Durante la última década, el profesor P.A había acumulado cierto prestigio. Con un título de sociólogo de la Universitat de Barcelona que databa de 2006, con casi una década en el país, el hombre de 43 años se dedicaba a dar clases de catalán y español. Su currículum online hablaba de experiencias como educador en Brasil y Nicaragua, de clientes en embajadas europeas y alumnos con rango de asesores técnicos. Logró, también, ser coordinador académico de un reconocido instituto internacional dedicado al idioma, con un sitio web dedicado a la docencia junto a un socio.
“Para fans de ‘Merlí'”, decía, en referencia a la popular serie de Netflix, un buen gancho de venta.
A fines del mes pasado, la División Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia de la Policía Federal irrumpió en su departamento de Colegiales para allanarlo y arrestarlo. Una investigación a cargo del fiscal Daniel Ichazo de la UFI N°1 de Berazategui había apuntado directamente a él. El profesor, aparentemente, tenía un secreto.
La madre de una niña de 12 años lo había denunciado en una comisaría de la Policía Bonaerense; una serie de mensajes en el teléfono de su hija la había preocupado. Su hija misma se los comentó. Así, la madre tomó el teléfono y sintió algo de horror. La menor, de 12 años, había contactado a una página en Facebook, una supuesta agencia de modelos. Un hombre le respondió. El contacto comenzó por el chat de la red social, en donde el hombre le pidió fotos, primero en bikini. La menor accedió. Luego, el supuesto hombre de la agencia pidió más. Dijo que la calidad de la imagen no era suficiente. Así, pidió otra en ropa interior. La menor accedió otra vez.
Los mensajes continuaron con insistencia. El hombre incluso le pidió su número de teléfono para continuar la conversación por WhatsApp, donde pidió más fotos. Las reglas eran claras del otro lado de la línea: la menor no debía contarle a sus padres. “Ya va a llegar el momento de contarles”, decía el hombre.
Así, la menor, aterrada, le avisó a su madre lo que le pasaba. La denuncia policial por grooming, la captación de menores por medios digitales para un posible delito contra su identidad sexual, llegó al fiscal Ichazo, uno de los mayores especialistas en la materia a nivel nacional.
El profesor catalán sigue preso hasta hoy tras negarse a declarar. Al menos, pasará Nochebuena en una jaula de la Bonaerense, defendido por un abogado particular. Esta semana, Ichazo deberá resolver su pedido de prisión preventiva dentro de los plazos procesales. Por lo pronto. Ichazo no tiene dudas: todos los números de IP llevan al domicilio de Colegiales, ocupado solamente por P.A.
Información enviada por Facebook reveló que la página de la falsa agencia de modelos, por otra parte, comparte datos con la página de cursos de catalán del profesor.
La investigación sigue abierta. Quizás haya más víctimas en los cálculos de la Justicia. El fiscal espera recibir los resultados de las pericias a los teléfonos y discos rígidos incautados en el allanamiento. El perfil de la falsa agencia era seguido por al menos mil usuarios.
Con información de Federico Fahsbender
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