En la madrugada del 18 de mayo del año pasado, un auto abandonado amaneció incendiado sobre la avenida Eva Perón al 6600, en el límite de los barrios porteños de Mataderos y Villa Lugano. Cuando los bomberos apagaron las llamas, adentro del vehículo se encontraron con el cadáver carbonizado de una persona. La víctima fue identificada como Brian A. de 26 años.
Después de un año y medio, la justicia terminó de resolver el caso ayer: las autoras del incendio, V.L (29) y A.R (24), fueron condenadas por el delito de “estrago doloso seguido de muerte”. Recibieron 8 años de prisión. En el fallo se ratificó, además, que Brian no era a quien querían matar; V.L. en realidad quiso atacar a quien entonces era su pareja.
Aquel 18 de mayo, V.L había mantenido una pelea con su novio. Cómo la mujer sabía que el hombre habitualmente dormía en ese auto abandonado, decidió vengarse y prendió fuego el vehículo. Sin embargo, quien se encontraba allí esta noche no era él, sino un amigo, Abelenda.
De acuerdo con imágenes captadas por una cámara de seguridad que grabó los hechos, la agresora fue al lugar junto a una amiga (A.R) y, luego de haber prendido fuego el auto tras lanzar algún tipo de líquido inflamable que hizo que las llamas se propagaran más rápido. Ambas escaparon hacia la Avenida Piedrabuena y después se separaron.
La causa tramitó desde el inicio en el fuero nacional penal, pero luego de casi cinco meses fue enviada a la Justicia de la Ciudad por una cuestión de competencia, ya que se consideró que se trataba de un “estrago doloso seguido de muerte” y que la finalidad de las autoras no era matar a la víctima.
El caso fue investigado por el fiscal Carlos Rolero, de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 31. Cuando recibió el expediente, Rolero le dio intervención a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, cuyos efectivos lograron ubicar y detener a las condenadas 48 horas más tarde. Una de las mujeres estaba refugiada en la Ciudad Oculta, a metros de donde se había cometido el crimen, y otra en el partido bonaerense de La Matanza.
Según se pudo establecer en la investigación, si bien tanto las autoras del incendio tenían diferentes domicilios, habitualmente se juntaban en ese vehículo con otras personas para consumir drogas. También se supo que ambas ya tenían antecedentes por robo y tentativa del mismo delito.
Con el correr de los meses, las acusadas recibieron la prisión preventiva, dado que no pudieron demostrar arraigo suficiente y Rolero consideró que había “peligro de fuga”.
El juicio del caso se trató del primero por estrago seguido de muerte (figura tipificada en el artículo 186 del Código Penal) en la justicia porteña. Finalizó ayer, cuando se conoció la sentencia de la jueza Natalia Molina, a cargo del Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N° 8. Ambas acusadas fueron condenadas a 8 años de prisión efectiva, como coautoras del delito.
“Es muy importante para la justicia de la ciudad que se haya realizado este primer proceso por la figura de estrago seguido de muerte, porque demuestra que este fuero está a la altura de las circunstancias y en condiciones de seguir creciendo para impartir justicia, por lo que es un orgullo formar parte”, resaltó el fiscal Rolero al cabo de la jornada.
Por las restricciones en relación a la pandemia de coronavirus, el proceso se desarrolló de manera virtual. Las ahora condenadas lo siguieron desde el Complejo Penitenciario Federal IV de Mujeres en Ezeiza, donde permanecen bajo arresto.
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