El sospechoso del crimen de Abigail murió por golpes en la cabeza, costillas y órganos vitales

Así lo deteminó la autopsia realizada este jueves. Antonio Guaymás fue linchado por un grupo de vecinos en Tucumán, tras ser apuntado como el responsable de la violación y el asesinato de la niña de 9 años

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Antonio Guaymás, el sospechoso del
Antonio Guaymás, el sospechoso del crimen de Abigail Riquel, asesinado por un grupo de vecinos en Tucumán

Los resultados de la autopsia realizada este jueves determinaron que el sospechoso del crimen de Abigail Riquel, que el miércoles fue linchado por un grupo de vecinos en la capital tucumana, murió a raíz de los golpes recibidos en la cabeza, costillas y varios órganos vitales.

A su vez, los médicos forenses establecieron también mediante el cotejo de huellas dactilares que el fallecido es Antonio Guaymás, quien era buscado desde el domingo pasado por los investigadores del caso.

Asimismo, se obtuvieron muestras genéticas que serán cotejadas con las obtenidas en el cuerpo de Abigail para determinar si ambos ADN coinciden y de esa forma determinar si el sospechoso fue efectivamente el agresor de la niña de 9 años.

El fiscal de la causa, Ignacio López Bustos, explicó que “de acuerdo con el informe médico, Guaymás falleció como consecuencia de los múltiples golpes que presentaba en el cuerpo, como fracturas en las costillas, lesiones en órganos vitales y golpes en la cabeza”.

También confirmó que “se inició una investigación” respecto a la muerte de Guaymás y, en ese sentido, las sospechas recaen sobre al menos dos personas.

Es por ello que según las fuentes, los pesquisas analizaban las imágenes grabadas con celulares particulares por personas que estuvieron al momento del linchamiento en procura de identificar a los agresores y además prestaron declaración los policías que acudieron al llamado de los vecinos cuando fue localizado el sospechoso.

“Estamos tranquilos porque solo ayudamos a evitar que el sujeto escape para entregarlo a la Policía, pero no sabemos nada de lo que pasó posteriormente”, aseguró un hombre que se identificó como Julio y se mostró ante las cámaras de televisión relatando lo sucedido cuando encontraron a Guaymás.

Este era un joven que pasó gran parte de su vida en la mira de la Justicia. Apodado “Culón”, tenía en su prontuario 19 causas en apenas 10 años por robos, hurtos o asaltos cometidos a bordo de una moto y había salido de prisión tres días antes del crimen de la niña por una tentativa de robo cometida en julio pasado.

Con una relación conflictiva con las drogas, Guaymás se autoinfligía cortes en el cuerpo (brazos y pecho) durante sus períodos de abstinencia, además de la difícil vida que llevó dentro de los penales que recorrió.

Atraparon en Tucumán al sospechoso de matar a Abigail Riquel

Y fueron estas marcas en el cuerpo las que finalmente lo condenaron a manos de la muchedumbre que lo linchó. Mientras era salvajemente golpeado, Guaymás quiso engañar a los agresores y se hizo pasar por un tal Jonathan. “No fui yo, fue mi primo”, llegó a gritar el sospechoso. Sin embargo, las cicatrices en el cuerpo –ya conocidas por todos– lo terminaron por delatar.

Cabe recordar que el sábado último, poco después de las 9 de la mañana, Abigail les dijo a sus papás que se iba a jugar a lo de una amiga, pero nunca volvió. Siete horas después, tras la denuncia de sus padres por desaparición, la nena fue encontrada muerta a 400 metros de su casa. Estaba boca abajo, semienterrada entre montículos de tierra del barrio Villa Muñecas.

Según informes médicos, la niña murió a raíz de un golpe en la cabeza y tenía signos de abuso sexual y de intento de asfixia manual. La autopsia indicó, entre varias cosas, que la nena fue asesinada mientras el atacante abusaba de ella. Los peritos forenses que trabajaron sobre el cadáver indicaron que el violador la mató tras varios golpes en la cabeza con un bloque de tierra dura.

Y de no haber sido asesinado por los vecinos, al sospechoso lo habrían imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal y homicidio criminis causae, que es cuando se comete un delito para ocultar otro y cuya pena es la prisión perpetua.

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