El exjefe de Policía de Tucumán, Hugo Sánchez, quien había sido condenado por el encubrimiento del crimen de Paulina Lebbos, la joven asesinada en 2006 y por cuyo caso ya se realizaron dos juicios, continuará con un arresto domiciliario al prorrogarse la prisión preventiva dictada durante el debate oral realizado el año pasado, informaron fuentes judiciales.
La defensa del acusado había pedido el cese de detención, pero la Justicia decidió no hacer lugar a lo solicitado y dictó una prórroga de “seis meses o hasta tanto la resolución condenatoria sea revocada por el Superior Tribunal o quede firme”, según señala la resolución conocida hoy, que establece que la medida entra en vigencia a partir del vencimiento de la prórroga anterior que había finalizado el 25 de agosto de 2020.
“Es una excelente noticia”, sostuvo Alberto Lebbos, padre de la joven asesinada, al conocer la decisión judicial que prorrogó la prisión preventiva de Sánchez y señaló que “los delincuentes tienen que seguir presos”.
Cabe recordar que Sánchez se encuentra con detención domiciliaria y cumpliendo una condena -todavía pendiente de revisión por parte de la Corte Suprema de Tucumán- por el encubrimiento del crimen de Lebbos, la joven estudiante asesinada el 26 de febrero de 2006 en un descampado de Raco, una localidad ubicada a unos 30 kilómetros el noroeste de la provincia.
Y a fines del año pasado los vocales de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Antonio Estofán, Daniel Leiva y Daniel Posse, hicieron lugar al hábeas corpus en favor del exjefe de Policía, al entender que presentaba problemas de salud, por lo que decidieron otorgarle el beneficio de la detención domiciliaria.
Además, por el caso Lebbos, también fueron condenados por la Sala III los exfuncionarios Eduardo Di Lella (exsecretario de Seguridad); Nicolás Barrera (exsubjefe de la fuerza); y Héctor Rubén Brito (extitular de la Unidad Regional Norte) y todos ellos esperan la definición del máximo tribunal con el régimen del arresto domiciliario.
Lebbos recordó que a su hija “la mataron hace ya 14 años -tenía 22 años- y los culpables siguen libres, caminando entre nosotros, porque el ex fiscal Carlos Albaca mantuvo la causa paralizada y bajo secreto de sumario durante los 7 años que estuvo a cargo”.
Paulina Lebbos desapareció el 26 de febrero de 2006 y el 11 de marzo de ese año, el cuerpo de la joven fue hallado en la ruta 341, camino a Raco, lugar donde las pericias confirmaron que fue arrojada el mismo día que fue asesinada.
Ese 26 de febrero después de haber ido a bailar al boliche “Gitana”, Paulina se subió a un remise Fiat Duna junto a una amiga, quien se bajó a mitad de camino. Ella, según se cree, siguió viaje hacia la casa de César Soto, la pareja y padre de su única hija. Pero nunca llegó. Su padre que era subsecretario de la Juventud, hizo la denuncia esa noche.
Casi dos semanas después, dos hermanos encontraron el cuerpo de Paulina al costado de la ruta 341. Sin embargo, en lo que fue el primer eslabón de una serie de cadena de complicidades en la pesquisa, la Policía alteró las actas del procedimiento para informar que el hallazgo lo habían hecho efectivos de la comisaría de la zona a través de un rastrillaje.
El padre de Paulina lleva adelante una campaña para conseguir el apoyo necesario para que la Justicia fije nueva fecha para el juicio oral contra Albaca, que estaba programado para el 25 de marzo pasado pero fue suspendido por la pandemia de coronavirus.
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