El sábado pasado, a Jéssica Fernández Argüello quisieron asesinarla en su casa de Moreno. La mujer fue atacada a balazos delante de sus dos hijos y su hermana. Recibió en total cinco disparos que le afectaron distintos órganos vitales, entre ellos un pulmón y el corazón, a raíz de los cuales debió ser intervenida de urgencia. Todavía se encuentra internada peleando por su vida.
El acusado del hecho es Justino Del Valle Ríos, ex pareja de la víctima, quien desde el mismo sábado se encontraba prófugo. El hombre, de 30 años y nacionalidad paraguaya, fue finalmente detenido esta noche por personal de la DDI de Moreno, informaron fuentes policiales a Infobae. Lo encontraron poco después de las 20 de hoy en una vivienda de González Catán.
Ríos, que está imputado por “homicidio agravado por violencia de género en grado de tentativa”, era intensamente buscado. Tenía pedido de captura internacional. Por temor a una posible fuga hacia su país natal, Interpol había emitido una alerta roja.
Más temprano, en el marco de la investigación también detuvieron a un vecino del albañil acusado de haberlo refugiado en su domicilio. Se trata de un hombre identificado como Wilson Zárate, también de nacionalidad paraguaya quien fue arrestado en su casa de la calle Santa Cecilia esquina Mistral, de la localidad de Cuartel V. Se lo acusa de encubrimiento agravado.
La Policía llegó hasta allí sobre la base de una serie de testimonios y tareas investigativas, que determinaron que el prófugo estuvo escondido en la casa de Zárate durante estos días.
Mañana el fiscal del caso, Leandro Ventricelli, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Moreno, indagará a Ríos. Las testigos que declararon en la causa fueron contundentes y apuntaron contra él. Según relató una de las hermanas de la víctima, todo comenzó cuando el presunto femicida encontró en el teléfono celular de Jéssica fotos de las denuncias que le había realizado, tras lo cual la amenazó de muerte y salió de la vivienda donde ambos convivían.
Ríos regresó cuando Jéssica se encontraba bañando a su hijo en el primer piso, subió, la mujer bajó corriendo y allí le efectuó cinco disparos. Tres de los proyectiles impactaron en su pecho mientras que los otros dos impactaron en el hombro y en una pierna. Actualmente ella está asistida con respiración mecánica, en el área de terapia intensiva del Hospital Mariano y Luciano de la Vega.
Al momento del hecho, en la casa estaban los hijos de Jéssica, un nene de 3 y una nena de 4, su hermana Tania y un amigo de ella. Después de disparar cinco veces contra la madre de sus hijos, Ríos gatilló una vez más en dirección a su cuñada, aunque la bala impactó en la pared y no logró herirla. Luego huyó.
La víctima había radicado tres denuncias por violencia de género en la Justicia para solicitar la exclusión de hogar. La última fue el 29 de septiembre pasado, cuando se presentó en la Comisaría de la Mujer y Familia de Moreno para denunciar a Ríos y advertir, de alguna manera, que podía pasar lo que finalmente pasó días más tarde.
“La Justicia hizo oídos sordos, esperó a que mi hermana estuviera en estas condiciones para moverse, nunca le dieron un botón antipánico, nada”, dijo Tania desde el centro de salud donde está internada su hermana. “No sé si mi hermana va a salir, está muy grave. Yo pido justicia, que este asesino de mierda pague por lo que hizo”.
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