Esta semana, Nicolás Gualco volvió a quedar en el centro de la atención mediática después de que la Justicia de Mar del Plata librara una orden para detenerlo. El actor y modelo está acusado de participar del robo de USD 25.300 a un amigo suyo en la ciudad costera el 6 de julio pasado. Lo señalan como quien entregó a la víctima a manos de un ladrón armado que también está siendo buscado por la policía.
Gualco adquirió cierta popularidad a partir de su participación en la segunda temporada de la exitosa serie El Marginal, en la que interpretó a “Raviolito”, uno de los secuaces del personaje que encarnaba Roly Serrano como líder de la cárcel de San Onofre.
Para la Justicia y la prensa policial, sin embargo, su rostro no era nuevo.
Mucho antes de su aparición en televisión, Gualco estuvo detenido varios años en el marco de una causa por narcotráfico. El 2 de noviembre de 2011, el Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº 3 lo condenó a 6 años y 8 meses de cárcel por el delito de contrabando de exportación de estupefacientes en grado de tentativa.
En ese mismo fallo, los jueces Luis Alberto Imas, Horacio Alberto Artabe y Karina Rosario Perill, también condenaron al resto de los acusados: Angie Sanclemente Valencia (6 años y 8 meses), Daniel Monroy (6 años y 8 meses), Gustavo Páez Arneses (6 años y 2 meses), Ariel Letizia (3 años en suspenso), María Noel López Iglesias (3 años en suspenso). La Justicia comprobó que todos tuvieron, con mayor o menor responsabilidad, participación en un plan para trasladar cocaína a México.
Todo comenzó después de que Gualco se fuera a vivir unos años a México para continuar su carrera de modelaje. Allí conoció a Angie, modelo y actriz colombiana que estaba instalada en ese país desde 2001.
Según contó ella, se conocieron en un boliche y se enamoraron "a primera vista”. Se pusieron en pareja en 2009 y al poco tiempo comenzaron a convivir. La relación avanzó rápido y él le propuso matrimonio. Ella aceptó y aterrizó en la Argentina el 7 de diciembre del 2009, con la supuesta excusa de conocer a la familia de Gualco (ya había viajado un mes antes) y casarse. La investigación concluyó que en realidad la visita a este país era para concretar el primer envío de droga.
Angie vino con sus dos gatos y derrochando “glamour” al paso, dijo uno de los acusados al momento de dar testimonio. Se instaló en un hotel del microcentro porteño. Algo que llamó la atención fue que ella no se registró con su nombre, sino que lo hizo como Carolina Jaramillo. Ese hotel y otros de la ciudad fueron lugares de encuentro para la banda, que tuvo varias reuniones en los días siguientes.
Quien se encargó de conseguir la cocaína según documentos judiciales fue el tío de Gualco, el profesor de artes marciales Daniel Monroy, que contaba con la ayuda del venezolano Gustavo Páez Arneses, cuyo rol era ocuparse de los preparativos de los futuros viajes, de comprar los pasajes, de armar las valijas con estupefacientes, de llevarlas hasta el aeropuerto. El destino de la droga era una organización narco en México.
Antes de regresar a Argentina, Gualco reclutó en México a mujeres para hacer de “mulas”. Las chicas debían reunir cierto perfil. Debían ser lindas y de aspecto formal, no llamativas. La idea era empezar con los viajes a principios de 2010. Pero un pedido desde México hizo que se apuraran las cosas: había que hacer el primer envío antes de fin de año. El problema que surgió en ese momento fue que las chicas con las que Gualco había hablado no estaban disponibles hasta enero. Ahí fue donde aparecieron en escena Ariel Letizia y María Noel López Iglesias.
Ariel Letizia y López Iglesias eran pareja. El hombre era modelo y personal trainer. Vivía en Mar del Plata y conocía desde hacía varios años a Gualco, oriundo de la misma ciudad. El actor se le acercó para hacerle una propuesta: que se encargara de reclutar mujeres. A Letizia le interesó y le ofreció la tarea a su novia. Le dijo a ella que le pagarían USD 1000 antes del viaje y otros USD 4000 a la vuelta. López Iglesias, que por entonces tenía 21 años y estaba desocupada, aceptó.
Una vez todo acordado, el 3 de diciembre hicieron un viaje a México, a modo de simulacro para lo que se venía y para que López Iglesias conozca a la gente con la que se iba a contactar en aquel país.
