hasta dejarla inconsciente. Después, limpió la sangre del departamento y se fue.
Fernández estuvo varios días prófugo hasta que fue detenido por la Policía Federal. Poco más de tres meses después de la golpiza, el agresor ahora fue condenado: la jueza Julia Correa, titular del Juzgado N° 28 en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad, lo sentenció a dos años y ocho meses de prisión efectiva por hecho reiterados de violencia de género. La pena coincide con lo solicitado por la fiscal del caso, Gabriela Morelli, a cargo de la Fiscalía PCyF Nº 3 del fuero porteño.
El caso se conoció a partir de la publicación en Facebook de una amiga de Daiana, que relató lo ocurrido y compartió imágenes de las heridas que sufrió la víctima. Según se supo, Daiana trabajaba con Fernández en una peluquería. Ambos estuvieron en pareja durante un tiempo, pero después de varios episodios de violencia ella decidió terminar la relación.
La mujer lo denunció en cuatro oportunidades. Contó que en las anteriores ocasiones terminó retirando las denuncias porque “él me decía que iba a cambiar”. Tras la última presentación, la Justicia dispuso una custodia policial durante cuatro días en su casa y le dio un botón antipánico. Sin embargo, las restricciones no frenaron al agresor, que unos diez días después de esa resolución judicial irrumpió en el departamento de Daiana, donde ella estaba sola. Lo hizo sin forzar las puertas porque, pese a que ella había avisado a la Policía, Fernández seguía teniendo las llaves del departamento.
Daiana contó que perdió el conocimiento producto de los golpes y cuando se despertó, alcanzó a ver a Fernández limpiando las manchas de sangre que habían quedado en el piso. Ella sufrió una herida cortante en la cabeza y diversos traumatismos en su cuerpo. Una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) la trasladó al Hospital Tornú, donde fue atendida.
Mientras tanto, Fernández desapareció. La Justicia allanó la casa donde vivía con sus padres, en Parque Chas, pero no lo encontraron. La fiscal Morelli solicitó luego la intervención del teléfono celular del acusado y así pudieron localizarlo: efectivos de la PFA lo detuvieron el 14 de octubre cuando se dirigía al domicilio de un cliente al que le iba a cortar el pelo. Al momento del arresto, el peluquero llevaba consigo el DNI de su hermano.
Tras su detención, la fiscal Morelli le imputó varios hechos, entre los cuales se cuentan los de amenazas, violación de domicilio, desobediencia y lesiones en contexto de violencia de género. Dos días más tarde, la jueza Correa dispuso la prisión preventiva del agresor. Y finalmente, el pasado 18 de diciembre Fernández fue condenado a la pena de dos años y ocho meses de prisión efectiva.
Cuando contó el caso públicamente, Daiana además aseguró que hay otras víctimas de Fernández que no se animan a hablar por miedo. Fuentes judiciales confirmaron que el condenado ya había sido denunciado anteriormente por otras mujeres, y aún tiene pendiente otra causa de violencia de género respecto de otra víctima, en la Justicia Nacional, en el Tribunal Oral Criminal Nº1.
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