Un hombre intentó asesinar a su pareja a mazazos y luego se suicidó de un escopetazo en la cabeza. El hecho ocurrió este sábado, en Virrey del Pino, partido de La Matanza. La intensa trama de violencia de género se produjo en una vivienda ubicada en la calle Villarroel al 2100, cuando Justino Luque, de 73 años, sin poder soportar el proceso de separación que atravesaba junto a su pareja, N.G, de 59 años, tomó una maza y comenzó a golpearla ferozmente.
Los gritos de la mujer alertaron a todo el barrio. Cuando Luque se dio cuenta de lo que le hizo a su ex pareja, decidió quitarse la vida. Dolorida por los golpes, que no llegaron a ser letales, N.G. observó la situación y luego llamó a su hija: “Tu papá me pegó con una maza y después se pegó un tiro en la cabeza”, le dijo y cortó.
Tras el llamado, la hija se dirigió al lugar. Su madre se había envuelto la cabeza con una toalla para intentar contener la sangre, y su padre seguía tendido sobre la cama.
Más tarde llegó la Policía Bonaerense junto al fiscal de la causa Federico Medone a cargo de UFI de Homicidios de La Matanza. Una vez en la escena, los investigadores retiraron todos los elementos probatorios envueltos en sangre. Mientras que N.G tuvo que ser trasladada a un hospital de la zona donde fue revisada por los golpes recibidos.
Según informaron fuentes judiciales, la pareja estaba atravesando por una separación y, si bien aún convivían, no dormían en el mismo cuarto. El funcionario judicial calificó el brutal hecho como tentativa de femicidio.
Pocos días atrás, Lía Isis Vázquez, de 14 años, fue asesinada en una casa del barrio Pujol II de Puerto Madryn. El principal sospechoso es Gabriel Orellana, su ex cuñado, un hombre de 22 años quedó detenido con prisión preventiva.
El hecho conmocionó a la ciudad patagónica. La víctima apareció sin vida en uno de los dormitorios de la vivienda, que tiene sobre la parte delantera un comercio. La escena del crimen apunta a que se trató de un ataque alevoso: le infligió varias heridas de arma blanca en su cuerpo. Lía Vázquez intentó defenderse, ya que tenía cortes en sus manos.
Las autoridades judiciales y policiales respondieron rápidamente ante el femicidio. Tras las primeras averiguaciones y testimonios, se dispuso un importante despliegue policial en el local donde el presunto femicida trabajaba. Lo detuvieron mientras seguía atendiendo al público, como si nada hubiera ocurrido, en las calles Villarino y Corrientes de Puerto Madryn.
El caso escaló ante las máximas autoridades de la provincia de Chubut. El ministro de Seguridad provincial, Federico Massoni, explicó las actuaciones con las que se identificó al imputado del brutal crimen: “Fue identificado por la declaración de los testigos. Y sobre todo por la hermana de la víctima, que fue la que encontró el cadáver y se lo cruzó cuando salía de la casa. Además cuando fue detenido tenía manchas de sangre en la ropa”.
Para los investigadores, no hay dudas de que Orellana fue el autor del ataque. “La calificación escogida es la de femicidio en concurso con femicidio transversal, todo en concurso con homicidio en ocasión de robo, que tiene prevista una pena única de prisión perpetua”, explicó Jorge Burgueño, el fiscal de Puerto Madryn que quedó a cargo de la causa.
Si sufrís o conocés a alguien que sufre violencia de género podés contactar a la línea 144 las 24 horas.
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