La policía de la localidad de Coronel Cornejo, en la provincia de Salta, será investigada por una denuncia grave: el domingo 15 de este mes, detuvieron a un camionero porque presuntamente estaba ebrio, lo mantuvieron encerrado en una celda durante 16 horas a pesar de que su estado de salud empeoraba y cuando finalmente lo llevaron a un hospital, los médicos descubrieron que el hombre atravesaba un ACV. Tras ser operado y permanecer internado, el chofer murió.
La víctima fue Norberto José Meana, un camionero cordobés de 48 años, con más de 35 de experiencia en las rutas del país. Desde que era apenas un adolescente estaba arriba de un camión para seguir los pasos de su familia.
Según contó a Infobae Facundo, uno de sus hermanos, ese día el chofer -que cumplía labores para la empresa Arcor- llegó a Salta proveniente de Córdoba y se dirigía a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Cuando circulaba por la ruta nacional 34, a la altura de Coronel Cornejo, detuvo la marcha para descansar. Se sentía mal.
“Más o menos a las 15 horas, mi hermano me mandó un audio diciéndome que se sentía muy mal, que le dolía el cuello. Estaba en Coronel Cornejo al frente de la única YPF que hay en el lugar. Me dijo que se iba a tirar a descansar. Siempre nos mandábamos mensajes. Yo lo llamé un par de veces y no me contestó. Lo primero que pensé es que estaba dormido. No quise molestarlo y dije ‘este seguro que se quedará tirado hasta mañana’ y lo dejé ahí”, relató Facundo.
Pasaron las horas y llegó el lunes. Preocupada, la esposa de Norberto se comunicó con Facundo para preguntarle si sabía algo de su hermano. El GPS satelital ubicaba desde las 15 horas del día anterior el camión en el mismo lugar, Coronel Cornejo. Facundo (también camionero de profesión) le comentó el mensaje que le había enviado su hermano y que probablemente estaba cansado. El plan inicial era que los hermanos se encontraran en la localidad de Salvador Mazza y de ahí cruzar a Bolivia.
Fue entonces que Daniel, un primo de la familia, llamó cerca de las 10 de la mañana desde Córdoba hasta la comisaría de Coronel Cornejo para saber si tenían alguna noticia. Les describió el camión Scania blanco en el que viajaba y la respuesta lo sorprendió. Primero le confirmaron que Meana sí estaba allí y luego le informaron que lo habían detenido a las 18 horas del domingo en la ruta tras recibir una denuncia anónima en la que alguien aseguraba que Norberto supuestamente circulaba en zig zag. La versión oficial es que cuando los efectivos lo interceptaron, detectaron que tenía aliento a alcohol y se lo llevaron detenido.
“El policía que lo atendió a mi primo le dijo, ‘sí, acá está’, pero luego como enojado le dijo que ‘no iban a tolerar más y que no sabían qué sustancia o qué tomó este tipo’, y mi primo le pregunta si habían llamado a un médico por si le pasaba algo, y el policía se quedó callado. No le contestó y le cortó”, continuó el hermano.
De acuerdo con el relato de Facundo, lo que el efectivo de la comisaría le quería decir es que de pronto Norberto comenzó a tener un comportamiento extraño durante varias horas, según su razonamiento producto del consumo de alcohol o drogas y que no iban a soportar su conducta.
Pero al parecer, el pedido de Daniel para que lo revisara un médico acaso los hizo recapacitar y lo trasladaron al hospital de Mosconi, desde donde fue derivado al hospital Juan Domingo Perón de Tartagal. En total desde que ingresó oficialmente a la comisaría hasta que lo llevaron al centro médico pasaron 16 horas. En todo ese tiempo, contó Facundo, nunca lo asistieron y pensaron que estaba borracho o drogado.
Casi en simultáneo, el familiar se tomó un taxi desde Salvador Mazza hasta Cornejo. Cuando llegó, le confirmaron que su hermano sufría ACV (accidente cerebro vascular) y que había que operarlo de urgencia. Facundo vio a su hermano en el shock room del hospital por última vez.
