Encontraron el cadáver de un mecánico atado y envuelto en una sábana en Merlo: investigan su extraña muerte

Un vecino vio el cuerpo de su amigo Ricardo Luis Heredia en el patio delantero de su casa y dio aviso a la Policía Bonaerense: en el lugar faltaba su auto. ¿Se asustó y sufrió un paro que le quitó la vida en el asalto? El fiscal Matías Rappazzo espera los resultados de la autopsia para conocer cómo murió

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La escena del crimen.
La escena del crimen.

Este martes por la noche, un vecino del barrio Pompeya, en el partido bonaerense de Merlo, creyó ver un cuerpo boca abajo, cubierto con una tela en el patio delantero de la casa de un conocido de la zona. El hombre dio aviso al 911 y, cuando los efectivos de la Policía Bonaerense llegaron al lugar, comprobaron que era su amigo y mecánico del barrio, Ricardo Luis Herrera.

El cuerpo, a primera vista, no presentaba signos claros de violencia. Tenía la marca de un golpe en la cabeza, cerca del párpado derecho, una herida que en principio no parecía suficiente para causarle la muerte al hombre de 58 años. La hipótesis del homicidio surgió de las condiciones en las que el personal del Destacamento Pompeya de la Policía Bonaerense encontró el cadáver: Luis Heredia estaba atado de pies y manos en el patio delantero de su casa de la calle Cachimayo 35. Estaba vestido, con un trapo enroscado alrededor del cuello y la cabeza envuelta en una sábana.

La investigación del hecho quedó en manos del fiscal Matías Rappazzo, a cargo de la UFI N°7 de Morón, que supervisó las diligencias en la escena del crimen durante la madrugada de este miércoles y ordenó una serie de medidas para intentar determinar la identidad de los agresores de Heredia.

Según confirmaron fuentes cercanas al expediente a Infobae, a pesar de que el fiscal Rappazzo todavía espera los resultados de la autopsia que determinen exactamente cómo murió el mecánico, el médico forense que examinó el cuerpo en el lugar también sostuvo que podría haberse tratado de un paro cardíaco producido por el susto ante un robo o la sofocación con alguna de las prendas que tenía sobre su cabeza.

“De todas formas se trataría de un homicidio”, adelantó la misma fuente.

La hipótesis de un homicidio en ocasión de un robo es la principal teoría de los investigadores por el momento. La casilla donde vivía Heredia estaba en medio un predio grande un barrio de calles de tierra. En el lugar había al menos 20 autos abandonados y funcionaba como “taller”, allí el hombre atendía a sus clientes, mayormente vecinos de la zona, con quienes tenía buena relación.

Si bien en un principio trascendió que se sospechaba por el crimen de una pareja que había estado con el mecánico en su casa, una fuente judicial negó ante este medio esa versión. Heredia vivía solo y su familia más cercana eran dos hermanas que estaban de viaje en la Costa Atlántica y tenían fecha de regreso para hoy.

La casa de la calle Cachimayo fue encontrada revuelta, típico signo de robo, pero, de acuerdo a las primeras informaciones sobre el hombre, era común que hubiera desorden y, en principio, no se pudo determinar faltante de objetos de valor dentro de la casa. Sin embargo, sí se registró la falta de un Citroën Xsara Picasso gris oscuro que pertenecía a la víctima, que no fue encontrado en el lugar y hasta el momento no apareció.

Marisa, una vecina que vive a tres cuadras de la casa de Luis, indicó en diálogo con Infobae que en la zona se registran casi diariamente distintos hechos de inseguridad, generalmente con mucha violencia: “El barrio o mejor dicho Merlo en general está en una situación lamentable. Sin horarios y sin discriminar edades”.

“En marzo me robaron motochorros a tres cuadras de mi casa. Estaba con mi mamá y hace una semana enfrente mi casa una distribuidora, también motochorros. Hay episodios variados y, para peor, muy crueles. La inseguridad nos lleva puestos”, agregó Marisa, que además es tía de Nicolás Matías Castillo, un joven que fue asesinado por delincuentes para robarle su celular en una parada de colectivo en Moreno.

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