El lunes por la mañana, un joven de 19 años fue asesinado de dos balazos en la cabeza en la calle Palermo al 200 del Barrio San Jorge, en el partido bonaerense de San Fernando. Por el crimen detuvieron a un sospechoso de la misma edad que se entregó en una comisaría junto a su padre y dio una versión de los hechos desestimada por los investigadores.
Voceros judiciales y policiales informaron a Télam que un joven al que identificaron como Walter Fernando Ayunta caminaba por el lugar, mientras distintas personas salían de una fiesta clandestina que se había llevado a cabo en las inmediaciones. Al cruzarse fue insultado y le gritaron que se fuera del barrio, del que no era oriundo.
De acuerdo al testimonio de testigos presenciales, el joven se acercó a la persona que creyó que le había gritado y le dio una fuerte patada que le provocó que cayera al piso. Posteriormente, Ayunta extrajo un arma de fuego y le efectuó dos disparos en la cabeza a la víctima, identificada por la Justicia como Ezequiel Lizagarra.
Lizagarra quedó tendido en el suelo gravemente herido y fue trasladado de urgencia al hospital San Cayetano de San Fernando y luego derivado al hospital Cordero del mismo municipio, donde ingresó con muerte cerebral. Finalmente, cerca de las 8:30, sufrió un infarto y murió.
Horas después del crimen, Ayunta se presentó en la comisaría 4ª de Virreyes junto a su padre. Declaró ante la Policía que Lizagarra lo había amenazado con un arma de fuego y que al forcejear con él se le escapó un disparo.
Esta versión fue rápidamente desestimada por los investigadores a partir del testimonio de tres testigos presenciales del crimen, por lo que el fiscal de San Fernando José Ignacio Amallo, del Área Criminal, ordenó la aprehensión del sospechoso. Luego, indagó a Ayunta por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, este se negó a declarar y el fiscal solicitó al Juzgado de Garantías interviniente convertir en detención la aprehensión del imputado.
Un hecho de similares características sucedió a mediados del mes pasado, cuando un joven de 21 años fue asesinado a martillazos tras una discusión en el partido bonaerense de Lanús. Por el crimen detuvieron a dos hermanos.
El hecho ocurrió en Cotagaita y pasaje Libertad de la localidad de Monte Chingolo, en el mencionado distrito de la zona sur del Gran Buenos Aires, y la víctima fue identificada como Mauricio Cipriano Cantero.
Todo habría comenzado cuando Cantero mantuvo una discusión con dos jóvenes, quienes lo tiraron al suelo y le dieron martillazos en la cabeza.
Tras ello, la víctima fue trasladada de urgencia a la Unidad de Pronta Atención de Avellaneda, donde murió como consecuencia de las lesiones sufridas en el cráneo.
Efectivos de la comisaría 6ª de Monte Chingolo fueron alertados por el crimen y se entrevistaron con algunos testigos presenciales. Según las fuentes, dos hermanos fueron señalados como los autores del ataque y la Policía realizó un operativo con el objetivo de detenerlos.
En primer lugar, el personal aprehendió a uno de los sospechosos, llamado Juan Rauna, en el Hospital Narciso López mientras era atendido por algunas lesiones y luego, los efectivos apresaron a su hermano, identificado como Gerardo Rauna, añadieron las fuentes.
Investiga el hecho el fiscal Gastón Fernández, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada en Lanús, en una causa caratulada como “homicidio agravado por alevosía”, que prevé la pena de prisión perpetua.
Seguí leyendo: