La calle De Los Españoles, entre Nicasio Oroño y Tasso, en el barrio Alegre de Pontevedra, recibió en los últimos años el rótulo de “El Callejón” debido a su peligrosidad. Oscura, con una extensión de más de 300 metros sin un cruce de calle de salida hacia los costados, terrenos baldíos y sin cámaras municipales ni de seguridad de las casas de la zona, resulta un escenario ideal para ocultar todo lo que allí suceda.
“El Callejón” fue el lugar donde apareció el cuerpo sin vida del skater Brian Emanuel Gómez, de 17 años, el sábado por la madrugada. El cadáver presentaba signos de haber recibido un ataque brutal: el informe preliminar de la autopsia reveló al menos 20 heridas de arma blanca entre las manos, brazos, tórax, la zona cervical y la cabeza. El cráneo también evidenciaba golpes provocados por un objeto contundente sin filo; el cuero cabelludo, parte del tórax y una campera reflejaban signos de combustión. El rastro era evidente: se había intentado prender fuego el cadáver para tratar de borrar la mayor cantidad de pruebas posibles.
La UFI N° 5 de Morón con el fiscal Claudio Oviedo está a cargo de esclarecer el crimen. Por el momento, la hipótesis que suena con mayor fuerza es la de un asesinato relacionado con la venta de drogas en la zona. Por otro lado, aún no se descartó por completo la posibilidad de que haya sido un robo.
Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, al menos seis testigos, que declararon ante el fiscal, advirtieron que el adolescente habría incursionado en la venta de estupefacientes y había sido amenazado en las semanas previas por una persona mayor de edad. Al parecer el conflicto se debía a una deuda por la venta de marihuana.
Respecto de la posibilidad del robo, la hipótesis es endeble: la única pertenencia que faltaba al momento del hallazgo del cuerpo eran las zapatillas. En la escena del crimen se encontraron tanto el teléfono celular como la billetera y el propio skate que utilizaba la víctima, un pequeño longboard.
Después de casi 11 horas de trabajo en el lugar y en base a los testimonios de los vecinos y a los registros de algunas cámaras municipales y de seguridad de las propias casas, los investigadores pudieron reconstruir los instantes previos al crimen.
La madre del adolescente, Alejandra Moreyra (39 años), afirmó que su hijo salió de su casa cerca de las 16 del viernes para no volver. De acuerdo al testimonio de amigos, Emanuel pasó toda la noche en la plaza 25 de Mayo, la principal de la ciudad, ubicada a unas siete cuadras del lugar donde aparecería sin vida.
Una de las cámaras municipales registró cómo cerca de las 4 de la madrugada del sábado, Gómez se retiró solo de la plaza en dirección a su casa. Fiel a su recorrido habitual, encaró por la calle De los Franceses, donde caminaría unas seis cuadras hasta el cruce con Tasso, y luego doblaría 20 metros para retomar en la misma dirección por la calle Tomás Saley. Su casa se ubicaba en esa misma calle, a cinco cuadras de allí.
Una vez que el skater abandonó la plaza, las cámaras registraron cómo dos personas lo empezaron a seguir.
Los investigadores sospechan que Gómez notó que era seguido al cabo de unos pocos metros, por lo que dobló a la izquierda en un cruce y continuó en el mismo sentido en la primera calle paralela, calle De Los Españoles. Los dos hombres que lo seguían continuaron su marcha por calle De Los Franceses.
Un testigo de la zona que salía a trabajar se cruzó con estos dos hombres en la esquina de Tasso y De Los Franceses. “Pensé que me iban a robar a mí, porque me pasaron uno a cada lado. Pero siguieron de largo”, declaró. Se estima que justo en esa calle Tasso, los hombres se escondieron para montarle una emboscada a la víctima.
Al llegar a De Los Españoles y Tasso, Gómez fue atacado por estas dos personas. Esa escena de la pelea fue registrada a lo lejos por una cámara de seguridad ubicada en la esquina de Saley y Tasso, a unos 100 metros, cuyo video es parte de esta nota.
Al parecer, Gómez logró escapar de ese primer ataque y enfiló por el famoso “callejón” para intentar escaparse. Pero nunca llegó a salir de esos 300 metros. Al cabo de unas tres horas, su cuerpo sería encontrado brutalmente castigado en la entrada a un baldío, entre el césped y la calle de tierra.
Los investigadores encontraron un charco de sangre en el medio de la calle de tierra, a unos 15 metros del lugar donde estaba el cadáver. Se estima que el joven fue asesinado y arrastrado hacia ese baldío, donde se intentaría prender fuego su cuerpo. Gómez tenía el skate atravesado de forma horizontal entre su espalda y su mochila, los primeros análisis forenses sugirieron que los asesinos lo arrastraron jalando de ese mismo skate.
Además, el cuerpo fue encontrado con una botella de alcohol al lado y cubierto de ramas y de basura del lugar. Se había intentado encontrar material combustible para asegurar el fuego.
Aún se desconoce qué fue lo que impidió el proceso de la combustión intencional completa del cuerpo. Según algunos vecinos consultados por Infobae, un joven de 18 años se topó con uno de los presuntos homicidas justo antes de que eso sucediera y el atacante se marchó caminando al verlo.
Asimismo, el análisis forense del terreno determinó que desde el lugar donde estaba el cuerpo hasta la esquina de calle De Los Españoles y Nicasio Oroño (150 metros) se detectó un goteo de sangre constante de una persona que no sería la víctima. La característica de ese goteo era de velocidad lenta, es decir que el presunto atacante se marchó caminando. La sangre cayó de una altura baja, por lo que se puede presumir que se trataba de un sangrado que caía de una de las manos.
Esa marca de sangre continuó hasta la esquina de Nicasio Oroño, justo donde se encontró enterrado un cuchillo de mesa aserrado. En estas horas, especialistas intentan confirmar si esa fue el arma homicida.
A su vez, de acuerdo a ese rastro de sangre, los investigadores intentaron dar con la dirección del presunto atacante. Varios vecinos señalaron como el posible autor a un hombre que reside a pocos metros de allí, en Calle de Los Españoles. Sin embargo, durante el allanamiento realizado el mismo sábado en ese domicilio no se encontraron objetos o signos que pudieran vincular al hombre con el asesinato.
Según lo que le relataron algunos vecinos a Infobae, Brian Gómez era el hijo de una familia muy conocida y trabajadora de la zona. Cursaba su último año en la Escuela Nº 4 de Pontevedra y era un joven tranquilo, al que le gustaba mantener un perfil bajo dentro de la ciudad.
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