La Justicia de La Plata ordenó este lunes la detención del sacerdote Raúl Anatoly Sidders, que se desempeñaba como docente y confesor en un colegio privado de la capital bonaerense, acusado de abusar sexualmente de una alumna del establecimiento entre los años 2004 y 2008.
Hoy martes al mediodía, tras estar 24 horas prófugo, el cura se entregó en la fiscalía a cargo del doctor Álvaro Garganta dispuesto a declarar, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae.
Sidders- de 60 años, 32 de ellos como cura- fue docente y sacerdote del colegio platense San Vicente de Paúl. El sacerdote también tuvo su paso en la televisión por cable, donde conducía el programa: “Ave María Purísima” y se emitía en un canal de La Plata. Allí, Sidders se mostraba en pantalla con sotana y gorra rural o un sombrero eclesiástico con un mate en la mano y a sus pies, niños y niñas sentados en ronda, mientras hacía peculiares monólogos en ocasiones de contenido misógino.
El expediente por el cual podrá ser condenado comenzó cuando el abogado Juan Pablo Gallego, quien también actuó como querellante en la causa que condenó al cura Julio César Grassi, denunció a Sidders por abusar sexualmente de una menor de 11 años. La acusación recayó en la UFI N°1 de La Plata a cargo del fiscal Garganta, que en ese momento libró un oficio al Arzobispado platense para que remitiera una copia del legajo eclesiástico de Sidders y solicitó al Juzgado de Garantías de La Plata N° 2 que “prohíba la salida del país del denunciado porque existe un potencial riesgo de fuga”.
De este modo, el juzgado ordenó ayer su detención por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de realización doblemente agravado.
Su víctima tenía entre 11 y 14 años al momento de los ataques.
Garganta detalló en su pedido de detención el modo en que el sacerdote presuntamente abusó de la menor, a quien hacía colocar sus manos en los bolsillos de la sotana y sentir su pene erecto, situaciones que acaecían en el patio de la institución y durante los recreos que provocaron un grave daño en la salud mental de la niña”.
“Asimismo y en las habituales ocasiones en las que le recibía el sacramento de confesión corrompió a la menor mediante explicaciones personalísimas sobre cómo masturbarse, realizar sexo oral y mantener relaciones sexuales con acceso carnal con su novio”, continuó el fiscal en su escrito.
En su requerimiento, Garganta remarcó que el arresto se solicitó por la elevada pena que podría corresponderle a Sidders por su imputación y porque su zona de residencia es fronteriza, Misiones, advirtiendo entonces que hay “elementos suficientes para sostener el riesgo de fuga del mismo en caso de ser hallado culpable”.
La víctima que hizo la denuncia, por su parte, contó que el cura empezó a acosarla a los 11 años. “En invierno, delante de todos, me hacía poner mis manos en los bolsillos de su sotana porque decía que yo tenía las manos frías, y me hacía sentir su erección”, relató la joven a Prensa Obrera.
Además aseguró que el sacerdote, durante la confesión, “me preguntaba si sabía masturbarme y como le decía que no, me explicó con sus dedos, sin tocarme, cómo tenía que hacer. Me sugirió que lo hiciera pensando en él y que en la próxima confesión le contara cómo me había sentido”.
Sidders abandonó La Plata a fines de junio para dirigirse a Misiones, donde cumple funciones como secretario del obispo de la diócesis de Puerto Iguazú, monseñor Nicolás Baisi, que entre abril de 2010 y mayo de 2020 ofició como obispo auxiliar en la capital provincial.
Con información de Federico Fahsbender
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