Carolina y José, mamá y papá de Lola Jazmín Montero, la beba de cinco meses que fue asesinada ayer de un tiro en la cabeza al quedar en medio de un enfrentamiento entre barras en Dock Sud, no tienen consuelo y mucho menos una explicación de la tragedia que los atraviesa. Visiblemente afectados, hablaron con los medios en la entrada del complejo habitacional donde viven para referirse a lo que ocurrió. Por el hecho hay tres detenidos, aunque eso no alcanza y no creen que las cosas cambien pese al encuentro que mantuvieron con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, horas después de que mataran a la beba.
La primera en hablar fue Carolina. Sumida completamente en llanto, la mujer relató cómo fue la secuencia en la que su hija recibió el tiro. Según dijo estaba por pagar el pan y de repente comenzó el enfrentamiento. De hecho, nunca llegó a salir del negocio cuando empezaron a disparar desde afuera en el marco de un enfrentamiento entre barras de Dock Sud y de San Telmo. Estaba claro que ni ella ni Lola eran el blanco del ataque, pero la tragedia la golpeó.
“Escucho el tiro y la nena grita”, contó la mujer y añadió: “Cuando la di vuelta ya tenía el agujero en la cabeza. Una mujer me dijo que le salía sangre. Yo fui a comprar el pan. Tenía solo cinco meses A mí nadie me la va a devolver por más que hayan agarrado a esos hijos de puta". De acuerdo con el relato, todo se originó en frente de la panadería, lugar en el que hay una verdulería. Según dijo, de ese local salió “Marianito” y le comenzaron a disparar. Para Carolina no hay dudas. Los asesinos lo estaban buscando a él y por eso, su hija casi recién nacida murió.
“Marianito” es Mariano César Dacosta, una joven de 28 años, detenido en las últimas en la zona de Villa Domínico. Junto a él, fueron capturados José Iván Amarilla, de 24 años, y Hernán Osvaldo García, de 21. Este último, según supo Infobae, tiene antecedentes judiciales por el delito de violación. El expediente por el momento fue calificado por los fiscales de la causa, Solange Cáceres y Elbio Laborde -de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 3 de Avellaneda- como homicidio agravado por el uso de arma de fuego. “Esto fue por culpa de él”, sostuvo la mujer haciendo referencia a Dacosta.
“No se puede explicar lo que sentimos. No sé cómo nos vamos a recuperar”, dijo por su parte el José padre de la beba, de pie junto a su esposa. “Somos gente de trabajo, gente buena, luchamos día a día, nos toca vivir esto que siempre lo veíamos por la tele. Hay que acabar con todo esto. Mi nena de cinco meses nunca se le cayó una lágrima. No conoció lo que es llorar. Nunca. No la vimos llorar”, lamentó. Respecto a los sospechosos y la situación que se vive en el barrio, José dijo que no corresponde a ningún enfrentamiento entre bandas, tal como creen los investigadores. “Son un par de pelotudos que se cagan a tiros porque tienen ganas. Y lamentablemente terminaron lastimando a una criatura”, agregó.
De acuerdo con la versión oficial, todo ocurrió durante el mediodía de ayer, cerca de las 13, en el Conjunto Habitacional Nicolás Avellaneda, conocido popularmente como “Las Torres”, a metros de donde corre hoy la Autopista Buenos Aries-La Plata. Una zona marcada por varios episodios delictivos. La balacera ocurrió en los alrededores de la torre 5, en la calle Estévez al 1000. Dos hombres armados se acercaron hasta allí y dispararon seis veces contra un grupo de personas con quienes mantendrían una enemistad, de acuerdo a las primeras averiguaciones de los efectivos de la Comisaría Tercera de Avellaneda.
Lola fue asesinada al quedar en medio de un enfrentamiento de barras de los clubes San Telmo y Dock Sud, cuya guerra recrudeció este año con varios enfrentamientos a tiros para ver quién se queda con los negocios ilegales de la zona, fundamentalmente el narcomenudeo.
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