Leandro Coronel fue detenido en junio pasado acusado de abusar sexualmente de su hijastra de 8 años entre los años 2012 y 2014. El lunes pasado, tras una resolución de la Sala 2 de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, el hombre fue liberado porque el Tribunal entendió que en la violación no hubo acceso carnal y bajó la calificación a abuso sexual simple, que contempla una pena menor, por lo que le concedió la excarcelación. Ahora, Coronel espera el juicio oral en su casa, que está ubicada a dos cuadras de donde vive la víctima, en el barrio Hernández de La Plata.
“Quiero pedir justicia y no que este tipo esté suelto. Ahora está al lado de mi casa, yo quiero seguridad y ¿cuál puedo tener si este hombre está cerca de mi casa? Ninguna. Tiene que estar preso, le cagó la vida a mi hija, los jueces no pueden entender eso, porque la mató en vida. Si intentó suicidar dos veces. No entiendo por qué la Justicia hizo eso, la verdad que entiendo más nada”, le dijo a Infobae Claudia Anzorena, la madre la víctima, L.D., que hoy tiene 16 años.
Así, según pudo confirmar Infobae de varias fuentes judiciales, todo comenzó en 2010, cuando Coronel comenzó una relación con la madre de la víctima. La mujer estuvo en pareja con el hombre alrededor de nueve años. Una vez que terminó la relación, su hija se quebró, le contó lo que había sufrido y se dirigieron a hacer la denuncia a principio del año pasado.
Según quedó acreditado en una pericia clave en una causa de abuso sexual de menores ( la cámara Gesell), la niña abusada reveló que en los primeros años de relación “Leandro me iba a buscar al colegio, me daba plata para que comprar cosas y después venía todo esto. Me quería manosear. Pasó muchas veces, cuando mi mamá iba a comprar, cuando internaron a mi hermano. Me metía la mano por debajo de la ropa”.
Luego, la menor relató como el hombre, siempre en estado de ebriedad, la violó en varias oportunidades. “Me ponía el pene en la vagina, varias veces lo hizo y nunca se cuidó, nunca lo pude decir porque después de hacerlo me decía que no dijera nada, que me callara, porque me iba a matar”. La víctima también contó que recién pudo relatar los abusos una vez que su mamá se separó del hombre.
Tras su testimonio y la recolección de más pruebas, los investigadores de la UFI Nº8 de La Plata, liderados por Martín Almirón, ordenaron la detención de Coronel en junio pasado y lo acusaron por abuso sexual con acceso carnal agravado y elevaron la causa a juicio. En el medio de toda la aberrante trama, la víctima intentó quitarse la vida en dos oportunidades.
“Hubo un despereció total por la chica abusada. Lo único que quizá destaco del fallo fue la prohibición a que el hombre se acerque a la víctima, pero de igual modo, el hermano de Coronel vive al lado de su casa y desde que salió de la cárcel ya fue a visitarlo en dos ocasiones. Es una aberración jurídica”, le dijo a Infobae Martín De Vargas, el abogado de la menor abusada.
Luego de ser detenido, la defensa de Coronel apeló su detención y la causa recayó en la Sala Nº2 de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, integrada por los jueces Laura Lasaga y Sergio Almeida.
El lunes, los magistrados emitieron la resolución donde entendieron que “de las manifestaciones de la menor no surge fehacientemente la existencia del acceso carnal” y agregaron que “la ausencia de examen médico en tal sentido, el tiempo transcurrido desde el momento en que la menor contara lo sucedido y la denuncia y el hecho de haber señalado que mantuvo (con posterioridad a los abusos) relaciones sexuales consentidas con su novio” resultan elementos para tipificar el delito como abuso sexual simple y ya no como abuso sexual con acceso carnal.
Ante esto, Coronel volvió al barrio y se alojó a dos cuadras de donde vive L.D.. “Él anda por acá, por todo lados. Está como si nada. Mi hija ayer lo vio en la esquina y le agarró un ataque de pánico, le da terror verlo. Él siempre la amenazaba con que le iba a romper la cabeza si contaba la verdad. Un tipo enfermo no puede estar acá. Ni en un ninguno barrio. Quiero que la Justicia haga algo. Los vecinos me están haciendo custodia”, contó Claudia.
“Lo consideré un caso resuelto, nunca pensé que un juez de cámara pudiera fallar de esta manera. La primera aberración fue bajar la imputación a abuso sexual con acceso carnal a abuso sexual simple con agravantes”, sostuvo De Vargas. Este cambió de calificación implica el paso de un delito con penas previstas entre 8 a 20 años a otro de 3 a 10 años. Mientras tanto, De Vargas apeló la excarcelación y señaló que denunciará a los jueces en el Consejo de la Magistratura por el fallo.
En el país existe el Centro de Asistencia al Suicida Buenos Aires. Cualquier persona en crisis puede llamar confidencialmente marcando 135 (línea gratuita) o al (011) 5275-1135 las 24 horas del día. Está también el Centro de Atención al Familiar del suicida (CAFS): Tel. (011) 4758-2554 (cafs_ar@yahoo.com.ar – www.familiardesuicida.com.ar).
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