“Démosle la razón por un momento y que mi hermano estaba ebrio. ¿Tantas horas pasaron y ni agua le dieron? ¿Si lo veían así no lo llevaron al médico?. Acá hubo abandono de persona y no lo asistieron. Cuando lo vi a mi hermano estaba como exaltado, tenía las manos hinchadas, la boca seca como con vómito, caminaba de un lado para el otro y como desorientado. El médico me contó que llegó 220 palpitaciones por minuto. Si no es por mi primo que llamó, lo dejan morir en la comisaría y lo ocultan. Sólo lo llevaron cuando estaba por reventar. Estuvo 16 horas sin atención”, lamentó Facundo, entre lágrimas.
Finalmente los médicos le pidieron a Facundo que se retirara. La tomografía indicaba que la situación era crítica y que necesitaban operar. Norberto finalmente fue sometido a una cirugía. Según dijo un cardiólogo en el centro médico, se trataba de un paciente de alto riesgo con “muerte encefálica”. La cirugía salió bien, lograron descomprimir la cantidad de sangre en la cabeza pero el daño era irreversible.
Sin embargo, tras permanecer cuatro días internado peleando por su vida, el camionero murió.
“Los médicos hicieron lo que pudieron pero fue mucho el tiempo que pasó. A mi hermano lo mató la policía y no saben cómo ocultarlo. El trato fue inhumano”, agregó.
Cuando aún estaba en el hospital de Tartagal, Facundo recordó que su hermano llegó en un estado lamentable. Estaba casi sin ropa y cuando preguntó por qué a las enfermeras, le dijeron que era porque estaba mojado. “Pedí que me mostraran el pantalón y cuando vi el lo vi parecía que había cruzado el río, estaba todo orinado. Es decir, mi hermano padeció necesidades básicas y no fueron capaces de hacer algo, lo abandonaron y terminaron matándolo”, detalló.
La respuesta oficial
Infobae consultó con la Policía de Salta sobre el caso. Según el comisario Miguel Velárdez, encargado de prensa de la institución, un llamado al 911 a eso de las 18 horas del domingo 15 de noviembre alertó a las autoridades acerca de que un camionero circulaba zigzagueante sobre la ruta. Cuando lo detuvieron parecía que había ingerido bebidas alcohólicas porque tenía un olor fuerte.
En ese momento -siempre bajo la versión policial- Norberto se negó a hacerse el test de alcoholemia y lo llevaron detenido. Ya dentro de la comisaría comenzó a presentar problemas de salud, lo llevaron hasta un centro de salud y murió. En ese sentido, confirmó que el caso está bajo investigación de la Fiscalía Penal 1 de Tartagal y el área de Asuntos Internos de la Policía provincial.
“Ante cualquier operativo policial que duda inmediatamente se le da participación a Asuntos Internos, que depende del Ministerio de Seguridad y son ellos los que investigan si hay alguna responsabilidad”, explicó el comisario. “Esta persona tenía alcohol etílico según el informe. No pudimos certificar si efectivamente estaba ebrio porque se negó a hacerse el test”, continuó el efectivo.
Facundo descree plenamente de esta versión por dos motivos.
El primero es que su hermano, con 35 años de profesión, jamás tuvo ningún inconveniente en la ruta. “Nunca tuvo un accidente. Antes, cuando existía el escalafón en la licencia nacional habilitante, mi hermano sacaba siempre el uno en las pruebas en grupos de 30 o 40 choferes profesionales. Siempre era el menor. Así que no sé qué quieren inventarle. Pero ponele que había tomado, pasó mucho tiempo y comenzó a mostrarse enfermo. Esto va más allá de si estaba borracho. Acá lo dejaron solo”, dijo.
El otro motivo que lo hace dudar es -además del pésimo estado en el que él mismo vio a su hermano- que hay una diferencia de tres horas entre lo que indica el GPS satelital y la hora en la que supuestamente lo ingresaron a la comisaría. “Para mí se bajó, lo vieron tambalear porque estaba ya con síntomas y se lo llevaron. Es mentira lo que quieren instalar. Y se les ocurrió que estaba borracho. Lo cierto es que no se contactaron ni con la familia, ni con la empresa para la que estaba trabajando, con nadie, se lo llevaron esposado y lo dejaron en un calabozo”, sentenció.
El hecho es grave y la Justicia lo entendió así, ya que intervino de oficio. Según reveló Facundo, la esposa de Norberto aún no hizo la denuncia porque está en estado de shock.
Seguí leyendo: