Imputaron a tres de los mapuches que tomaron una iglesia de El Bolsón y golpearon al sacerdote

Se trata de dos mujeres y un hombre a los que se les inició una causa por los delitos de privación de la libertad personal y daños calificados

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Así quedó la iglesia tras la violenta ocupación (Fotos: Gonzalo Keogan)
Así quedó la iglesia tras la violenta ocupación (Fotos: Gonzalo Keogan)

La Justicia de Río Negro imputó por los delitos de privación de la libertad personal y daños calificados a tres integrantes del grupo de mapuches que ayer ingresó a la parroquia Nuestra Señora de Luján de la localidad de El Bolsón, golpeó al sacerdote y tomó de rehén a otro miembro de la congregación.

Se trata de dos mujeres y un hombre que fueron liberados tras la formulación de cargos y a los que también se les impuso una orden de restricción: no podrán acercarse a los párrocos de la iglesia y a las víctimas. “Buscamos así pacificar la situación y desentrañar un conflicto más profundo en el marco de la investigación”, afirmó el fiscal Francisco Arrien, de la unidad descentralizada local.

Las otras personas que participaron del acto vandálico -fueron alrededor de 12, casi todos encapuchados- no pudieron ser identificadas. Según se supo, primero ingresaron dos mujeres del grupo con la excusa de utilizar un baño de centro religioso. Pero una de ellas luego abrió una de las puertas de acceso y los demás se adentraron e iniciaron una violenta ocupación durante la cual provocaron serios destrozos en el interior, con pintura en las paredes, daños en algunas piezas sagradas y roturas en los bancos de la capilla.

Los mapuches provocaron serios destrozos en el interior de la parroquia
Los mapuches provocaron serios destrozos en el interior de la parroquia

“Una vez adentro el grupo trabó con bancos de madera la puerta de ingreso a la iglesia, realizando pintadas con pintura roja en las paredes y en los símbolos religiosos, manifestando que querían tener una comunicación telefónica con el obispo de San Isidro, ya que se iba realizar una audiencia por conflictos mapuches. Instantes después tres de los implicados fueron detenidos en la vía publica”, contó el fiscal.

Y agregó: “Tres o cuatro de ellos tiraron al piso al párroco Ricardo Cittadini, quien logró escapar hacia afuera de la parroquia, quedando dentro de la misma el Fray Ariel Borras, sin poder salir”. Estuvieron durante más de una hora dentro de la capilla, ubicada en el corazón de la localidad rionegrina, a metros de la plaza principal del lugar y del centro comercial.

Los involucrados mancharon paredes con pintura, dañaron algunas piezas sagradas y rompieron bancos de la capilla
Los involucrados mancharon paredes con pintura, dañaron algunas piezas sagradas y rompieron bancos de la capilla

La pintoresca iglesia forma parte del circuito histórico y turístico de El Bolsón. Fue construida por la Orden Franciscana en la década del ’50. Tiene una torre con un campanario que sobresale por encima de las edificaciones bajas de la localidad andina y está revestida en piedra con detalles en madera. Es el lugar de reunión y culto de los católicos que residen en esa localidad rionegrina.

En el altar sobresalen la imagen de Cristo Crucificado junto a la Virgen de Lujan y en el frente las de San Francisco y San Antonio. Varias de esas esculturas fueron pintadas por los encapuchados, quienes repudiaron a la Iglesia y vulneraron símbolos de culto para los creyentes.

Tres de los integrantes del violento grupo fueron imputados
Tres de los integrantes del violento grupo fueron imputados

El violento episodio ocurrió horas antes del inicio de una audiencia virtual en la que el abogado defensor de los mapuches, Nelson Vigueras, apelará el fallo del juez de garantías Martín Arroyo de desalojar el predio ocupado en Villa Mascardi por miembros de la comunidad lof Winkul Lafken Mapu. Ese predio pertenece al obispado de San Isidro, cuyo titular recibió en los últimos días reclamos por parte de mapuches que piden un espacio de mediación.

El juez Sergio Pichetto dispuso un tiempo de investigación de cuatro meses y calificó de “lógica" la medida solicitada por el fiscal interviniente, "por los hechos descritos y por lo inminente de la investigación que recién comienza”. El magistrado detalló qué acciones implica la prohibición de contacto y aclaró que cualquier violación a esta orden de acercamiento y contacto traería aparejado nuevos delitos y una medida cautelar más gravosa.

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