Hoy por la mañana, J.M.A, de 48 años, fue encontrado otra vez frente al paredón de ladrillos de la Quinta de Olivos en la esquina de Maipú y Villate por personal de la división de la Policía Federal que custodia la residencia del presidente Alberto Fernández. Otra vez, sentado en la escalera del perímetro del lugar, llevaba un cuchillo en sus manos y amenazaba con quitarse la vida cortándose las venas, según confirmaron fuentes policiales a Infobae.
El hombre, vecino de la zona, entregó voluntariamente el cuchillo a personal de la PFA y una ambulancia del SAME lo trasladó al Hospital Houssay en Vicente López. J.M.A, ex taxista y sufriría problemas de salud mental: su situación está supervisada por un juzgado de familia.
No es la primera vez que lo hace: J.M.A ya había llegado con un cuchillo a la quinta con amenazas de quitarse la vida hace menos de un mes, el 26 de octubre.
El hombre fue reducido en la vereda y quedó bajo arresto nuevamente. Se aseguró la zona con personal de la dependencia de Policía Federal en la quinta, así como personal de la Sección Bomberos también destinado a la residencia y se pidió apoyo a la Policía Bonaerense, así como una ambulancia del SAME. Ese mismo día, la cúpula de la Policía Federal homenajeó al principal Juan Pablo Roldán, asesinado a puñaladas por Rodrigo Roza, un paciente psiquiátrico diagnosticado con esquizofrenia según su historia clínica. La jueza que investiga su crimen ordenó una pericia psiquiátrica que podrá determinar o no la responsabilidad del psiquiatra del servicio de medicina prepaga que atendía a Roza.
Poco más de un mes antes J.M.A estuvo involucrado en otro hecho de particular gravedad en el perímetro de la Quinta.
El 9 de septiembre pasado, en medio de la tensión de las protestas de la Policía Bonaerense para exigir aumentos de sueldo y mejores condiciones laborales, una bomba molotov explotó en uno de los paredones de la Quinta de Olivos sobre la calle Malaver al 1300. J.M.A fue detenido en el lugar.
Fuentes oficiales detallaron que el agresor llevaba una bolsa que contenía cuatro botellas de plástico y una de vidrio llena de nafta.
El presidente Alberto Fernández fue avisado del incidente pocos minutos después de que se produjera el estallido y desde su entorno le bajaron el tono al hecho. “Es un loquito”, reflexionaron tras saber que el detenido llevaba encima su DNI, un detalle que suelen evitar quienes ejecutan este tipo de acciones con una cuidada planificación y motivaciones políticas.
Efectivamente, fuentes policiales aseguraron en ese entonces que el hombre al parecer sufre problemas psiquiátricos y que podría ser inimputable. Su casa en Florida fue allanada por la PFA, se encontró un bidón de nafta.
Poco después del mediodía, fuentes oficiales recibieron la información de que el ex taxista está efectivamente bajo un expediente del Juzgado de Familia N°2 de San Isidro bajo el rótulo de insanía. También estuvo internado en un hospital bonaerense.
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