Tras estar –al menos– diez meses supuestamente usurpada y ser pintada de otro color, la casa de Cariló de la empresaria Viviana Villena fue desalojada ayer por la tarde. Los ocupantes, una familia proveniente de Mar del Plata, no se resistieron a la medida autorizada por el Juzgado de Garantías N° 6 a cargo de David Mancinelli. La inesperada situación, que tiene detrás una historia de papeles truchos y falsos alquileres, había sorprendido a la dueña de la propiedad el 5 de enero pasado, cuando llegó a su casa de veraneo y se encontró con un grupo de personas que decían tener “un contrato de alquiler por dos años” .
Villena hizo la denuncia en la Fiscalía Descentralizada N° 5. Pero el fiscal Eduardo Elizarraga creyó en un primer momento que podría tratarse de una cuestión civil, al encontrar allí a un jubilado marplatense que exhibió un supuesto contrato de alquiler con la empresa titular de la casa, una constructora con domicilio en San Miguel, que preside Villena.
Poco después, Villena acercó al secretario de Seguridad de Pinamar, Lucas Ventoso. “Ella se presentó en mi oficina con la denuncia que había hecho en enero y toda la documentación: escritura, la sociedad constitutiva propietaria del inmueble, el informe de dominio”, contó el funcionario, quien en consecuencia decidió intervenir para resolver el conflicto.
El martes, un día antes del desalojo, luego de que la Justicia encontrara allí a una familia marplatense que invocaba otro contrato de alquiler, Ventoso fue hasta la casa y desde un campo de golf lindero tomó fotografías.
Los ocupantes se percataron de la presencia de Ventoso y una de ellos lo increpó a los gritos. El entredicho fue filmado por un testigo. En el video se lo escucha al secretario de Seguridad advertirle a la mujer: “Acá los delincuentes no tienen lugar”. Ella le contestó con un tono elevado de voz: “¡Yo no soy ninguna usurpadora, te estás equivocando! Te puedo asegurar que me vas a tener que pedir disculpas de rodillas”. El funcionario retrucó: “Vaya a buscar la camioneta melliza que tenía en la puerta de la casa”, a lo que la mujer le contestó: “Te equivocaste, querido. No estaba transferida, boludo”.
En diálogo con Infobae, Ventoso relató lo sucedido y afirmó que la mujer con la que mantuvo el cruce no fue identificada: “Fui con el fotógrafo de la Municipalidad a sacar fotos de la casa. Esta señora salió de afuera de la casa, fue al golf para encontrarse con nosotros y empezó a insultarnos, como se ve en el video. Ese fue el intercambio que se vivió con la usurpadora de la casa, que se escapó ayer”.
La identidad de la mujer del video se desconoce. Quien sí fue identificada entre los ocupantes fue una mujer marplatense, M.P.E., que recibe una serie de planes sociales y tiene una historia de emitir cheques sin fondo. Otro de los ocupantes, Paul E., marplatense también, de 28 años, denunció a Ventoso por supuestas amenazas. Según el contenido de esa denuncia, el funcionario agredió a una empleada de limpieza en el lugar y amenazó con echarlos de Cariló. El secretario de Seguridad, al ser consultado, negó todo.
M.P.E. incluso se presentó ante la Justicia al enterarse de lo que ocurría: presentó documentación con actuaciones notariales que indica, supuestamente, que compró la casa en enero a la empresa de la que Villena es presidenta, que pagó 210 mil dólares por la casa y que el boleto de compraventa original se encuentra en poder de una escribana. Por miedo, pidió una restricción perimetral de 300 metros.
La misma persona, curiosamente, había exhibido un boleto de compraventa con un hombre marplatense en una primera visita de la Justicia.
Entre Villa Gesell, Pinamar, Cariló, Mar de las Pampas y localidades en el partido de la Costa como Mar de Ajó, parte de la misma jurisdicción, las ocupaciones crecieron con respecto al año pasado, de acuerdo a cifras oficiales a las que accedió Infobae. En 2019 hubo 449 casos de usurpaciones; en lo que va de 2020, 442, 50 de esos casos en Pinamar y Villa Gesell contra 39 de 2019 en los mismos municipios. Muchos casos se tratan de intrusiones violentas, otros de situaciones como la de Cariló: presuntas artimañas con papeles falsos.
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