Hoy por la mañana, luego de días de merodear por la zona de Retiro, Jonathan Eduardo M. se abalanzó sobre un policía de la Ciudad de consigna en la avenida Ramos Mejía al 1400, a pocos metros de la estación de tren del ramal San Martín. El caos comenzó pronto, luego de que Jonathan, 31 años, oriundo de la zona de Fuerte Apache en Ciudadela, le robara el arma al efectivo. Así, el joven comenzó a correr hacia la Avenida del Libertador. El policía, ya sin su arma, pidió apoyo.
Personal de la Dirección de Intervención Rápida se desplazó de inmediato, un policía llegó al lugar. Al enfrentar a los dos efectivos, Jonathan, sin mediar palabra comenzó a disparar a los policías y a lo que sea que tuviera enfrente. Así, comenzó un tiroteo, según afirmaron fuentes policiales a Infobae. El efectivo del DIR recibió un impacto de bala en su pierna derecha y una agente de la división San Martín de la Policía Federal Argentina fue herida en una mano por un roce de una bala. Ambos fueron trasladados al hospital Churruca. Un transeúnte también resultó herido por el roce de un disparo, una ambulancia lo trasladó al hospital Fernández.
En el medio, Jonathan se disparó a sí mismo. Fue trasladado al Fernández también, detenido con una causa a cargo del Juzgado N°11 de la magistrada Paula Petazzi. Se contaron al menos 20 disparos en el lugar, con una pericia balística que estará a cargo de Gendarmería Nacional.
Jonathan, mientras tanto, quedó detenido. Su historia judicial va más atrás en el tiempo.
Fuentes judiciales en San Martín confirmaron a Infobae que en esa jurisdicción el joven enfrentó una detención previa en 2014 por un intento de robo en un cajero automático, además de varios expedientes por tenencia de estupefacientes que fueron archivados. Por esa causa por tentativa de robo enfrentó un juicio que terminó en una probation, sin embargo, hubo un matiz curioso.
Jonathan atravesó una pericia oficial, en donde se determinó que era “peligroso” para sí mismo y para terceros. Una pericia posterior, sin embargo, confirmó que Jonathan era apto para enfrentar un proceso penal. El actual estado mental del acusado, si es o no apto de ser imputado, si comprende o no la naturaleza de sus actos, deberá ser determinado con un nuevo análisis.
El hecho de esta mañana podría haber terminado en una nueva tragedia con otro policía muerto en la calle a manos de un presunto insano. El 29 de septiembre pasado, el inspector de la PFA Juan Pablo Roldán fue asesinado por Rodrigo Roza, un paciente diagnosticado con esquizofrenia. cuando Roldán intentó detenerlo mientras esgrimía una hoja afilada envuelta en cinta adhesiva. Hoy, la jueza Alejandra Provitola investiga la posible responsabilidad del psiquiatra que atendía a Roza con una pericia encargada al Cuerpo Médico Forense.
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