El cuerpo de Pamela Ayala, de 28 años, fue hallado el domingo por la noche con signos de estrangulamiento y con un balazo en la cabeza frente a la casa de su madre en Lomas de Zamora. Por estas horas, la Justicia investiga si la mujer de 28 años fue víctima de un robo o si el ataque tuvo alguna motivación personal. Mientras tanto, los investigadores intentan dar con el hombre que fue visto por testigos cuando se retiraba del lugar del hecho.
Ayala fue atacada el domingo a la madrugada a metros de la casa de su madre, en Andrés Bello al 200, en el barrio Centenario. Tras ser hallada herida, la mujer fue trasladada por familiares al Hospital Materno Infantil Doctor Oscar Alende, donde falleció poco después debido al balazo que le impactó en el cráneo.
Las primeras informaciones indicaron que a la joven le robaron su teléfono celular y el bolso con algunas pertenencias. Sin embargo, mientras avanza la causa, los detectives no descartan otras líneas investigativas, como una cuestión personal. Por ese motivo, aguardan el resultado de la autopsia y del cotejo de la bala que le provocó la muerte, aunque se presume que fue atacada con un arma calibre .22, ya que en la escena se halló una vaina servida de ese calibre.
Los forenses que revisaron el cuerpo determinaron que la joven presentaba, además del balazo en la cabeza, lesiones compatibles con un estrangulamiento y que el cuerpo tenía signos de defensa y lesiones en las uñas, por lo que sospechan que quizá pueda elaborarse ADN del sospechoso.
Fuentes policiales aseguraron que un vecino declaró que durante la madrugada del domingo escuchó un grito seguido de un disparo y al asomarse por la ventana vio a un hombre que se alejaba del lugar en dirección a la calle Rawson, donde se subió a un Peugeot 505 de color bordo en direción a la calle Labardén. Una cámara de seguridad de una vivienda cercana confirmó la declaración del testigo: se observa el paso del Peugeot 505 a la hora que ocurrió el hecho.
Los investigadores lograron determinar, en base a la declaración de los familiares de la víctima, que Pamela había estado esa noche cerca de las 21 junto a su ex pareja, con quien permaneció algunas horas y luego se retiró para reunirse con una prima. Más tarde, estuvo acompañada de su actual pareja y, al retirarse, expresó que iba a un templo para participar de una reunión de religión Umbanda.
Según declaró la actual pareja de Pamela frente a la fiscal Mabel Lois, titular de UFI N°6, cerca de la una de la madrugada recibió un mensaje de texto de la víctima que le avisaba que había llegado a la casa de la madre, por lo que los investigadores sospechan que en ese momento se produjo el ataque que derivó en el crimen.
En tanto, un hermano de la víctima declaró ante los investigadores que durante la semana Pamela recibió la visita de un hombre que se movilizaba en un auto similar al que fue observado la madrugada del último domingo, aunque no pudo aportar ni su nombre ni las características físicas del sospechoso.
Mientras tanto, la fiscal Lois efectuó nuevas medidas de prueba para determinar lo ocurrido la noche del crimen.
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