En la ciudad de Choele Choel, en la provincia de Río Negro, todo es tristeza y confusión después de que este miércoles por la tarde encontraran muerto a un nene de 10 años cuya desaparición había sido denunciada unas horas antes.
El hallazgo se produjo en una zona descampada ubicada a unos cinco kilómetros del centro de esa localidad rionegrina, un lugar que es conocido entre los habitantes como “La medialuna”, ubicado río abajo y al sur de la ciudad.
Allí se montó un importante operativo de rastrillaje tras la alerta por la desaparición del chico. Según informó a la prensa local el jefe de la comisaría 8va, Gustavo Andrada, la familia dijo que junto al chico fallecido también estaba su hermano mayor, de 14 años.
Ambos habían salido rumbo al descampado durante la mañana del miércoles. Era una actividad que solían frecuentar: sus padres indicaron que los menores iban hasta ese lugar para juntar frutas y espárragos. Pero como pasaron las horas y los chicos no regresaban, la familia decidió dar aviso a la policía.
La búsqueda duró poco. Menos de una hora más tarde, los policías encontraron el cadáver del chico, que tendría signos de ahorcamiento, según indicaron desde el Ministerio Público Fiscal rionegrino. Estaba entre árboles y a orillas del río. En este contexto, la Fiscalía Descentralizada local que intervino en el caso ordenó el traslado del cuerpo a la Morgue Judicial de General Roca para que el Cuerpo de Investigación Forense realice la autopsia correspondiente.
Como parte de las diligencias, efectivos de la Octava Unidad de la policía local empezaron un rastrillaje en esa zona rural en la busca de indicios, junto a un equipo de criminalística, de la fiscalía, del área de Investigaciones y de la brigada motorizada.
Las circunstancias del hecho, por el momento, son un misterio. Para la fiscalía será importante el testimonio del hermano mayor del fallecido, quien también estaba desaparecido y regresó a su domicilio sano y salvo minutos después del hallazgo.
El adolescente fue derivado al hospital zonal y quedó a cargo de personal de la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf) y de la Oficina de Atención a la Víctima (Ofavi) del Ministerio Público Fiscal, ambas de Río Negro.
En tanto, ayer otro chico de 10 años fue encontrado sin vida. Se trata de Thiago, quien fue asesinado por su padre, Gerardo Javier Reyna (39), en la localidad cordobesa de Capilla del Monte.
El hecho conmovió al los vecinos del barrio La Toma. En su casa, Reyna le asestó una puñalada en el tórax al chico y también intentó matar a su hija de 6 años, al provocarle cortes en el cuello, en el abdomen y debajo de la axila izquierda. La nena pelea por su vida en un hospital de la ciudad de Córdoba.
El hombre está imputado de homicidio doblemente calificado y homicidio doblemente calificado en grado de tentativa. Infobae contó que detrás del brutal crimen hay una historia de celos y violencia originada después de la separación de Reyna y la madre de los chicos.
Para la fiscal del caso, Paula Kelm, titular de la Fiscalía de Instrucción de Cosquín, el ataque se produjo porque "Reyna no se soportaba que la mujer no estuviera mas con él” y se vengó de ella a través de los chicos. Es por esto que Kelm agravó aún más la calificación del expediente y le agregó el delito de femicidio transversal, el cual se aplica cuando la intención del acusado es hacer sufrir a una ex pareja.
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