En el marco de la investigación por el femicidio de la docente Paola Tacacho, asesinada hace dos semanas en Tucumán por Mauricio Parada Parejas –quien después se quitó la vida–, este viernes se realizó un allanamiento a la casa del autor del crimen donde se encontraron dos cartas del homicida, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae. En ellas, Parada Parejas contaba situaciones que venía atravesando en el último tiempo y anticipaba el asesinato.
El procedimiento, solicitado por el fiscal Carlos Sale y llevado adelante por efectivos de la División Homicidios de la policía provincial, tuvo lugar en el departamento que ocupaba el femicida, localizado en la calle Monteagudo al 800, en la zona norte de San Miguel de Tucumán.
Allí, los investigadores hallaron las dos cartas escritas por Parada Parejas, según se sospecha momentos antes del femicidio y de su suicidio. En una de las misivas, él pide que lo cremen, que nadie se quede con sus pertenencias, se desliga de culpabilidades y responsabiliza a la Justicia por haberlo liberado “sabiendo que tenía esquizofrenia con brotes psicóticos” y a su familia por no haberlo ayudado con la atención médica necesaria.
“Yo no tengo la culpa de nada. No pedí ni voté por nacer. La culpa es de la mamá por ser irresponsable e imprudente en ir a tener hijos cuando no tenía porque ya era vieja, sin pensar. Ya se va a rehacer toda esta basura de siempre. Pongo una maldición al universo y digo, se viene lo peor así que prepárense y voy a estar ahí para reírme, al carajo con todo”, se lee en una de las cartas que lleva su firma y número de DNI.
La otra carta es un borrador escrito a mano en el cual repite la mayor parte del texto pero además agrega que su padre sabía que tenía que llevarlo con un especialista que atendiera su condición de salud pero “no hizo nada” y que por el contrario lo “malcriaron toda la vida”.
A continuación, se refirió a Paola: “Nadie me culpa a mi de nada. Esta cajetuda Tacacho se acercaba todo el tiempo queriendo provocar ahora tiene lo que se merece”
En otro pasaje también se lee que “la culpa es de todos los políticos, de la sociedad que los vota y que les hacen caso sin pensar”. Y el texto cierra con las siguientes palabras: “No me arrepiento de ‘nada’ ni tampoco pido perdón ‘jamás’. No se acomoden, prepárense porque se viene el fin de todo y estarán ahí para ver cómo todo se cae”.
En el allanamiento al departamento del atacante no se encontraron indicios de una posible ayuda por parte de terceros. El fiscal Sale cree que planificó el ataque por sus propios medios. Con todas las pruebas recolectadas, la investigación está próxima a cerrarse.
El crimen ocurrió el viernes 30 de octubre en pleno centro de la capital provincial. Esa noche, Paola salió del gimnasio y se dirigía a su casa cuando Parada Parejas la interceptó, cuchillo en mano, y la mató de al menos seis puñaladas, una de ellas por la espalda, contra la vidriera de un local. Una cámara de seguridad filmó parte del ataque.
Mientras Paola agonizaba en el lugar, un grupo de vecinos creyó que se trataba de un robo y lo cercó para evitar que se escapara. Ante esta situación, Parada Parejas se suicidó con el mismo cuchillo.
Paola tenía 32 años y era profesora de inglés. Parada Parejas había sido alumno suyo en 2014 en un instituto terciario. Poco después de conocerla comenzó a hostigarla. La acosaba y amenazaba de muerte a ella y a su familia. Esto está acreditado en las 13 denuncias en el fuero Penal y el fuero Civil que la víctima hizo entre noviembre de 2015 y mayo de 2020.
El juez Francisco Pisa –que intervino en una de las denuncias que realizó la docente y sobreseyó a Parada Parejas– presentó su renuncia luego de que se presentaran dos pedidos de juicio político contra él.
En un audio que se conoció tras el crimen, se la escucha a Paola contando el calvario que vivía. “Me quiero sentir por fuera de esto, sé que no me tiene que molestar, sé que son mensajes vacíos que no tienen sentido, sé que físicamente el chabón no me va a hacer nada, pero no puedo evitar ponerme loca cuando me llegan, me arruinan el día”, relató.
Una ex alumna que compartió clases con el femicida dijo en diálogo con Infobae que "él era muy raro, no se daba con nadie. No hablaba y no quería hacer trabajos grupales para no dar su teléfono. No llegó a completar el semestre y dejó de ir a clases, pero igual siempre estaba afuera del instituto”.
Ella, al igual que Paola, también fue víctima de acoso por parte de Parada Parejas a través de cuentas truchas que armaba en Facebook para intimidarlas. “Con mi nombre se hizo un par. Me mandó varios mensajes, incluso hasta el año pasado me llegaron, pero eran muy esporádicos. La obsesión mayor siempre fue con Paola, porque iba a su departamento, le tocaba el timbre, sabía sus recorridos”.
La ex alumna relató un episodio que sucedió cuando todavía era compañera del homicida: “Se enojó mucho cuando Paola le puso una ‘mala nota’. Y por mala nota me refiero a un 8,50. Me acuerdo de eso porque estábamos sorprendidas de la reacción por esa nota”.
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