Gustavo Ricardo Mariño, de 39 años, era un hombre muy violento. Era habitual que llegara a su casa de la localidad bonaerense de Valentín Alsina, en el partido de Lanús, y agrediera a su concubina, Laura Giménez, de 31 años. Algunas veces solo se quedaba en gritos e insultos, pero otras pasaba a la violencia física.
Este sábado por la mañana, un nuevo episodio de violencia de género desencadenó en una tragedia peor en la que también estuvo involucrado el hijo de la mujer. Es que harto de ver cómo el hombre -en un completo estado de ebriedad- descargaba su furia contra ella, decidió defenderla y lo ahorcó.
El hecho ocurrió en el interior de una casa situada en Coronel Erezcano al 2400, entre Doctor Ricardo Balbín y Paso de la Patria, cuando Mariño comenzó a discutir con su pareja porque ella le recriminó que bebiera alcohol en abundancia.
De acuerdo a lo informado por fuentes policiales, “el adolescente de 15 años intervino en la discusión y tomó del cuello a Mariño por unos breves segundos arrojándolo en la cama para luego salir en pedido de ayuda”.
Tras recibir un llamado al 911, los integrantes del Comando Patrulla de Lanús se hicieron presentes en la vivienda y constataron que el hombre yacía sin vida en una de las habitaciones.
Luego de inspeccionar el cuerpo determinaron que “la víctima no presentaba lesiones y que la mecánica del deceso pudo haber sido el ahogo con su propio vómito a raíz de una bronco aspiración, la cual resultó ostensible por el liquido en la vía aérea superior”.
El menor fue apresado por los efectivos y puesto a disposición del doctor Collazo, titular de la UFI de Responsabilidad Juvenil Nº 4 de Lomas de Zamora, que calificó el hecho como “homicidio”.
Desde el 20 de marzo, que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, hubo un promedio diario de 263 llamadas a la Línea 144. Según informó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad el 89 por ciento de las víctimas sufren violencia doméstica. Pero hay casos como el de Laura Giménez que nunca llegan a formar parte de las estadísticas porque no se animan a denunciar sus agresores hasta que es demasiado tarde.
Un enorme problema es que la justicia dispone de medidas de prohibición de acercamiento pero los agresores no responden y, de todas maneras, arremeten contra las víctimas. Por eso, las medidas de protección resultan insuficientes; aún cuando se dispuso prorrogarlas automáticamente durante la cuarentena.
Por estas razones, hay que recordar que las víctimas de violencia pueden irse de su casa, trasladarse entre provincias (si necesitan ir a la casa de la madre, volver a su lugar de residencia o viajar hasta lo de una amiga) y usar el transporte público. Además en los casos de violencia extrema cuentan con Hogares de Protección Integral (HPI) o con hoteles sindicales para que puedan irse del hogar en donde se encuentran en peligro.
Desde la vigencia del aislamiento social, el gobierno incorporó nuevos canales de atención vía mail (línea144@mingeneros.gob.ar) y Whatsapp (11-2771-6463 / 11-2775-9047 y 11-2775-9048), además de la ya conocida línea telefónica 144.
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