Caso Neuss: los resultados del dermotest de pólvora indican que la esposa del empresario femicida habría intentado defenderse

Así lo sugieren estudios para detectar rastros de pólvora en las manos de Jorge Neuss y Silvia Saravia, encargados por la fiscal del caso a la división Microscopía Electrónica de Policía Científica de La Plata

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Neuss y su esposa y
Neuss y su esposa y víctima en un evento en La Rural

El 10 de octubre, Jorge Justo Neuss, empresario y heredero de una de las fortunas históricas del capital argentino, mató a su pareja y madre de sus hijos, Silvia Saravia, en la habitación matrimonial de su casa en el country Martindale. Tras matar a Saravia, Neuss intentó quitarse la vida: se disparó a sí mismo en la cabeza, fue encontrado con vida por personal policial y trasladado en ambulancia al Hospital Austral, donde finalmente falleció.

Tras el fallecimiento de Neuss a las 15:00 en el Hospital Austral, la fiscal María José Basiglio inspeccionó la escena junto al jefe del Cuerpo Médico Forense provincial: el cadáver de Saravia continuaba allí, mientras un equipo interdisciplinario contenía emocionalmente a los hijos de Neuss, que llegaron luego.

Hoy, casi un mes después, se conoce una nueva prueba clave: el resultado del dermotest de pólvora, que la fiscal Basiglio encomendó a la división Microscopía Electrónica de Policía Científica en La Plata sobre las manos de víctima y victimario para determinar quién disparó mediante restos de plomo, bario y antimonio.

El test, efectivamente, dio positivo en la mano derecha de Neuss, confirmaron fuentes de la causa a Infobae.

También hay deflagración de pólvora en las manos izquierdas de Neuss y de Saravia, producto de la dispersión producida: el hallazgo en Saravia, cree la fiscal, es indicativo de una posible maniobra de defensa.

La mansión de Jorge Neuss
La mansión de Jorge Neuss y Silvia Saravia en el exclusivo barrio Martindale, de Pilar, donde ocurrió el femicidio

De acuerdo a la reconstrucción de las horas previas al femicidio, se supo que Saravia y su hija habían decidido alejarse de Neuss. Para salir de la espiral de violencia y maltrato en la que se sentían atrapadas, Lucila Neuss le propuso a su madre irse ese fin de semana fatal a un campo que la familia tiene en Sierra de la Ventana.

Saravia le había pedido a Lucila que la cobijara la noche del viernes en su casa para evitar dormir con su marido. Era la primera vez que eso sucedía. Según fuentes judiciales, la hija del matrimonio declaró que su madre apenas le dijo que hubo “una discusión” y que ella no le dio más trascendencia. Sin embargo, allegados a la familia confirmaron a Infobae que el plan para irse del exclusivo country Martindale (donde la pareja y los cuatro hijos tienen sus respectivas casas) existió pero no llegó a concretarse.

Pasadas las 12 del mediodía de ese día, Saravia, su hija y sus nietos salieron en auto de la casa de esta. El destino final era efectivamente Sierra de la Ventana. Lucila manejó hasta la casa de sus padres, estacionó en la puerta y su idea era acompañar a su madre a juntar ropa y salir de Martindale hacia el campo familiar. Pero en ese momento una vecina de Martindale la llamó por teléfono y le avisó que tenía unas lámparas que ella le había encargado y que podía pasar a buscarlas. Entonces Lucila fue para allá. “Mamá, subí y hacé el bolso que yo en tres minutos te vengo a buscar”, le habría dicho a Saravia.

Pero apenas unos segundos después recibió el llamado de una de las empleadas domésticas de la casa de sus padres. En total estado de shock, la trabajadora le avisó que había escuchado dos disparos adentro de la casa.

Hubo tensiones en la familia
Hubo tensiones en la familia tras el crimen ya que los tres hijos varones decidieron enterrar a sus padres juntos (Maximiliano Luna)

Lucila Neuss, entonces, como estaba con sus hijos y también sumida en el impacto de lo que acababa de oír, avisó a sus hermanos Juan, Patricio y Germán para que fueran a la casa. El primero en llegar fue Patricio, que era el que estaba más cerca, y minutos después de las 13 del sábado pateó la puerta de la habitación de sus padres y encontró a Saravia asesinada de un balazo en la cabeza y a su padre agonizando a un costado después de pegarse un tiro en la sien.

El testimonio de la hija de alguna manera contradijo lo que hasta ese momento habían declarado sus hermanos y las empleadas domésticas de la casa, quienes negaron cualquier tipo de forma de violencia de género de parte de Neuss hacia su esposa e incluso, al principio, elaboraron una hipótesis del suicidio acordado, que fue rápidamente descartada por los peritos forenses.

Días más tarde, una de las dos empleadas de la familia Neuss, únicas testigos del crimen, volvió a declarar ante la Justicia y respaldó el relato de Lucila, afirmando que el empresario y su esposa habían mantenido una pelea importante y que, por eso, ella se había ido de la casa el viernes.

La testigo dijo ayer que ella cree que “no pasaron más de 10 minutos” desde el momento en que vio llegar a su patrona a la casa el mediodía del sábado y escuchó el primer disparo (que ella creyó que había sido el ruido de un camión), lo cual es coincidente con las pruebas tecnológicas, que indican que a las 12:37 Neuss estaba solo (a esa hora les mandó dos SMS a amigos para saludarlos por sus cumpleaños) y que a las 12:51 ambos, él y su esposa, estaban muertos.

La empleada no fue muy específica sobre el contenido de las discusiones de Saravia y Neuss pero sí dijo que los problemas en el matrimonio existían y que anteriormente ya habían ocurrido escenas parecidas pero que ella consideró peleas “no tan grandes”.

Con información de Martín Candalaft

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