Este miércoles por la noche, el padre de Abigail, la niña de 9 años que fue encontrada asesinada en un descampado de Tucumán, aseguró que su “hija va a descansar en paz sabiendo que el culpable ha pagado por lo que ha hecho”. Así lo afirmó luego de que fuera asesinado a golpes y machetazos el principal sospechoso del crimen.
Pablo Riquel se hizo presente en la puerta de la comisaría 12ª, donde fue llevado el cuerpo del femicida, y participó de la movilización que la gente llevó a cabo para mostrarle el apoyo a su familia en la Plaza Independencia del centro de San Miguel de Tucumán. En ese contexto, agregó: “Mi hija va a descansar en paz sabiendo que el culpable ha pagado por lo que ha hecho y va a estar ella un poco más tranquila”.
“Perdí una parte de mí, no tengo consuelo. Por más que haya muerto o que pague en la cárcel, no tengo consuelo”, sostuvo.
Además, agradeció “a todos los vecinos porque siempre” lo “acompañaron” y lo “van a acompañar” y pidió “un poco de seguridad para el barrio” porque todos “tienen familia e hijos”.
“Sabemos que lo atraparon los vecinos, como siempre los vecinos. Nosotros somos pobres, nadie nos escucha y si esperamos por la Justicia, todos vamos a morir y se van a morir nuestros hijos. Tienen que salir los vecinos a la calle a reclamar”, apuntó.
Entre tanto, uno de los manifestantes señaló que era “mentira” que el principal sospechoso del crimen de Abigail estuviera “muerto” y aseguró que “la policía lo estaba cubriendo”.
Sin embargo, el fiscal de la causa Ignacio López Bustos confirmó el deceso de José Antonio Guaymás, “la persona” que buscaban por el asesinato de la niña.
Es de destacar que el hombre que había sido sindicado como posible autor del crimen y la violación de Rocío Abigail Riquel fue linchado por un grupo de personas que lo buscaba junto a la policía tucumana desde el mismo día del hecho.
Conocido como “Culón”, había sido liberado (condenado por una causa por robo) tres días antes de la violación y asesinato de Abigail y, según expresaron varios testigos a los investigadores del caso, lo vieron pasar de la mano con la nena.
Buscado por los vecinos y la Policía, se sospechaba que Guaymás podía estar escondido en un barrio conocido como El Manantial, pero fue atrapado en un monte de la zona y entregado desnudo a la policía.
Según el relato de una vecina a medios locales, el acusado “el viernes por la noche se quiso ahorcar, amenazaba siempre a su mamá y se drogaba mucho". "Nunca le tuve confianza porque vivía drogado. Tenía miedo de que le pasara algo a mi hija de tres años”, añadió.
El sábado, apenas pasadas las 9 de la mañana, Abigail les dijo a sus papás que se iba a jugar a lo de una amiga, pero nunca volvió. Siete horas después, tras la denuncia de sus padres por desaparición, la nena fue encontrada muerta a 400 metros de su casa. Estaba boca abajo, semienterrada entre montículos del barrio Villa Muñecas, una zona humilde de San Miguel de Tucumán.
Los resultados preliminares de la autopsia indicaron que la nena fue asesinada mientras el atacante abusaba de ella. Los peritos forenses que trabajaron sobre el cadáver indicaron que el violador intentó asfixiarla y la mató tras varios golpes en la cabeza con un bloque de tierra dura.
Si lo hubieran atrapado antes de matarlo, al sospechoso lo habrían imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal y homicidio criminis causae, que es el crimen que se comete para ocultar otro delito, cuya pena es la prisión perpetua.
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