La pandemia del coronavirus profundizó las problemáticas que padece la Argentina y la inseguridad es una de ellas. Con una situación sanitaria estable y con la apertura de casi la totalidad de actividades, lo que ahora más preocupa a la población es el crecimiento del delito.
Así lo reveló un informe elaborado por el Observatorio Gente en Movimiento, que aborda las principales inquietudes de los porteños y muestra cómo evolucionaron en los últimos meses en medio de la cuarentena.
De acuerdo al relevamiento, coordinado por la periodista y diputada nacional por el Frente de Todos, Gisela Marziotta, el 81% de los porteños prefiere no ir de noche a un parque porque se siente inseguro y que la mayoría (75%) aprueba el uso de las pistolas Taser para combatir la delincuencia.
“Cuando desde el observatorio medimos por primera vez el porcentaje de los porteños que deseaban irse de la Ciudad, planteamos la posibilidad de que el alto porcentaje esté influenciado por la situación epidemiológica y las consecuentes medidas de aislamiento. Hoy, con el foco del coronavirus puesto en el resto del país y con las medidas de aislamientos flexibilizadas, podemos inferir que el descontento de los habitantes con la calidad de vida en la Ciudad no responde al coronavirus sino a aspectos preexistentes”, sostiene el informe.
Con respecto al uso de las Taser, los ciudadanos hicieron una aclaración: consideran que las fuerzas policiales no están bien entrenadas para su uso y recomendaron poner el foco en la necesidad de un mayor entrenamiento que implica, entre otras cosas, la responsabilidad del funcionario policial que las utiliza y el escenario en el que lo hace.
Actualmente, la Ciudad de Buenos Aires tiene 650 uniformados cada 100 mil habitantes, más del doble de lo recomendado por la ONU, y se ubica entre las capitales de Latinoamérica con mayor cantidad de uniformados por habitante.
Sin embargo, los porteños no se sienten seguros y el 58% de los porteños cree que la Policía de la Ciudad no está correctamente entrenada para hacerle frente a la inseguridad y mucho menos para emplear las Taser.
Este tipo de armas no letales se utilizan en más de 100 países y el reciente asesinato del policía Juan Pablo Roldán en la Ciudad de Buenos Aires reactivó el debate sobre la necesidad de incorporarlas a la fuerza ya que 1 de cada 2 porteños sostiene que la inseguridad ha empeorado en los últimos 3 meses.
Incluso, la escalada de la inseguridad llevó a los ciudadanos a replantearse vivir en otro distrito debido a que empeoraron su calidad de vida. En ese aspecto, un 45% de los porteños sostuvo que quiere irse a vivir fuera de la Ciudad.
“Si vemos la evolución desde el mes de julio y teniendo en cuenta el margen de error de ambos estudios, la cantidad de porteños que si pudieran se irían de la Ciudad se mantiene y casi llega a la mitad de la población”, advierte el estudio.
El hecho de que se mantengan los valores es un indicador en sí mismo. "En el mes de julio se podría haber pensado que ese porcentaje estaba contaminado o inflado porque había mayores restricciones por las medidas sanitarias de aislamiento. Hoy en día con una mayor cantidad de actividades recreativas y laborales habilitadas, el porcentaje de porteños deseosos de partir se mantiene alta”, enfatiza el informe.
Otro problema que detectó el relevamiento fue que casi la mitad (47%) también considera insuficiente el disfrute en los espacios verdes. “Existe toda una trama de actividades que los ciudadanos dejan de hacer para evitar ser víctimas de delitos. Entre ellos está el uso de los parques y espacios público”, remarca el Observatorio ente en Movimiento debido a que los ciudadanos desisten de hacer planes al aire libre para no ser víctimas de delitos.
La incorrecta distribución de los espacios verdes fue otro de los aspectos criticados por el informe. Mientras la Organización Mundial de la Salud recomienda 9 metros cuadrados de espacios verdes por habitante, la Ciudad tiene tan solo 6, pero distintas estimaciones que eliminan a canteros, plazoletas y otros lugares no aptos para el ocio calculan que la Ciudad tiene solamente 4,9 metros cuadrados de espacios verdes por habitante.
Un ejemplo de ello son las comunas 3 y 2, con entre 20 y 40 centímetros cuadrados por habitantes contra los 14 y 18 metros cuadrados que hay en las comunas 1 y 8, respectivamente.
No obstante, pese a que los terrenos podrían ser transformados en parques y espacios verdes, el relevamiento hace hincapié en que en los últimos 12 años se vendieron 473 hectáreas de terrenos públicos. Aquí, resuena el dato acerca de que el 53% de los porteños está en contra de la venta de los terrenos de Costa Salguero y el 34% no sabe o no estaba al tanto de la situación.
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