Un hombre que había sido sindicado como posible autor del crimen y la violación de Rocío Abigail Riquel, una nena de 9 años hallada muerta el sábado en un barrio de San Miguel de Tucumán, fue linchado por un grupo de personas que lo buscaba junto a la policía tucumana desde el mismo día del hecho.
Fuentes judiciales confirmaron a Infobae que se trata de José Guaymas, conocido como “Culón”, quien había sido liberado (condenado por una causa por robo) tres días antes de la violación y asesinato de Abigail. Ante los investigadores, varios testigos dijeron que vieron pasar a la nena de la mano de este hombre de aproximadamente 24 años. Y desde ese momento era intensamente buscado no sólo por la Policía, sino también por familiares y allegados a la víctima.
Se sospechaba que Guaymas podía estar escondido en un barrio conocido como El Manantial. Los vecinos lo atraparon en un monte de la zona. “Mucha gente lo agarró y le pegaron machetazos”, comentó una fuente policial a este medio. Los agresores lo entregaron desnudo a la policía. Esta noche misma se hará una autopsia sobre el cuerpo del sospechoso para determinar las circunstancias y la forma en que fue asesinado.
“Le pido a las autoridades que tienen que buscarlo que se muevan, por favor. Para que mi hija tenga Justicia y ella descanse en paz”, había dicho el martes Pablo Riquel, el padre de Rocío Abigail. Este mismo miércoles, él y su esposa Sofía, se habían juntado con el fiscal del caso, Ignacio López Bustos. El investigador les explicó cómo estaban llevando el caso. Buscaba evitar el ataque de los vecinos.
“No es sólo la familia sino la gente general está enardecida y está muy caliente y lo quieren matar si lo agarran”, había comentado temprano a este medio una fuente con acceso al caso.
El sospechoso era también un vecino del barrio. “Dicen que lo vieron esta mañana en la zona del Manantial, donde hay finca de limones. Lo estamos buscando, ya está la orden de detención”, había comentado una fuente policial a este medio.
“El viernes por la noche se quiso ahorcar, amenazaba siempre a su mamá y se drogaba mucho. Nunca le tuve confianza porque vivía drogado. Tenía miedo de que le pasara algo a mi hija de tres años”, contó una vecina del sospechoso a medios tucumanos.
El sábado, apenas pasadas las 9 de la mañana, Abigail les dijo a sus papás que se iba a jugar a lo de una amiga pero nunca volvió. Siete horas después, tras la denuncia de sus padres por desaparición, la nena fue encontrada muerta a 400 metros de su casa. Estaba boca abajo, semienterrada entre montículos de tierra del barrio Villa Muñecas, una zona humilde de San Miguel de Tucumán.
Los resultados preliminares de la autopsia indicaron que la nena fue asesinada mientras el atacante abusaba de ella. Los peritos forenses que trabajaron sobre el cadáver indicaron que el violador intentó asfixiarla y la mató tras varios golpes en la cabeza con un bloque de tierra dura.
A partir de los testimonios de los vecinos, el fiscal del caso, Ignacio López Bustos, apuntaba la investigación a Guaymas, un sospechoso de aproximadamente 24 años que había salido de prisión tres días antes del crimen de la niña. Si bien los investigadores trataron de mantener la identidad del sospechoso en reserva, todo el barrio conocía al hombre y muchos habían sido testigos del momento en que pasó junto a Abigail de la mano.
Los testimonios de las personas del barrio coincidieron en la descripción física del sospechoso y las fotos de este hombre que los investigadores encontraron en las redes sociales. Además, una fuente con acceso al expediente adelantó a Infobae que un abogado había llamado al Ministerio Público Fiscal de Tucumán para avisar que se pondría a disposición de la Justicia. “Lo que no queremos es que se suicide antes”, confesó la fuente el lunes pasado, porque había vecinos que relataron que Guaymas había intentado quitarse la vida después de salir de prisión.
Si lo hubieran atrapado antes de matarlo, al sospechoso lo habrían imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal y homicidio criminis causae, que es el crimen que se comete para ocultar otro delito, cuya pena es la prisión perpetua.
“Se hizo el hisopado anal, vaginal y bucal y hay que esperar los resultados. Pero está claro que hay signos de abuso que resultaron de la autopsia”, explicaron fuentes del caso. El examen forense también determinó que el agresor hizo un intento de acceso carnal. “Aparentemente ella se defendió y él intentó asfixiarla desde atrás. Tiene un golpe en la parte derecha de la cabeza con un terrón de tierra dura. La hipótesis es que (el asesino) intentó penetrarla, la asfixió y le pegó en la cabeza; y el golpe es el que la mata”, explicaron.
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