Villa Celina: dos policías ayudaron a una joven en la calle a dar a luz a su beba

La sargento Lorenza Muñoz y la oficial Sabrina Brizuela realizaban la ronda habitual cuando fueron alertadas de la urgencia

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La criatura nació en buen estado de salud

Dos agentes de la Policía Bonaerense ayudaron hoy a dar a luz a una joven mujer en la vía pública. Durante la tarde de este viernes, la sargento Lorenza Muñoz y la oficial Sabrina Brizuela, ambas integrantes de la División Motorizada de la departamental local, se encontraban recorriendo las calles de Villa Celina cuando en el cruce de las calles Olavarría y Soldado Rava fueron alertadas por un peatón, que les dijo que la mujer se encontraba descompensada.

De inmediato, las agentes se acercaron hasta donde estaba Sandra, de 23 años, quien atravesaba un avanzado trabajo de parto. Ante la situación, primero solicitaron una ambulancia y pidieron también la colaboración de algún patrullero. Pero ya no se podía demorar más, los efectivos policiales no dudaron en asistir a la parturienta que, felizmente, dio a luz a su bebé.

Tras ello y en compañía de un móvil policial, la mujer fue trasladada al Hospital Piñero, en el barrio porteño de Flores, para recibir atención médica. Luego de los controles de rutina en el hospital, se confirmó que la madre dio a luz a una nena en perfecto estado de salud.

Las oficiales que la asistieron a la joven madre y la criatura recién nacida
Las oficiales que la asistieron a la joven madre y la criatura recién nacida

La madrugada del 20 de mayo pasado ocurrió un hecho similar en el Barrio Galicia de Banfield. Eran las 4 de la mañana y los oficiales Mariela Canteros (38) y Nicolás Castro (28) realizaban la ronda habitual en el sur del Conurbano, cuando los sorprendió un aviso al 911. Estaban a dos cuadras de la dirección cantada por radio y el pedido decía que se trataba de “cuestiones de salud”.

Por el horario y esa aclaración, la policía se dejó guiar por su intuición y allí fueron: al llegar vieron a una mujer embarazada llamada Roxana parada en la vereda, las manos sobre su vientre y con un bolso al lado, pudiendo apenas sostenerse en pie. Había comenzado con el trabajo de parto.

Mariela es mamá -de Juan Pablo (5)- y reconoció en la respiración de Roxana el momento previo a la llegada de un bebé. Los nervios y el sudor de la futura mamá indicaban que el nacimiento estaba próximo. “Le pregunté si quería entrar a la casa y esperar a la ambulancia en su cama, y me dijo que no”, recuerda a Infobae la oficial Canteros sobre el momento que quedará grabado para siempre en su memoria.

La oficial Mariela Canteros y el oficial Nicolás Castro
La oficial Mariela Canteros y el oficial Nicolás Castro

Roxana ya no toleró los dolores. Las contracciones eran cada vez más fuertes y seguidas. Agarró la mano de Mariela y avisó: “¡No aguanto más!”. Los oficiales, entonces, la llevaron hasta el interior del patrullero. La ayudaron a acomodarse mientras el marido ingresaba por la otra puerta para sostenerle la mano y contenerla.

“Nosotros tuvimos un entrenamiento para asistir partos cuando estudiamos Primeros Auxilios, pero no en caso de que se complique”, dijo la agente.

Todo esto pasó en minutos. La ambulancia aún no llegaba y Roxana ya había comenzado a pujar en el asiento trasero de móvil. “Pujó tres veces y la beba nació. Apenas salió empezó a llorar... ¡Fue una experiencia hermosa! ¡La vi y me enamoré!”, relató Mariela.

La pequeña Sofía a pocas horas de nacer
La pequeña Sofía a pocas horas de nacer

“Luego de que la beba nació la envolví en una manta y después en otra, y se la mostré a la madre. Cuando se la estaba poniendo en el pecho llegó la ambulancia con la médica que le cortó el cordón umbilical”, relata Mariela, que acompañó a la beba en la ambulancia hasta el Hospital Gandulfo. Los padres fueron en el móvil y luego decidieron ponerle el nombre de la oficial a su hija, que se llamó Sofía Mariela.

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