Se entregó el conductor que atropelló y mató a un nene de 4 años en Flores

El hecho había ocurrido el jueves pasadas las 23. La madre del menor continúa internada en grave estado

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El instante en el que el conductor chocó a la madre y mató a su hijo

Esta tarde, en la comisaría vecinal 7A de Flores, se entregó el conductor de 44 años que el jueves por la noche atropelló y mató a un nene de 4 años.

El hecho ocurrió pasadas las 23, cuando una mujer y su hijo cruzaban la avenida Directorio, a la altura de San Pedrito, en el barrio porteño de Flores. Allí fueron embestidos por Rubén Ariel Papadopulos, quien circulaba a gran velocidad a bordo de un Volkswagen Golf GTI blanco.

Infobae constató que Papadopulos llegó hasta la comisaría acompañado por su abogado y decidió entregarse. Según indicaron las fuentes policiales, el vehículo con el que protagonizó el choque se encontraría en Ciudadela.

El conductor no registra condenas previas a su nombre en la ciudad de Buenos Aires y, según los registros de la AFIP, se dedica a la venta de metales.

Rubén Papadopulos tiene 44 años:
Rubén Papadopulos tiene 44 años: esta tarde se entregó junto a su abogado

Luego del impacto, el menor fue trasladado al Hospital Piñero, en donde horas más tarde murió por la gravedad de las heridas. Su madre, identificada como Débora Inés Agosti, permanece internada en el mismo nosocomio en grave estado: tiene politraumatismos y fracturas varias.

Segundos después del accidente vial, un oficial de la Policía de la Ciudad que estaba en el lugar irradió el alerta hacia todas las comunas para dar con el sospechoso, mientras solicitó una ambulancia de SAME. Al lugar concurrieron tres unidades del servicio de emergencias y la tranquilidad del barrio se vio abruptamente interrumpida con el sonido de las sirenas y el gran operativo policial que se montó en la zona tanto para asistir a las víctimas como para dar con quien podría ser condenado por el homicidio culposo del niño.

Papadopopulos no registra condenas previas
Papadopopulos no registra condenas previas a su nombre en la ciudad de Buenos Aires y se dedica a la venta de metales

En la esquina del accidente hay ubicadas varias cámaras de seguridad, cuyas imágenes ya se encuentran en poder de la justicia. En el caso interviene la Fiscalía Criminal y Correccional N° 55, a cargo del fiscal Eduardo Cubría.

Miguel, chofer de la línea 126 y testigo del hecho, dio detalles de lo ocurrido. “Escuché un impacto y vi un tumulto. No vi quién lo atropelló. Estaba con el colectivo casi lleno. En ese momento nadie atinó a seguir al muchacho sino a ver al nene. Quedé shockeado. Un muchacho le tocaba el pelito y la señora como que respiró. Yo ahí tenía que seguir el recorrido”, relató el hombre en diálogo con TN.

“Nosotros veníamos por Directorio. El auto venía con la onda verde pero al límite de la velocidad. Venía cortando semáforos. Pasaba en amarillo casi rojo a velocidad alta, a más de 100 kilómetros. La señora atinó a cruzar porque vio el semáforo en rojo. Los atropelló a mitad de cuadra. Ella estaba casi a mitad de la avenida. (...) Esto fue a las 11:02 y estaba lleno de gente. Todos nos agarramos la cabeza por la criatura”, agregó el testigo.

@solotransito
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“Dicen que se fue por el lado de Provincia. Ella cruzaba bien pero la señora no atinó a que no llegaba a la otra punta. El auto iba a más de 100 kilómetros por hora. Fue todo en un segundo. El auto subió a la autopista en el kilómetro 12. Ahí lo estaban detectando. Lo venían siguiendo con las cámaras. Un oficial me dijo que tomó la autopista 25 de Mayo con destino a Provincia y en el kilómetro 12 lo vieron por última vez”, reveló Miguel.

Hernán, otro testigo del accidente, ratificó lo dicho por el colectivero y aseguró que el Gol blanco nunca intentó frenar luego de atropellar a las víctimas. “Como te decía recién, vine de lejos. Ni bien pasé vi un nene tirado en el piso. Te shockea la situación. Ya te das cuenta de que no parecía que iba a sobrevivir. No vi el momento donde los levanta. Vi el auto que venía rápido. Un señor puso una camioneta blanca parando el tránsito. Los cuerpos estaban tirados más o menos en el medio. Estaban chorreando sangre, horrible. Había gente llorando. Me encontré con una mujer tirada en el piso y cuando la levantan para la ambulancia empezó a gritar, no se entendía qué decía. Empezó a los gritos la mujer pero eran balbuceos. El vehículo lo pisó y nunca se acercó ni para ver qué hizo. La onda verde es de 48 kilómetros por hora. Si venís a más de 48 te comés todos los semáforos en rojo, no tiene sentido. No venía a más de 80 kilómetros, pudo haber frenado”, agregó.

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