Paola Gisela Gutiérrez Bazán era madre de tres chicos y estaba embarazada de cuatro meses cuando desapareció misteriosamente el 19 de julio de 2015 cerca del barrio la Favorita, en la ciudad de Mendoza.
Hasta hoy, no se sabe qué pasó.
Por eso, ante la falta de avances en la investigación y a más de cinco años de la última vez que fue vista, el Ministerio de Seguridad de la Nación ofrece una recompensa de 500 mil pesos a través del programa BUSC.AR quien pueda aportar datos que ayuden a dar con su paradero.
Nacida el 31 de mayo de 1991, Paola tiene 1,60 metros de altura aproximadamente, tez trigueña, ojos color marrón, pelo largo con ondas color castaño claro, posee tatuajes en la espalda y cicatrices. Según la cartera que comanda Sabina Frederic, se investiga una presunta infracción al artículo 145 bis del Código Penal. Es decir, una posible caso de trata de personas.
La historia de Paola está marcada por la tragedia. El bebé que estaba esperando al momento de la desaparición era el producto de una violación que ella misma denunció. Según refleja el diario Los Andes, también había denunciado a dos ex parejas que la obligaban a prostituirse. su familia apuntó sus sospechas contra uno de estos ex novios, aunque en la causa por su desaparición jamás logró demostrarse que estuviera relacionado con el hecho. Por el momento el expediente está a cargo del juez federal Walter Bento, quien calificó las actuaciones como trata de personas.
De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Seguridad de la Nación, publicado a finales de octubre, la recompensa del medio millón de pesos está destinada “para aquellas personas que, sin haber intervenido en el hecho delictual, brinden datos útiles que permitan dar con el paradero” de Paola “quien fue vista por última vez el día 19 de julio del año 2015 en el Barrio La Favorita de la Ciudad de Mendoza”. Aquellos que puedan aportar información acerca de la mujer, deberán comunicarse telefónicamente con el Programa Nacional de Coordinación Para la Búsqueda de Personas, llamando al 134.
El día de la desaparición, Ramona, la madre, llegó a verla cuando volvía a su casa en compañía de un vecino. Había ido a visitar a una hermana y como se había hecho tarde -eran aproximadamente las 23.30- la mamá la estaba esperando en la puerta de casa. Sin embargo, misteriosamente Paola cambió de planes: se despidió del hombre que la acompañaba y le hizo señas a Ramona para indicarle que ya volvía. Dio media vuelta por el mismo camino que había hecho y desde ese momento, nunca más apareció.
Inicialmente el caso fue investigado por la Justicia mendocina. La fiscalía de Delitos Especiales ordenó búsquedas por la zona de La Favorita y el ex zoológico que no tuvieron éxito. Después, el Gobierno provincial decidió ofrecer una recompensa de 20.000 pesos para la persona que aportara datos sobre la joven embarazada. Cuando se cumplió un año de la desaparición, vecinos y amigos realizaron a una marcha hacia la Legislatura para pedir que el caso se resuelva, aunque sin mayor éxito. Luego pasó al ámbito federal y la causa estuvo a punto de ser archivada, pero la Cámara de Apelaciones ordenó que se siguiera investigando.
“Tomamos conocimiento del comunicado, esperamos que sea un aporte, que sea algo nuevo, lamentablemente llega muy tarde, esto debió suceder a los pocos días de la desaparición de Gisela, pero no deja de ser un aporte más. La línea más fuerte que tenemos, o la que más nos acercamos y vemos que la justicia federal también así lo siguió, es la del entorno de Gisela, el día inmediato anterior a su desaparición, ella estuvo con un grupo de amigos y todo lo que tenemos es que ahí podría estar la clave para saber su paradero”, dijo el abogado querellante, Fernando Peñalosa.
Una semana después de la publicación de la nueva recompensa, personal de Búsqueda de Personas del Ministerio de Seguridad de La Nación, efectivos de la Policía Federal y Gendarmería, realizaron un rastrillaje en zonas cercanas al barrio donde desapareció la mujer. El procedimiento se realizó bajo la supervisión del juez federal Bento y la fiscal Federal María Alejandra Obregón. También estuvieron presentes familiares de la joven.
Según el diario mendocino, en el procedimiento se utilizaron perros entrenados y también se escaneó algunos sectores con un georadar de Gendarmería. Además participaron antropólogas mendocinas que analizaron algunos restos hallados. El resultado fue negativa.
Paola, después de cinco años, sigue desaparecida.
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