Finalmente llegó el día de llevar la droga, el 13 de diciembre de 2009. Eran 55.592 gramos de clorhidrato de cocaína que fueron distribuidos en 50 paquetes de látex y cinta adhesiva y escondidos en dos valijas. Gustavo Páez Arneses llevó a María López Iglesias hasta el Aeropuerto de Ezeiza y estuvo junto a ella hasta que despachó el equipaje a la bodega del avión. La mujer le entregó con disimulo los marbetes de seguridad a Gustavo y este luego se los dio a otra persona que viajaba en el mismo avión e iba a retirar la valija en México, sin cruzarse en ningún momento con López Iglesias.
El plan, sin embargo, se cayó en el control aduanero: la cocaína fue detectada por agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria en un escaneo de equipaje.
María López Iglesias fue arrestada y más tarde confesó la operatoria. Letizia hizo lo propio. Gualco también, asegurando que su tío lo metió en esto con la promesa de que en un día iba a ganar lo mismo que ganaba en un año como modelo. Los únicos que ensayaron una defensa fueron Monroy y Angie. La mujer colombiana se pronunció inocente, aunque con el tiempo reconoció ser “cómplice de algo muy malo”. Lo cierto es que la investigación concluyó que fue el nexo internacional con los destinatarios finales del contrabando. Sin ella no había negocio.
Las crónicas de la época la presentaban como la “narcomodelo” o “Reina de la coca” (en el seno de la organización, donde todos tenían alías, se la conocía como “Pepo” o “Diamante”). También afirmaban antes de su noviazgo con Gualco habría mantenido una supuesta relación con un capo narco mexicano y que con algo de experiencia habría decido buscar nuevas rutas. Pero esa versión nunca quedó clara.
En toda esta historia hubo, además, otra figura del ambiente del espectáculo condenada. Se trató de la ex modelo Gabriela Karina Ayala, más conocida como Gabriela Vitale o “Chica G”. Ella aportó a la logística y fue considerara como partícipe secundaria, según entendieron los jueces Claudio Gutiérrez de la Cárcova, Susana Castro de Pellet Lastra y César Osiris Lemos del Tribunal Oral Penal Económico 3. Su participación se limitó a proporcionar canales de comunicación entre dos facciones de quienes quisieron llevar adelante la maniobra. En octubre de 2014 recibió una pena de 3 años de prisión en suspenso.
Después del primer intento fallido y a pesar de que Letizia, López Iglesias y Páez Arneses ya habían sido detenidos, Gualco y Monroy comenzaron a planear junto con sus aliados del exterior traficar sustancias mediante la creación de una empresa “fantasma” exportadora de pescados o cueros. Eso no prosperó y ambos cayeron al poco tiempo.
Gualco estuvo unos días en Mar del Plata y fue detenido el 6 de enero de 2010. Mientras tanto, su novia se mantuvo prófuga unos meses más, hasta mayo siguiente. Ella explicó luego a la Justicia que no se entregó por recomendación de su abogada, quien le habría dicho que para ella iba a ser algo delicado, que la iban a rapar, a encerrar, a dar de comer sólo una vez por día.
Angie recuperó la libertad en septiembre de 2013 y de inmediato se subió a un avión de regreso a su país. Ese mismo año, Gualco fue beneficiado con salidas transitorias (tuvo una conducta ejemplar en prisión según las evaluaciones de las autoridades penitenciarias). Finalmente, el hombre dejó el penal de Devoto de manera definitiva el 17 de mayo de 2014.
Una vez que cumplieron sus etapas bajo arresto, ambos emprendieron nuevos caminos por separado. Ella eligió el perfil bajo y se alejó de los medios. Se casó y se volcó al lado religioso: hace seis años está al frente de la fundación “A los Pies de Cristo”. Él, por su parte, encontró en el jiu jitsu una práctica que lo apasiona. Luego, llegó “El Marginal”.
La vida de Gualco había tomado un giro drástico. Pasó del lujo a la oscuridad y logró salir de ese pozo. Pero ahora la Justicia va nuevamente tras sus pasos. Su situación comenzará a esclarecerse en los próximos días, cuando se resuelva un pedido de eximición de prisión que presentó su abogado defensor. Su abogado defensor dijo que en caso de que la solicitud sea rechazada, el actor se pondrá a disposición de la ley.
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