Un grupo de militantes del Partido Obrero denunció ante la Justicia porteña que la noche del martes 3 de noviembre cerca de 20 hombres identificados con tatuajes neonazis los atacaron a golpes de puño y patadas mientras pintaban un mural en homenaje a Mariano Ferreyra, asesinado por una patota sindical durante una marcha en Avellaneda, una década atrás.
El hecho ocurrió en la plaza 24 de Septiembre, ubicada en la Avenida San Martín y la calle Rojas de Capital Federal, a metros del monumento del Cid Campeador. Los militantes de izquierda se habían autoconvocado para restaurar un mural conmemorativo con el rostro de Ferreyra. “Cuando estábamos casi terminando, de manera intempestiva y sin que mediara palabra fuimos atacados por una horda de sujetos a traición, por la espalda comenzaron a golpear a los compañeros, tirándonos al piso, y pegándonos entre varios golpes de puños y patadas pero también con objetos contundentes”, relató una de las víctimas, cuyo testimonio fue incorporado a la denuncia presentada ante la Justicia por las abogadas Liliana Alaniz y Claudia Ferrero.
Según el relato de una de las personas agredidas, los atacantes no distinguieron entre hombres y mujeres. “Nuestras compañeras recibieron cachetazos, golpes con los baldes de pintura, a una de ella le arrojaron cal en la cara y la escupieron”, detalló. Si bien en la denuncia no especificaron la cantidad exacta de atacantes, declararon que creen que fueron entre 15 y 20 personas “porque pegaban entre cuatro o cinco al mismo tiempo".
Las víctimas explicaron que los agresores eran todos hombres de entre 19 y 25 años aproximadamente. Algunos de ellos fueron identificados a las pocas horas por las redes sociales y la Justicia ya investiga su implicancia en los hechos. “Estas personas se reivindicaban como skinheads, y mientras nos pegaban y agredían manifestaban todo su odio por nuestra condición de ‘zurdos’”, denunciaron Francisco José Uriona, Federico Ernesto Imas y Manuel Agustín Landin a la Justicia a través de sus abogadas.
“Durante todo el episodio, donde nos atacaban una y otra vez en el piso, y entre varios, de una manera imposible de detenernos nos hacían referencia a su ideología y proferían amenazas que no volvamos a pintar la pared con ‘ese zurdo de mierda’”, agregaron los militantes. La causa será investigada por la titular de la fiscalía criminal y correccional 15 de Capital Federal, a cargo de María Fernanda García, quien recibió la denuncia este viernes.
Federico Imas fue uno de los primeros atacados por sorpresa. De acuerdo con lo que figura en la denuncia, lo tumbaron al piso, le pegaron en un ojo y en la boca. En un momento logra escaparse y presa del estado de shock cruzó la calle y se alejó para evitar que le siguieran pegando, con dolores de cabeza. Además de agredirlo le robaron un bolso donde tenía auriculares y las llaves de su casa.
A Manuel Landin lo tiraron al piso y entre tres personas le dieron patadas en los brazos y las piernas. Cuando logró levantarse tropezó y le volvieron a pegar. “Intentaron robarle la mochila y continuaron pegándole hasta que pudo alejarse de ellos”, contó a este medio la abogada Alaniz.
Probablemente la peor parte se la llevó Francisco Uriona, a quien los agresores le fracturaron el tabique nasal. “Fue a uno de los primeros que van a golpear, cuando logra alejarse, ve cómo entre varios le pegaban a Manuel y por eso intenta acercarse pero tropieza y comienzan a pegarle patadas en la cabeza cuando estaba tirado en el piso. Cuando logra levantarse, cruza la calle y nuevamente lo atacan, lo vuelven a tirar al piso y le siguen pegando”, se detalla en la denuncia presentada a la fiscal García. A Uriona los agresores le dijeron que le pegaban porque era militante del Partido Obrero y que se “cagaban en Mariano”.
Uriona terminó en un hospital donde, producto de los golpes en la cabeza, debieron realizarle una tomografía. El joven militante estuvo internado en observación durante horas. Además, los atacantes le robaron su mochila donde tenía su DNI, su billetera con $3.300, la cédula verde de su moto, licencia de conducir, tarjeta de débito, carnet de obra social y credenciales de su afiliación en los sindicatos Ademys y UTE y también la ficha censal del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires donde consta el número de legajo como trabajador. “Esto también genera gran temor porque en estos personajes tienen la dirección de su casa”, explicó Alaniz.
Desde Ademys explicaron que Uriona trabaja como docente en la escuela 19 de Capital Federal. En su cuenta de Twitter agregaron: “Los atacantes que se identificaron con tatuajes neonazis y sin mediar palabra comenzaron a golpear a los compañeros”.
“De modo alguno se trató de una riña o un enfrentamiento. Se trató de un ataque con saña y odio ideológico contra nosotros, donde el grado de violencia no tiene ningún tipo de justificación y donde sólo pudimos atinar a cubrirnos”, remarcaron en la denuncia Francisco José Uriona, Federico Ernesto Imas y Manuel Agustín Landin. Las abogadas de las víctimas pidieron a la Justicia que a los agresores se los impute por los delitos de lesiones leves, lesiones graves, lesiones agravadas por haber sido cometidas contra una persona por su pertenencia política y en un contexto de violencia de género, robo simple por el uso de violencia y por robo agravado por ser cometido en poblado y en banda. “La motivación de los perpetradores fue el rechazo, el desprecio y el odio hacia la orientación política y la militancia asumida de las personas lesionadas”, agregaron.
En la denuncia, las abogadas Alaniz y Ferrero aportaron información sobre los presuntos agresores. “Si bien no podemos identificar con nombre y apellido a cada uno de ellos, hemos logrado conseguir algunas pruebas que dan cuenta del odio ideológico que manifiestan y la peligrosidad de estos sujetos”, explicaron, y adjuntaron un video publicado en Instagram por uno de los sospechosos.
En esas imágenes, el presunto agresor (un joven varón) relata la agresión y dice, textualmente, que “le chupa la verga Mariano y fulanito”. Y justificó la agresión al decir que defendía “su pared”, donde había homenajeado a un amigo fallecido recientemente, y "la taparon con esa mierda del Partido Obrero”. Además de este sospechoso, fueron identificados otros dos, de quienes se señalaron referencias puntuales, especialmente tatuajes. Algunos de ellos exhiben simpatía por simbología nazi en las redes sociales.