El estado norteamericano de Illinois, cuya ciudad principal es Chicago, se destaca porque tiene decenas de imponentes campos de golf. Quizás esa fue la razón por la que el golfista cordobés Ángel “Pato” Cabrera eligió esa parte del mundo para mantenerse prófugo de la Justicia argentina. Asediado por múltiples denuncias de violencia de género, en julio de este año tomó un avión privado y voló sin autorización al país del norte donde permanece escondido desde entonces, a pesar de que pesa sobre su cabeza un pedido de captura de Interpol. Mientras participa de torneos, en las últimas horas llamó por teléfono a su ex y la amenazó de muerte por lo que se le sumó una nueva denuncia en su contra, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae.
“El pedido de captura de Interpol se hará efectivo en cuanto ponga un pie en un aeropuerto. Probablemente, Cabrera seguirá con sus cosas hasta que la visa de turista se le termine y tenga que regresar. No va a tener otra opción que volver y ser detenido o vivir como ilegal allá”, explica un investigador que sigue sus pasos. La Cámara 2° de Córdoba capital reclama su regreso al país, con la fiscal de instrucción Laura Battisteli y el fiscal de instrucción Christian Griffin.
Según los cálculos que realizan en la Justicia cordobesa, a Cabrera se le vence el visado de turista el 21 de enero por lo que a partir de ese día debería volver a Argentina. En paralelo se inició un trámite a través de Cancillería mediante el cual se envía parte de la causa traducida a un juez de Illinois, donde reside temporalmente Cabrera, para que analice el caso y si considera que la pena es mayor a dos años podría ordenar, incluso, su inmediata detención dentro del territorio estadounidense para luego deportarlo a Argentina.
¿Por qué se lo busca a Cabrera?
“El pedido de captura se dio a partir de que se fue del país a disputar un torneo omitiendo que debía presentarse a audiencias importantes, es decir para estar a derecho. Cuando en la justicia nos enteramos del viaje sonaron las alarmas y se emitió la alerta roja de Interpol. Literalmente se escapó. Cuando estaba allá dijo a través de su abogado que quería volver pero que no podía porque no había vuelos por la pandemia pero la situación se normalizó hace meses y sigue sin volver. Además podría regresar de la misma manera en que se fue, con un avión privado”, afirma uno de los investigadores del caso.
El ex campeón del Masters de Augusta tiene una importante acumulación de denuncias de violencia de género y de desobediencia judicial. En total son tres las mujeres, todas ex parejas, que lo denunciaron.
Silvia Rivadero, ex esposa y madre de sus dos hijos, tiene radicada en la fiscalía de Violencia Familiar de Córdoba una denuncia por amenazas mientras que su ex novia desde 2014 a 2016, Micaela Escudero, le inició otra causa en la misma fiscalía por amenazas y coacción donde dijo que el golfista la había zamarreado.
La otra mujer que también demandó en varias oportunidades a Cabrera fue la agente de policía Cecilia Torres. Según contó en sede fiscal, su noviazgo con Cabrera fue un infierno de 3 años. En el 2016 denunció que su novio la atacó a trompadas y que intentó atropellarla con su camioneta. A pesar de haber conseguido una perimetral, el golfista supuestamente siguió amenazándola y acosándola motivo por el cual sumó tres causas más por incumplir una orden dictada por un juez.
“Cuando él viajaba, yo estaba en mi casa, y cuando volvía, iba a la suya. Vivía amenazándome, me perseguía, porque él tenía en mente que yo podía estar con alguien más. Me prohibió ver a mi hermano Cristian y desde que conoció a mi familia fue terrible, porque no me dejaba ir a verlos. No podía ver a mi mamá que se estaba muriendo de cáncer, porque decía que podía conocer a otra persona”, relató Cecilia al diario La Voz del Interior.
El calvario que sufrió la agente policial no sólo fue físico, sino psicológico: “Si estaba con sus amigos en una reunión, yo debía estar en el dormitorio, sin conexión a Internet. Cuando en la tele salía algo de violencia familiar, me insultaba a mí y también a las mujeres. Decía que era culpa nuestra. Muchas veces me repitió que era de él o no era de nadie”, continuó.
Hay dos de esas causas iniciadas por Torres que están listas para que comience su uicio oral. De hecho la orden de detención emitida contra Cabrera fue pedida por la fiscal de la Cámara 2da, Laura Battisteli, ya que Cabrera no se presentó a la audiencia donde se le iba a informar de la fecha de inicio de uno de esos debates orales.
Mientras todo esto sucede en los tribunales cordobeses, en Illinois las cosas parecen ser bien distintas para el golfista. Al menos por ahora. “El tipo hace vida normal. Está disputando torneos de golf y sube todo a redes sociales como si no pasara absolutamente nada. Incluso tiene vida social porque va a cenar afuera y recibe visitas de amistades”, dice alguien que conoce los movimientos del golfista.
Incluso mantiene a sus seguidores en redes sociales medianamente al día de sus actividades. En la cuenta de Facebook “Pato Cabrera Golf” invita a la gente a que lo siga en sus torneos. El último posteo fue del 9 de octubre donde subió dos fotos en un hospital de Estados Unidos y contó que se había realizado una intervención quirúrgica: “Operado de la muñeca. Espero una pronta recuperación”, afirmó.
Pero jugar al golf y estar con amigos no es lo único que el “Pato” hace para pasar sus días en la congelada Illinois del invierno del norte. También aprovecharía el tiempo para supuestamente amenazar a sus ex parejas. Eso fue al menos lo que denunció en las últimas horas Silvia Rivadeira su ex mujer y madre de sus hijos.
Según la denuncia radicada ante el fiscal Griffin, Cabrera la llamó a su teléfono personal en la noche del 12 de diciembre y le dijo: “Te voy a matar. Me voy a tomar un avión privado y te prometo que te voy a matar y mira que yo me cagó en los jueces”.
Ahora la fiscalía solicitará un informe a la compañía de teléfono para certificar que efectivamente ingresó al teléfono de la víctima una llamada con prefijo de Estados Unidos. De comprobarse eso se le sumará una nueva causa a Cabrera.
Falta algo más de un mes para que a Cabrera, considerado el segundo mejor golfista de la historia Argentina detrás de Roberto De Vicenzo, se le venza el plazo para estar en Estados Unidos de manera legal. Cuando eso suceda y pise un aeropuerto será detenido por Interpol. Sin embargo, los fiscales no descartan que antes de eso el juez norteamericano considere que deba ser detenido en su residencia.
Sea cual sea la forma, a Cabrera se le acortan los tiempos y su futuro inmediato parece tener un lugar ineludible: la cárcel.
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